Mateo


San Mateo, Apóstol y Evangelista

21 Septiembre

Etimología: Del griego, mathhaios; del arameo, mattai, es una forma corta del hebreo, mattanyah, que significa "regalo de Yahvé".



San Mateo, hijo de Alfeo, vivió en Cafarnaún, en el lago de Galilea. Es llamado Leví por los evangelistas San Marcos y San Lucas. Fue un publicano, es decir, un colector de impuestos para los romanos. Cuando Jesús lo ve sentado a la mesa de recaudación de impuestos lo llama para que sea uno de los Doce (Mt 9,9ss). El mismo episodio lo narran también los otros Evangelios sinópticos (Mc 2, 14ss, Lc 5, 27ss). San Mateo es el octavo en la enumeración de los Hechos de los Apóstoles (Hch 1, 13) y en la del mismo Mateo (Mt 10,3), que cuando se nombra a sí mismo se llama "Mateo, el publicano", y el séptimo en la lista de San Marcos y San Lucas (Mc. 3, 13; Lc 6, 12). Debido a su profesión provienen los atributos con los cuales se le representan: una bolsa de dinero o un tablero de contar.

Después de la ascensión del Señor, San Mateo predicó varios años en Judea y en los países cercanos hasta la dispersión de los apóstoles. Poco antes de esta dispersión escribe su Evangelio, siendo el primero de los cuatro, tal como lo atestigua Papías, obispo de Hierápolis, el cual es citado en la Historia Eclesiástica por Eusebio: "Mateo ordenó (compuso) las palabras (logia) del Señor en lengua hebrea, y cada uno las interpretó (tradujo) luego como pudo". Su Evangelio fue escrito en arameo y dirigido sobre todo a los judíos. El Apóstol San Bartolomé llevó una copia a la India y la dejó ahí.

Según varias fuentes apócrifas, que no siempre coinciden en todos los detalles, luego de predicar en Judea, fue a predicar entre los partos y los persas, pero sobre todo en Etiopía, donde venció a dos magos que se hacían adorar como dioses y a los dragones que los acompañaban. Después resucitó a la hija del rey Egipo (o Hegesipo). Fue martirizado por oponerse al matrimonio del rey Hirciaco con su sobrina Ifigenia, la cual se había convertido al cristianismo por la predicación del Apóstol. Fue muerto a filo de espada cuando estaba orando al pie del altar después de misa, lo cual le vale otro de los atributos de su iconografía: la espada, que a veces se cambia por alabarda o hacha.

San Mateo, en cuanto evangelista, es representado con un libro o rollo de modo genérico. Pero cada uno de los cuatro evangelistas tiene un símbolo especial, inspirado en la visión de los "Cuatro Vivientes" que nos trae el profeta Ezequiel (Ez. 1, 5ss) y que recoge el Apocalipsis (Ap. 4, 6-11) en el Nuevo Testamento. Por comenzar a narrar la genealogía humana de Jesús, a Mateo le corresponde el "rostro humano" del tercer Viviente (Ap. 4, 7), por ello un hombre alado es el símbolo de su Evangelio. Este simbolismo fue fijado por San Jerónimo.

La Liturgia aplica a San Mateo las siguientes palabras del libro de Esdras: "Este maestro, muy instruido en la Ley dada a Moisés por Yavé, Dios de Israel (...) sobre él estaba la bondadosa mano de su Dios. (...) se había dedicado con todo su corazón a poner por obra la Ley de Yavé y a enseñar a Israel sus mandamientos y preceptos." (cfr. Esd. 7, 6-10).

El hecho de haber tenido como invitado al Señor a su mesa, y el trabajo al que se dedicaba cuando fue llamado por el Señor se aluden en la liturgia de su fiesta. En la oración colecta se señala que Dios, "inexpresable misericordia", se dignó "elegir a san Mateo para convertirlo de recaudador de impuestos en un apóstol". En la oración postcomunión se hace referencia al "gozo salvífico que experimentó san Mateo cuando recibió en su casa como comensal al Salvador". 

Y en el himno de Laudes, "Præclara Qua", rezamos: "Oh Mateo, ¡qué riquezas tan grandes te prepara el Señor, que te llamó cuando estabas (...) apegado a las monedas! / A impulsos de tu amor ardiente te apresuras a recibir al Maestro (...)".

Narración de la Vida de Mateo después de conocer a Jesús

Mateo ejercía su oficio en Cafarnaum, y en esa ciudad pasaba Jesús muchos días y obraba milagros maravillosos, ya seguramente Mateo lo había escuchado varias veces y le había impresionado el modo de ser y de hablar de este Maestro formidable. Y un día, estando él en su oficina de cobranzas, quizás pensando acerca de lo que debería hacer en el futuro, vio aparecer frente a él nada menos que al Divino Maestro el cual le hizo una propuesta totalmente inesperada: "Ven y sígueme".

