San Antonio de Padua
(Lisboa, hacia 1195 - Arcella, junto
a Padua, 1231) Santo franciscano de origen portugués, sacerdote y doctor de la
Iglesia. Su nombre de nacimiento era Fernando Martins; era hijo primogénito de
Martín de Alfonso, caballero portugués descendiente de nobles franceses (los
Bouillon), y de María Taveira.

Para evitar estas presiones renunció
a la herencia familiar y se trasladó en 1212 al monasterio de Santa Cruz de
Coimbra, importante centro de enseñanza religiosa que contaba con una gran
biblioteca. En este otro lugar recibió la influencia de la escuela teológica de
San Víctor (París) a través de profesores que habían estudiado allí. Tampoco en
Coimbra encontró tranquilidad, pues el monasterio se vio afectado por el
enfrentamiento entre el rey Alfonso II de Portugal y el papa Inocencio III: su
propio prior, Juan, fue excomulgado por apoyar al primero.
Hacia 1219, fecha en que
probablemente era ya sacerdote, conoció a la pequeña comunidad franciscana de
Coimbra, establecida poco antes en el eremitorio de Olivais, y se sintió
atraído por su modo de vida fraterno, evangélico y en pobreza. Cuando poco
después llegaron a su monasterio restos de los primeros mártires franciscanos,
muertos en Marrakech, decidió ingresar en la nueva orden, que a causa de su
reciente creación aún estaba poco extendida y carecía del prestigio que
alcanzaría más adelante. Fray Juan Parenti, provincial de España, presidió la
sencilla ceremonia de toma de hábito franciscano (verano de 1220), en la que
cambió el nombre de Fernando por el de Antonio (el eremitorio de Olivais estaba
dedicado a San Antonio Abad), símbolo de su cambio de vida.
Tras un breve noviciado, e impulsado
por el ejemplo de los mártires franciscanos, parece que en otoño de ese mismo
año embarcó hacia Marruecos junto con otro hermano de orden, fray Felipe de
Castilla, para alcanzar él mismo el martirio. Sin embargo, al poco de
desembarcar contrajo la malaria, enfermedad que le dejaría secuelas para toda
la vida; convaleciente todo el invierno, se vio obligado a abandonar el país.
San Antonio de Padua (detalle de un retrato de El Greco, c. 1580) |
Su intención era ahora llegar a las
costas españolas y desde ellas volver por tierra a Portugal, pero una tempestad
llevó el barco en que viajaba hasta Sicilia. Permaneció algún tiempo en Milazzo
(costa noreste de la isla), donde había una comunidad franciscana, para
completar su recuperación. En junio de 1221 asistió al capítulo de su orden en
Asís ("capítulo de las Esteras", que convocó a 3.000 franciscanos);
allí conoció a San Francisco de Asís y decidió no regresar a Coimbra
para ponerse al servicio de fray Gracián, provincial de la Romaña
(circunscripción franciscana que abarcaba todo el norte de Italia).
Éste lo envió durante un año al
eremitorio de Montepaolo (cerca de Forli) para que se fortaleciese antes de
encomendarle alguna misión de apostolado. A mediados de 1222, ya con buena
salud, predicó en la catedral de Forli (sin haber preparado previamente sus
palabras, pero con gran profundidad) con ocasión de unas ordenaciones de
franciscanos y dominicos.
Su provincial le nombró predicador y
le encargó ejercer su ministerio por todo el norte de Italia, donde se extendía
por muchos lugares el catarismo. Recorrió así, enseñando, numerosos lugares. Su
labor catequética en Rímini en 1223, por ejemplo, fue difícil, pero sus
exhortaciones y discusiones públicas acabaron teniendo éxito, logrando
convertir entre otros a Bononillo, obispo cátaro. A finales de este año o
principios de 1224 estuvo también en Bolonia, enseñando teología a otros
frailes franciscanos en el convento de Santa María de la Pugliola; fue el
primer maestro de la orden, recibiendo para ello el permiso de San Francisco,
que le escribió una carta llamándole "mi obispo".
