Venerable
Sierva de Dios
Madre Carmen
Rendiles
Tomado de http://www.madrecarmenrendiles.com/biografia
Nació en Caracas el 11 de agosto de 1903, hija del matrimonio de
Ramiro Antonio Rendiles y Ana Antonia Martínez. Madre Carmen Rendiles fue la
tercera de siete vástagos que tuvo el matrimonio Rendiles Martínez.
La niña vino al
mundo con una discapacidad física pues le faltaba el brazo izquierdo y durante
toda su vida llevó una pesada prótesis que no le impidió desarrollar sus
labores del hogar, ni de estudiar o desempeñar cualquier oficio dentro de la
institución religiosa.
El día 24 de
septiembre de 1903 fue bautizada en la parroquia de Santa Teresa y Santa Ana,
hoy Basílica Santa Teresa, y recibió el sacramento de la confirmación el 28 de
octubre de 1905.
Como provenía de una
familia profundamente religiosa desde pequeña se sintió atraída por la vida
consagrada. A los quince años decide conocer más de cerca las religiosas recién
llegadas de Francia conocidas como las Siervas de Jesús en el Santísimo
Sacramento. El 27 de febrero de 1927 ingresó en la pequeña comunidad instalada
en Caracas. El 8 de septiembre de 1927 tomó los hábitos de la modesta
congregación y el 8 de septiembre de 1929 emitió sus votos temporales. Los
votos perpetuos los hizo el 8 de septiembre de 1932.
Para completar su
formación religiosa fue enviada a Toulouse en Francia donde entró en contacto
con la sede principal de las hermanas. A su regreso fue designada Maestra de
Novicias y más tarde, en 1945, fue elegida superiora de las casas
fundadas por la Congregación en Venezuela y Colombia.
En 1965 pidió ante
la Santa Sede la separación de las hermanas de Venezuela y Colombia de aquellas
que vivían en Francia pues las religiosas europeas habían aceptado vivir como
un Instituto secular dejando atrás el hábito y las constituciones primitivas de
la congregación. Madre Carmen da ese paso apoyada en varios obispos, sacerdotes
y todas las hermanas de ambos países; naciendo así, el 25 de marzo de 1966, la
nueva congregación de derecho diocesano con el nombre de Siervas de Jesús.
En 1969 fue elegida
Superiora General, cargo que desempeñó hasta el día de su muerte. Con Madre
Carmen la congregación se extendió a otras diócesis de Venezuela así como de
Colombia donde las hermanas desarrollaron una labor de asistencia parroquial,
catequesis, dirección de colegios y cuidado de los más necesitados.
Con una salud muy
precaria y agotada físicamente del enorme trabajo que ejerció durante toda su
vida murió Madre Carmen a la edad de 74 años, poco después de haber
cumplido sus cincuenta años de vida religiosa, el día 9 de mayo de 1977.
Sus restos reposan
en la capilla del Colegio Belén en la urbanización Los Palos Grandes en
Caracas. El 9 de marzo de 1995 fue abierto el Proceso de Canonización
ante la Congregación para la Causa de los Santos en el Vaticano.
El impresionante milagro que eleva a los altares a la Madre Carmen
Rendiles
Tomado
de: https://es.aleteia.org/2017/12/19/el-impresionante-milagro-que-eleva-a-los-altares-a-la-madre-carmen-rendiles/
La nueva beata venezolana
sanó el brazo paralizado de una médica cirujana que sufrió una descarga
eléctrica mientras operaba a un paciente en Caracas
Aquél 20 de mayo de 2003, Trinette Durán de Branger, que durante
muchos años ejerció como médica cirujana en el hospital “Miguel Pérez Carreño”
de Caracas, no podía dar crédito a lo que vivió, mientras operaba a un paciente
de tumor de colon como cirujano principal. En el quirófano del centro médico,
se desprendió un cable sin protección que estaba pegado a la mesa quirúrgica,
recibiendo la doctora una fuerte descarga eléctrica en el brazo derecho que
quemó su guante y los dedos índice y pulgar.
El paciente estaba protegido con una colchoneta plástica y debido
al aislante no sentía la corriente eléctrica que torturó por momentos a la
profesional de la salud.