Mateo aceptó sin más la invitación de Jesús y renunciando a su empleo tan productivo, se fue con El, no ya a ganar dinero, sino almas. No ya a conseguir altos empleos en la tierra, sino un puesto de primera clase en el cielo. San Jerónimo dice que la llamada de Jesús a Mateo es una lección para que todos los pecadores del mundo sepan que, sea cual fuere la vida que han llevado hasta el momento, en cualquier día y en cualquier hora pueden dedicarse a servir a Cristo, y El los acepta con gusto.

Mateo dispuso despedirse de su vida de empleado público dando un gran almuerzo a todos sus amigos, y el invitado de honor era nada menos que Jesús. Y con Él, sus apóstoles. Y como allí se reunió la flor y nata de los pecadores y publicanos, los fariseos se escandalizaron horriblemente y llamaron a varios de los apóstoles para protestarles por semejante actuación de su jefe. "¿Cómo es que su maestro se atreve a comer con publicanos y pecadores?"

Jesús respondió a estas protestas de los fariseos con una noticia que a todos nos debe llenar de alegría: "No necesitan médico los que están sanos, sino los que están enfermos. Yo no he venido a buscar santos sino pecadores. Y a salvar lo que estaba perdido". Probablemente mientras decía estas bellas palabras estaba pensando en varios de nosotros.

Mateo va siempre al lado de Jesús. Presencia sus milagros, oye sus sabios sermones y le colabora predicando y catequizando por los pueblos y organizando las multitudes cuando siguen ansiosas de oír al gran profeta de Nazaret. Jesús lo nombra como uno de sus 12 preferidos, a los cuales llamó apóstoles (o enviados, o embajadores) y en Pentecostés recibe el Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego. Los judíos le dieron 39 azotes por predicar que Jesús sí había resucitado (y lo mismo hicieron con los otros apóstoles) y cuando estalló la terrible persecución contra los cristianos en Jerusalén, Mateo se fue al extranjero a evangelizar, y dicen que predicó en Etiopía y que allá murió martirizado.

En todo el mundo es conocido este santo, y lo será por siempre, a causa del maravilloso librito que él escribió: "El evangelio según San Mateo". Este corto escrito de sólo 28 capítulos y 50 páginas, ha sido la delicia de predicadores y catequistas durante 20 siglos en todos los continentes. San Mateo en su evangelio (palabra que significa: "Buenas Noticias") copia sermones muy famosos de Jesús, como por ej. El Sermón de la Montaña (el sermón más bello pronunciado en esta tierra), el sermón de las Parábolas, y el que les dijo a sus apóstoles cuando los iba mandar a su primera predicación. Narra milagros muy interesantes, y describe de manera impresionante la Pasión y Muerte de Jesús. Termina contando su resurrección gloriosa.

Quizás no haya en el mundo otro libro que haya convertido más pecadores y que haya entusiasmado a más personas por Jesucristo y su doctrina, que el evangelio según San Mateo. No dejemos de leerlo y meditarlo.



A cada uno de los 4 evangelistas se les representa por medio de uno de los 4 seres vivientes que, según el profeta, acompañan al Hijo del hombre (un león: el valor. El toro: la fuerza. El águila: los altos vuelos. Y el hombre: la inteligencia). A San Marcos se le representa con un león. A San Lucas con un toro (porque empieza su evangelio narrando el sacrifico de una res que estaban ofreciendo en el templo). A San Juan por medio del águila, porque este evangelio es el que más alto se ha elevado en sus pensamientos y escritos. Y a San Mateo lo pintan teniendo al lado a un ángel en forma de hombre, porque su evangelio comienza haciendo la lista de los antepasados de Jesús como hombre, y narrando la aparición de un ángel a San José.


El Evangelio de Mateo Apóstol

    Es el primero de los tres Evangelios llamados "sinópticos".
La canonicidad y el hecho de que Mateo fue el autor de este Evangelio no fueron cuestionados en la iglesia primitiva. Eusebio (265-339 d.C.) cita a Orígenes (185-254 d.C.)

  Entre los cuatro Evangelios, los cuales son los únicos indisputables en la Iglesia de Dios bajo el cielo, he aprendido por tradición que el primero fue escrito por Mateo, quien en un tiempo fue un publicano, pero después un apóstol de Jesucristo, y fue preparado para los convertidos del judaísmo (Historia de la iglesia, 6:25).

    Es claro que este Evangelio fue escrito en una fecha relativamente temprana; previa a la destrucción del templo en el 70 d.C. Algunos eruditos han propuesto una fecha tan temprana como el 50 d.C. Para una discusión más amplia de algunos de los asuntos relacionados al Autor y fecha de este Evangelio, especialmente "El problema Sinóptico".   

1) ¿CUÁL ES EL TRASFONDO HISTÓRICO DEL LIBRO?