Hacia 1224 o 1225, sus superiores lo
trasladaron al sur de Francia, donde los albigenses tenían más fuerza que en
Italia. Su método para combatir la herejía consistió en llevar una vida
ejemplar, en charlas con los no creyentes y en catequesis para fortalecer la fe
de los cristianos. Prosiguió su enseñanza teológica en Montpellier (donde se
formaban los franciscanos y dominicos que iban a predicar en la región) y
Tolosa (ciudad con fuerte presencia albigense), además de ser guardián del
convento de Le Puy-en-Velay (al oeste de Valence y Lyon) y, desde el capítulo
de Arlés de 1225, custodio de Limoges. Como tal estableció la residencia de los
franciscanos de la ciudad en una antigua ermita benedictina y fundó un convento
cerca de Brieve.
San Antonio de Padua con el Niño Jesús (1665), de Bartolomé Esteban Murillo |
A finales de 1225 participó en el
sínodo de Bourges, que examinó la situación de la región. San Antonio de Padua
señaló a los prelados la necesidad de vivir sencillamente para dar ejemplo; el
obispo de Bourges, Simón de Sully, respondió a sus palabras y aplicó en lo
sucesivo la reforma de costumbres, ayudándose de franciscanos y dominicos para
la evangelización de su diócesis.
La muerte de San Francisco el 3 de
octubre de 1226 le obligó a viajar a Asís, como custodio de Limoges, para
asistir al capítulo general que debía elegir nuevo ministro general; éste tuvo
lugar el 30 de mayo de 1227, siendo elegido fray Juan Parenti. Buen conocedor
de la valía de Antonio, le nombró provincial de Romaña. Muy querido por sus
frailes, recorrió los lugares de su provincia donde había conventos
franciscanos; uno de ellos fue Vercelli, donde predicó en la catedral con gran
impacto y conoció al teólogo y canónigo regular Tomás Galo.
También por entonces debió estar
durante estancias largas en Padua, donde fundó una escuela de franciscanos y
comenzó a escribir una serie de sermones. Fruto de su labor fue el aumento de
las misiones de predicación y la fundación de numerosos conventos. En el
capítulo general de 1230, reunido con ocasión del traslado de los restos de San
Francisco a su basílica de Asís, pidió a Parenti que le retirase el cargo, a
causa de su mala salud.
El general aceptó su renuncia a
cambio de formar parte de una comisión que debía presentar al papa Gregorio IX varias cuestiones sobre la regla
franciscana que el pontífice debía estudiar y aprobar. Ante él y la curia
romana predicó por entonces Antonio, siendo escuchado con entusiasmo: el papa
lo llamó "Arca del Testamento". Es posible que colaborase en la
redacción de la bula Quo
elongati, respuesta a los
problemas planteados por la orden al pontífice.
León XIII lo llamó "el santo de todo el mundo", porque
su imagen y devoción se encuentran por todas partes.
Llamado "Doctor Evangélico". Escribió sermones para todas las fiestas del año
Llamado "Doctor Evangélico". Escribió sermones para todas las fiestas del año
"El gran peligro del cristiano es predicar y no practicar, creer
pero no vivir de acuerdo con lo que se cree" -San Antonio
"Era poderoso en obras y en palabras. Su cuerpo
habitaba esta tierra pero su alma vivía en el cielo" -un biógrafo de ese
tiempo.
Patrón de mujeres estériles, pobres, viajeros, albañiles, panaderos y
papeleros. Se le invoca por los objetos perdidos y para pedir un buen
esposo/a. Es verdaderamente extraordinaria su intercesión.
NOVENA A SAN ANTONIO
Es famoso por sus milagros
Es famoso por sus milagros
San Antonio obtenme de la
Misericordia de Dios esta gracia que deseo (mencione el favor que pide).
Como tú eres tan bondadoso con los pobres pecadores, no mires mi falta de virtud antes bien considera la Gloria de Dios que será una vez más ensalzada por ti al concederme la petición que yo ahora encarecidamente hago.
Glorioso San Antonio de los milagros, padre de los pobres y consuelo de los afligidos, te pido ayuda.
Has venido a mi auxilio con tan amable solicitud y me has aliviado tan generosamente que me siento agradecido de corazón.
Acepta esta ofrenda de mi devoción y amor.
Renuevo la seria promesa de vivir siempre amando a Dios y al prójimo.
Continúa defendiéndome benignamente con tu protección y obtenme la gracia de poder un día entrar el Reino de los Cielos, donde cantaré enteramente las misericordias del Señor. Amen.
