LAS NUEVE ORACIONES DE SAN
GREGORIO MAGNO
En reverencia de la Sagrada Pasión y Muerte de Nuestro Señor
Jesucristo
Santo Papa Romano
(El Maremagnum)
El Papa Inocencio VIII, concedió a los que
rezaren las nueve oraciones siguientes de San Gregorio, las siguientes
indulgencias:
Cada día:
14.185.149 años de indulgencia.
En Viernes el
doble.
En Viernes Santo:
8 indulgencias plenarias.
Y los que no saben leer, o muy enfermos,
pueden rezar 20 Padrenuestros y 20 Avemarías frente a la imagen del santo, y
ganan lo mismo.
Los que dijesen 7 Padrenuestros y 7
Avemarías frente a la imagen del Santo: 50.000 años de indulgencias y el
Viernes Santo, indulgencia plenaria
Hagamos este obsequio a las benditas almas del Purgatorio
Puede parecer que son grandes indulgencias y que no es necesario
rezarlas a menudo, pero se hacen suave brisa fresca en la inmensidad del
Purgatorio y del gran número de almas que allí se encuentran. Muchas almas
padecen y pocos rezan por ellas. Rezar con tesón y con la mayor frecuencia que
se pueda.
PRIMERA
ORACIÓN
Señor mío Jesucristo, te adoro colgado de la Santa Cruz, coronada de
espinas tu Cabeza. Te ruego que Tu Santísima Cruz me libre del ángel malo. Amén
Jesús.
Un
Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
SEGUNDA ORACIÓN
Oh
Señor mío Jesucristo, te adoro en la Cruz herido y llagado, bebiendo hiel y
vinagre. Te ruego que la lanza de Tu Santísimo Costado sea remedio para mi
alma. Amén Jesús.
Un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
TERCERA ORACIÓN
Oh
Señor mío Jesucristo, por aquella amargura, que por mí, miserable pecador,
sufriste en la Cruz, principalmente en aquella hora, cuando tu Alma santísima
salió de tu bendito cuerpo , te ruego Señor, que tengas misericordia de mi alma
cuando salga de esta vida mortal; la perdones y la encamines a la Vida Eterna. Amén Jesús.
Un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
CUARTA ORACIÓN
Oh
Señor mío Jesucristo, yo te adoro depositado en el Santo Sepulcro, ungido con
mirra y ungüentos fragantes. Te ruego
Señor, que tu muerte sea remedio para mi alma. Amén Jesús.
Un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
QUINTA ORACIÓN
Oh
Señor mío Jesucristo, yo te adoro y considerando aquel tiempo cuando
descendiste a los infiernos y de allí sacaste y pusiste en libertad en los
cielos a los que allí estaban cautivos, te ruego Señor que tengas misericordia
de mi. Amén Jesús.
Un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
SEXTA ORACIÓN
Oh
Señor mío Jesucristo, que estás sentado a la derecha del Padre Eterno, yo te
adoro por tu santa resurrección de entre los muertos y Ascensión a los Cielos.
Te ruego Señor que yo te pueda seguir y mi alma pueda ser presentada delante de
la Santísimas Trinidad. Amén Jesús.
Un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
SÉPTIMA ORACIÓN
Oh
Señor mío Jesucristo, Pastor bueno, conserva y guarda a los justos,
justifica y perdona a los
pecadores, ten misericordia de todos los fieles y acuérdate de mí, triste y
miserable pecador. Amén Jesús.
Un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
OCTAVA ORACIÓN
Oh
Señor mío Jesucristo, yo te adoro y contemplando que el día del Juicio vendrás
a juzgar a los vivos y a los muertos y a los buenos darás gloria y a los malos
condenación eterna. Te ruego Señor, por tu Santa Pasión, nos libres de las
penas del Infierno, nos perdones y nos lleves a la Vida Eterna. Amén
Jesús.
Un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
NOVENA ORACIÓN
Oh
amantísimo Padre, yo te ofrezco la inocente muerte de Tu Hijo y el amor tan
firme de Su Corazón por toda la culpa y pena que yo miserable pecador merezco,
y todos los pecadores: por aquellos enormes y gravísimos pecados míos y
por todos mis prójimos y amigos vivos y difuntos. Te ruego tengas misericordia
de nosotros. Amén Jesús
Un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
OFRECIMIENTO
Estas oraciones las ofrezco a los méritos de la Pasión y muerte de
nuestro Redentor Jesucristo, a quien pido y suplico me las reciba en descuento
y satisfacción de mis culpas y pecados confirmándome lo que San Gregorio y
otros Pontífices han concedido a quienes la rezaren delante de su imagen o la
llevasen consigo y es mi voluntad que Dios nuestro Señor aplique lo que le
pareciese ser bastante para sacar del Purgatorio el alma que allí estuviese y
que fuese más de mi obligación gloria suya y de la Santísima Virgen María, a
quien pido y suplico sea mi abogada con su Divina Majestad. Amén Jesús.
ORACIÓN
Oh
altísima Cruz, oh inocente y preciosa Sangre, oh pena grande y cruel, oh
pobreza de Cristo mi Redentor, oh Llagas muy lastimadas, oh Corazón traspasado,
oh Sangre de Cristo derramada, oh muerte amarga de Dios, oh dignidad grande de
Dios, digna de ser reverenciada. Ayúdame Señor para alcanzar la vida eterna,
ahora y en la hora de mi muerte. Amén Jesús.