   Escrito principalmente para los judíos, Mateo presenta a Jesús como el Mesías prometido en el Antiguo Testamento. Llamado a menudo “el evangelio del reino,” Mateo comienza con una genealogía de Jesús, “el hijo de David,” y cita frecuentemente del Antiguo Testamento. Fue escrito probablemente antes de la destrucción de Jerusalén ocurrida en el año 70 d.C.

 Enfatizando en las profecías cumplidas en la vida de Jesús, y en él mismo, como prueba indudable de que él es el Mesías, el rey esperado. Y que el Antiguo Testamento ya estaba anunciando acerca de Él. Mateo siendo judío, era la persona apropiada, y él entendía más la necesidad de este hecho.

   Mateo era recaudador de impuestos, para el gobierno Romano; algo que no era bien visto y aceptado por el pueblo.



¿CUÁL ES LA IDEA PRINCIPAL DEL EVANGELIO?

 Mostrar a oyentes judíos por medio de las escrituras, de que Jesús es el Mesías; el rey anunciado desde la antigüedad, Jesús lo demostró en su vida y en sus hechos. Mateo tiene a los judíos en su mente.
En su vida, su muerte y su resurrección, Jesús cumplió las profecías sobre el Mesías de los Judíos y creo la Iglesia.

ÉNFASIS: Jesús es el Hijo de Dios, el Rey (mesiánico) de los judíos; Jesús es Dios presente con nosotros en poder milagroso; Jesús es el Señor de la iglesia; las enseñanzas de Jesús tienen importancia continua para el pueblo de Dios; el evangelio del reino es para todos los pueblos, judíos y gentiles por igual.

CARACTERÍSTICAS PARTICULARES: EL Evangelio de Mateo está lleno de lenguaje mesiánico ("Hijo de David" parce por todo el Evangelio) y referencias al Antiguo Testamento (53 alusiones y 76 referencias). NO es n registro cronológico. SU propósito es presentar una evidencia clara de que Jesús es el Masías, el Salvador Esperado.

Contexto Histórico de Mateo 
    El sabor judío del Evangelio según Mateo es impresionante. Esto es evidente aun en la genealogía de apertura, la cual Mateo rastrea solo hasta Abraham. En contraste, Lucas, buscando mostrar a Cristo como el Redentor de la humanidad, regresa hasta Adán. EL propósito de Mateo es en cierta manera más estrecho: demostrar que Cristo es el Rey y Mesías de Israel. Este Evangelio cita más de sesenta veces pasajes proféticos del AT, haciendo énfasis en que Cristo es el cumplimiento de todas esas promesas.

    La probabilidad de que la audiencia de Mateo fuera predominantemente judía es evidente aún más por varios hechos: Mateo normalmente cita las costumbres judías sin explicarlas, en contraste a los otros Evangelios (Mr 7:3; Jn 19:40). Constantemente se refiere a Cristo como "el Hijo de David" (1:1; 9:27; 12:23; 15:22; 20:30; 21:9, 15; 22:42, 45). Mateo llega a proteger sensibilidades judías con respecto al nombre de Dios, refiriéndose a "el reino de los cielos" donde los otros evangelistas hablan de "el reino de Dios". Todos los temas principales del libro están arraigados en el AT y colocados a la luz de las expectativas mesiánicas de Israel.

    El uso de Mateo del griego puede sugerir que estaba escribiendo como un judío palestino a judíos helenistas en otros lugares. El escribió como un testigo ocular de muchos de los acontecimientos que describió, dando testimonio original de las palabras y obras de Jesús de Nazaret.

    Su propósito es claro: Demostrar que Jesús es el Mesías de la nación judía, esperado por mucho tiempo. Su gran cantidad de citas del AT está específicamente diseñada para mostrar la unión entre el Mesías de la promesa y el Cristo de la historia. Este propósito nunca está fuera de enfoque para Mateo y él llega a incluir muchos detalles incidentales de las profecías del AT como pruebas de las declaraciones mesiánicas de Jesús (2:17, 18; 4:13-15; 13:35; 21:4, 5; 27:9, 10)

Importancia en la Biblia

    La estructura literaria de Mateo encierra también una estructura teológica, porque en los cinco discursos enseña lo fundamental acerca del «reino de los cielos»:

(1) en el Sermón del Monte, versículos 5–7, nos da las leyes básicas del Reino;

(2) el discurso misionero, versículo 10, presenta la imperiosa necesidad de proclamar el mensaje del
Reino a los demás;

(3) las parábolas del Reino, versículos 13, declaran el desarrollo del Reino y su concepto total desde el punto de vista cronológico;

(4) el discurso de Mateo 18 enseña las relaciones personales y la comunión que deben prevalecer dentro del
Reino; y

(5) el discurso escatológico, versículos 24 y 25, destaca el desenlace de todo el proceso del Reino en la SEGUNDA VENIDA DE CRISTO.