Como tú eres tan bondadoso con los pobres pecadores, no mires mi falta de virtud antes bien considera la Gloria de Dios que será una vez más ensalzada por ti al concederme la petición que yo ahora encarecidamente hago.
Glorioso San Antonio de los milagros, padre de los pobres y consuelo de los afligidos, te pido ayuda.
Has venido a mi auxilio con tan amable solicitud y me has aliviado tan generosamente que me siento agradecido de corazón.
Acepta esta ofrenda de mi devoción y amor.
Renuevo la seria promesa de vivir siempre amando a Dios y al prójimo.
Continúa defendiéndome benignamente con tu protección y obtenme la gracia de poder un día entrar el Reino de los Cielos, donde cantaré enteramente las misericordias del Señor. Amen.
ORACIÓN DE LIBERACIÓN DE SAN ANTONIO DE
PADUA
Haciendo la señal de la cruz dirás con mucho fervor:
He aquí la Cruz del Señor,+
Huid, potestades enemigas:+
El león Judà, descendiente de David,+
Ha vencido. Aleluya.
Este exorcismo usado frecuentemente por San Antonio es muy eficaz contra las tentaciones del demonio, como lo prueban muchísimos ejemplos. Constituyen esas palabras el breve o carta de San Antonio que él mismo escribió y entregó a una devota suya para librarla de una fuerte y tenaz tentación.
Oración
A ti, Antonio, dechado de amor a Dios y a los hombres que tuviste la dicha de estrechar entre tus brazos al Niño-Dios, a ti lleno de confianza, recurro en la presente tribulación que me acongoja………….
Te pido también por mis hermanos más necesitados, por los que sufren, por los oprimidos, por los marginados, por los que hoy más necesiten de tu protección.
Haciendo la señal de la cruz dirás con mucho fervor:
He aquí la Cruz del Señor,+
Huid, potestades enemigas:+
El león Judà, descendiente de David,+
Ha vencido. Aleluya.
Este exorcismo usado frecuentemente por San Antonio es muy eficaz contra las tentaciones del demonio, como lo prueban muchísimos ejemplos. Constituyen esas palabras el breve o carta de San Antonio que él mismo escribió y entregó a una devota suya para librarla de una fuerte y tenaz tentación.
Oración
A ti, Antonio, dechado de amor a Dios y a los hombres que tuviste la dicha de estrechar entre tus brazos al Niño-Dios, a ti lleno de confianza, recurro en la presente tribulación que me acongoja………….
Te pido también por mis hermanos más necesitados, por los que sufren, por los oprimidos, por los marginados, por los que hoy más necesiten de tu protección.
Haz que nos amemos todos como hermanos, que en el mundo haya amor y
no odios. Ayúdanos a vivir el mensaje cristiano.
Tú, en presencia ya del Señor, no ceses de interceder por El, con
El, y en El, a favor nuestro ante El Padre. Amén.
TRECE MARTES EN HONOR DEL GLORIOSO
SAN ANTONIO DE PADUA.
Os ruego bendito San Antonio, que me hagáis partícipe de las incontables misericordias que concedéis a cuantos os invocan con devoción y confianza.
Martes 1.- Amoroso San Antonio, que despreciasteis las vanidades del mundo, haced que ame a Dios y me dedique a las cosas de su servicio. (Padre Nuestro y Avemaría).
Martes 2.-Angélico San Antonio, lirio de incontable pureza, logradme del Señor que venza todas las tentaciones. (Padre Nuestro y Avemaría).
Martes 3.- Bendito San Antonio, amigo de la penitencia, alcanzadme que con voluntarios sacrificios, satisfaga por mis faltas. (Padre Nuestro y Avemaría).
Martes 4.- Admirable San Antonio, espejo de obediencia, obtenedme que sepa conformarme a la voluntad de Dios. (Padre Nuestro y Avemaría).
Martes 5.- Serenísimo San Antonio, joya de pobreza, atended por amor de Jesús y de María a mí y a los necesitados.(Padre Nuestro y Avemaría).
Martes 6.- Compasivo San Antonio, ejemplo de humildad, alcanzadme la firme sujeción a la iglesia y a todo superior. (Padre Nuestro y Avemaría).