Los médicos que acompañaban a Trinette después de prestarle los
primeros auxilios, sin tener idea del alcance de la descarga procedieron a
trasladar al paciente a otro quirófano porque ya estaba entubado. Luego, como
responsable de aquella cirugía, la valerosa mujer continuó con la
operación, a pesar del “corrientazo” recibido en su brazo derecho.
Desde ese día, la doctora Trinette sufrió un dolor intenso en todo
el brazo, pérdida de fuerza y quedó totalmente inmovilizado. Tres dedos de su
mano derecha también estaban paralizados. Estos sufrimientos la hacen portadora
del milagro que elevó a los altares a la Madre Carmen Rendiles Martínez, la
tercera religiosa venezolana que alcanza este nivel, de acuerdo con lo
anunciado por la Congregación de la Causa de los Santos, y cuyo decreto fue
firmado recientemente por el papa Francisco.
Cuenta la misma doctora, que durante dos meses, luego de ocurrido
el accidente, pasó por las manos de casi 20 médicos sin lograr la más mínima
mejoría. “Al contrario, todo empeoraba a pesar de seguir responsablemente las
prescripciones médicas a base de sedantes, relajantes, anti inflamatorios y
otros”, describe el testimonio presentado a la comisión investigadora que
llevaba la causa de la Madre Carmen Rendiles.
“Nada calmaba aquel dolor noche y día, no podía conciliar el sueño
y la inhabilidad del brazo aumentaba rápidamente”, dice en el testimonio. Por
supuesto, esta situación le impedía continuar con su labor como cirujano. El
diagnostico no podía ser más temerario: “atascamiento del nervio mediano y
cubital desde la mano hasta la axila”.
Los médicos recomendaron operar para mejorar la sintomatología, más
no para recobrar la movilidad del brazo y continuar ejerciendo su profesión. La
operación estaba pautada de emergencia para el 18 de julio de 2003. Trinette
estaba preocupada de perder su brazo cuando estaba dedicada a una labor social
tan hermosa en aquel hospital.
Según el testimonio, refiere que iba a ser operada en el Centro
Médico de Caracas. Sin embargo, cuando se dirigía a la clínica para ser
hospitalizada decidió pasar por el Colegio Belén, que atienden las Hermanas
Siervas de Jesús, en la urbanización Los Palos Grandes de Caracas. Trinette
quería rezar para pedir la sanación de su brazo.
Luego de pasar por la capilla mayor, una hermana la condujo hasta
el oratorio en donde la comunidad de religiosas estaba en oración. Allí habló
con la madre María San Luis, hermana de sangre de Madre Carmen.
Después de orar juntas, la monja le dijo que la Madre
Carmen la curaría de su dolencia. Enseguida ambas se dirigieron a una
habitación, cercana al oratorio, en donde la Madre Carmen en vida reposaba
algunas veces. Allí estaba un cuadro de la hoy beata Madre Carmen que
la hermana San Luis quería que Trinette Durán de Branger pintara.
Aquí ocurre el hecho no explicable por la ciencia y los hombres. Al
ver el cuadro e implorar interiormente su curación, salió del borde del cuadro
como “un hermoso rayo de luz que alumbró toda la habitación y llegó hasta su
hombro”, dice el testimonio de la sanación presentado ante el Vaticano.
Trinette sintió un intenso calor entrar por su cabeza y penetrar en su brazo, y
fue tan impactante el momento que perdió por un momento el conocimiento y en el
mismo instante su brazo quedó restablecido totalmente. Ya no usó más férula, ni
fue realizada la operación.
El domingo siguiente en una misa del Colegio Belén se reunió toda
su familia para dar gracias a Dios ante el gran favor recibido por intercesión
de la nueva beata. En la homilía el sacerdote que oficiaba se refirió a la
falta de un brazo de la Carmen Rendiles y fue cuando la familia de Trinette se
enteró que a la religiosa siempre le había faltado un brazo. La doctora
Trinette Durán de Branger da testimonio de su curación súbita, también los
médicos que la trataron, su familia y demás conocidos.
Video de Madre Carmen Rendiles