Martes 7.- Amable San Antonio, consolador de los afligidos, rogad por cuantos sufren para que se vean libres de sus males o se resignen en su desgracia. (Padre Nuestro y Avemaría).
Martes 8.- Celoso San Antonio, defensor de la inocencia y castigador del vicio, alcanzadme que os sea agradable. (Padre Nuestro y Avemaría).
Martes 9.- Amantísimo San Antonio, horno de ardiente caridad, alcanzadme vivas ansias de trabajar por la gloria del Señor. (Padre Nuestro y Avemaría).
Martes 10.- Incomparable San Antonio, lumbrera que ilumina a los pecadores, obtenedme que jamás ofenda a Dios. (Padre Nuestro y Avemaría).
Martes 11.- Inocente San Antonio, celador de la justicia, libradme de las asechanzas del demonio, y de todo mal. (Padre Nuestro y Avemaría).
Martes 12.- Perfectísimo San Antonio, que hace hallar las cosas perdidas, obtenedme que lleve mi cruz y gane el cielo. (Padre Nuestro y Avemaría).
Martes 13.- Santísimo y muy generosísimo San Antonio. Sembrador de milagros, protegedme con vuestra intercesión en todo el curso de mi vida. (Padre Nuestro y Avemaría).
Oración final para todos los martes.
Caritativo protector de los que a vos acuden, ya que habéis recibido el don de hacer milagros, trabajad en el de mi conversión, alejad de mí y de todos los que me son queridos, las enfermedades, las adversidades, y las desgracias, y por la virtud de vuestras oraciones, atraed sobre mí y todos los míos las bendiciones del cielo. Amén.
SAN ANTONIO DE PADUA.
Os ruego bendito San Antonio, que me hagáis partícipe de las incontables misericordias que concedéis a cuantos os invocan con devoción y confianza.
Martes 1.- Amoroso San Antonio, que despreciasteis las vanidades del mundo, haced que ame a Dios y me dedique a las cosas de su servicio. (Padre Nuestro y Avemaría).
Martes 2.-Angélico San Antonio, lirio de incontable pureza, logradme del Señor que venza todas las tentaciones. (Padre Nuestro y Avemaría).
Martes 3.- Bendito San Antonio, amigo de la penitencia, alcanzadme que con voluntarios sacrificios, satisfaga por mis faltas. (Padre Nuestro y Avemaría).
Martes 4.- Admirable San Antonio, espejo de obediencia, obtenedme que sepa conformarme a la voluntad de Dios. (Padre Nuestro y Avemaría).
Martes 5.- Serenísimo San Antonio, joya de pobreza, atended por amor de Jesús y de María a mí y a los necesitados.(Padre Nuestro y Avemaría).
Martes 6.- Compasivo San Antonio, ejemplo de humildad, alcanzadme la firme sujeción a la iglesia y a todo superior. (Padre Nuestro y Avemaría).
Martes 7.- Amable San Antonio, consolador de los afligidos, rogad por cuantos sufren para que se vean libres de sus males o se resignen en su desgracia. (Padre Nuestro y Avemaría).
Martes 8.- Celoso San Antonio, defensor de la inocencia y castigador del vicio, alcanzadme que os sea agradable. (Padre Nuestro y Avemaría).
Martes 9.- Amantísimo San Antonio, horno de ardiente caridad, alcanzadme vivas ansias de trabajar por la gloria del Señor. (Padre Nuestro y Avemaría).
Martes 10.- Incomparable San Antonio, lumbrera que ilumina a los pecadores, obtenedme que jamás ofenda a Dios. (Padre Nuestro y Avemaría).
Martes 11.- Inocente San Antonio, celador de la justicia, libradme de las asechanzas del demonio, y de todo mal. (Padre Nuestro y Avemaría).
Martes 12.- Perfectísimo San Antonio, que hace hallar las cosas perdidas, obtenedme que lleve mi cruz y gane el cielo. (Padre Nuestro y Avemaría).
Martes 13.- Santísimo y muy generosísimo San Antonio. Sembrador de milagros, protegedme con vuestra intercesión en todo el curso de mi vida. (Padre Nuestro y Avemaría).
Oración final para todos los martes.
Caritativo protector de los que a vos acuden, ya que habéis recibido el don de hacer milagros, trabajad en el de mi conversión, alejad de mí y de todos los que me son queridos, las enfermedades, las adversidades, y las desgracias, y por la virtud de vuestras oraciones, atraed sobre mí y todos los míos las bendiciones del cielo. Amén.
LETANÍA DE SAN ANTONIO
(como devoción privada)
(como devoción privada)
Señor ten piedad.
Cristo ten piedad.
Señor ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Santa María, ruega por nosotros.
San Francisco, San Antonio de Padua gloria de la orden de frailes menores, mártir en el deseo de morir por Cristo, Columna de la Iglesia, Digno sacerdote de Dios, Predicador apostólico, Maestro de la verdad, Vencedor de herejes, Terror de los demonios,
Consuelo de los afligidos,
Auxilio de los necesitados,
Guía de los extraviados,
Restaurador de las cosas perdidas,
Intercesor escogido,
Constante obrador de milagros,
Sé propicio, perdónanos, Señor,
Sé propicio, escúchanos, Señor,
De todo mal, líbranos, Señor,
De todo pecado,
De todo peligro de alma y cuerpo,
De los lazos del demonio,
De la peste, hambre y guerra,
De la muerte eterna,
Por los méritos de San Antonio,
Por su celo en la conversión de los pecadores,
Por su deseo de la corona del martirio,
Por sus fatigas y trabajos,
Por su predicación y doctrina,
Por sus lágrimas de penitencia,
Por su paciencia y humildad,
Por su gloriosa muerte,
Por sus numerosos prodigios,
En el día del juicio, Nosotros pecadores, te rogamos, óyenos,
Que nos guíes por caminos de verdadera penitencia,
Que nos concedas paciencia en los sufrimientos,
Que nos asistas en las necesidades,
Que oigas nuestras oraciones y peticiones,
Que enciendas en nosotros el fuego de tu amor,
Que nos concedas la protección y la intercesión de San Antonio, Hijo de Dios,
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros
Cristo, óyenos. Cristo, escúchanos.
Cristo ten piedad.
Señor ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Santa María, ruega por nosotros.
San Francisco, San Antonio de Padua gloria de la orden de frailes menores, mártir en el deseo de morir por Cristo, Columna de la Iglesia, Digno sacerdote de Dios, Predicador apostólico, Maestro de la verdad, Vencedor de herejes, Terror de los demonios,
Consuelo de los afligidos,
Auxilio de los necesitados,
Guía de los extraviados,
Restaurador de las cosas perdidas,
Intercesor escogido,
Constante obrador de milagros,
Sé propicio, perdónanos, Señor,
Sé propicio, escúchanos, Señor,
De todo mal, líbranos, Señor,
De todo pecado,
De todo peligro de alma y cuerpo,
De los lazos del demonio,
De la peste, hambre y guerra,
De la muerte eterna,
Por los méritos de San Antonio,
Por su celo en la conversión de los pecadores,
Por su deseo de la corona del martirio,
Por sus fatigas y trabajos,
Por su predicación y doctrina,
Por sus lágrimas de penitencia,
Por su paciencia y humildad,
Por su gloriosa muerte,
Por sus numerosos prodigios,
En el día del juicio, Nosotros pecadores, te rogamos, óyenos,
Que nos guíes por caminos de verdadera penitencia,
Que nos concedas paciencia en los sufrimientos,
Que nos asistas en las necesidades,
Que oigas nuestras oraciones y peticiones,
Que enciendas en nosotros el fuego de tu amor,
Que nos concedas la protección y la intercesión de San Antonio, Hijo de Dios,
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros
Cristo, óyenos. Cristo, escúchanos.
V. Ruega por nosotros oh bienaventurado San Antonio, R. Para que seamos dignos
de las promesas de Cristo. Oremos: Dios
Todopoderoso y eterno, Glorificaste a tu fiel confesor Antonio con el don constante de hacer milagros. Concédenos que cuanto pedimos confiadamente por sus méritos estemos ciertos de recibirlo por su intercesión. Te lo pedimos en nombre de Jesús, el Señor
Todopoderoso y eterno, Glorificaste a tu fiel confesor Antonio con el don constante de hacer milagros. Concédenos que cuanto pedimos confiadamente por sus méritos estemos ciertos de recibirlo por su intercesión. Te lo pedimos en nombre de Jesús, el Señor
Amen.