lunes, 3 de febrero de 2025

+Santoral+







Santa Juana de Valois

Reina de Francia Fundadora de la Orden de la Santísima Anunciación de la Santa Virgen María



4 de febrero

Fuente: Archidiócesis de Madrid


Martirologio Romano: 

En Bourges, de Aquitania, santa Juana de Valois, que siendo reina de Francia, al ser declarado nulo su matrimonio con Luis XII se dedicó a servir a Dios, cultivando una especial piedad hacia la Santa Cruz y fundando la Orden de la Santísima Anunciación de la Santa Virgen María (1505).

Fecha de canonización: 28 de mayo de 1950 por el Papa Pío XII.





Breve Biografía

No por ser hija del rey de Francia iba a pasarlo muy bien en su vida; más bien se puede asegurar todo lo contrario. El conjunto de su existencia fue una mezcla de los sufrimientos más amargos a los que puede estar abocada una persona. Ni querida, ni rica, ni agasajada -como suele hacerse con los príncipes y princesas- ni galanes, ni fiestas palaciegas. Más bien todo lo contrario. Fue despreciada por su padre el rey por desencanto al esperar un hijo varón y nacerle una hembra. Peor asunto cuando se descubre que a su condición de mujer se añade la fealdad de rostro y, por si fuera poco, hay que añadir la incipiente cojera. «Una cosa así» hay que sacarla de la Corte de los Valois. Será el castillo de Linières su sitio para aprender a bordar. Allí pasará una vida monótona y solitaria sin volver a ver a su madre, Carlota de Saboya, desde los cinco años.


Luis XI es, aunque Valois, un tirano, dueño de vidas y haciendas. Ha querido casar a su hija Juana con Luis de Orleáns porque eso sí entra dentro de su juego y engranajes políticos. Ya lo tiene todo dispuesto. Los Orleáns se niegan a emparentar con la fea, coja y jorobada maltrecha Juana; pero las amenazas de muerte por parte del enojadizo rey son cosa seria y el matrimonio de celebra el 8 de setiembre de 1476 en la capilla de Montrichard, aunque el novio ni hable ni mire a la novia. A partir de este acontecimiento, sólo hay visitas del esposo a la malquerida mujer cuando lo manda el rey.

El duque Luis de Orleáns -el esposo de paja- es levantisco; da con sus huesos en la cárcel por rebeldía y la buena esposa despreciada intercede por él ante su hermano, el nuevo rey Carlos VIII. Inesperadamente sube al trono francés el duque de Orleáns por la muerte repentina de Carlos. Ahora es el rey Luis XII y precipitadamente consigue la anulación del matrimonio.

Ya Juana no es reina, sólo duquesa de Berry. Retirada en Bourges funda la Orden de la Anunciación que honre a la Virgen María, aprenda de ella las virtudes y se desviva por los pobres. Es el año 1504 cuando ella hace su propia profesión para morir en santidad el año 1505. La canonización solemne será en Pentecostés del 1950.

Con añadido de matices y divergencias uno piensa si la verdad de esta vida es susceptible de ser narrada como una real versión de «cenicienta». Hay reyes, príncipes y palacios; abundan los desprecios más que duraderos, notables y bien sufridos; el final es feliz en ambos, si bien el del cuento termina aquí mientras que el verdadero es más radiante; un hada madrina -con varita mágica- hizo un papel fugaz en tanto que la Virgen María prestó su ayuda eficaz.

domingo, 2 de febrero de 2025

.Santoral

San Blas

Obispo de Sebaste de Armenia


3 de febrero

Fuente: Catholic.net


Martirologio Romano: 

San Blas, obispo y mártir, que, por ser cristiano, padeció en tiempo del emperador Licinio en la ciudad de Sebaste de Armenia (Sivas de la actual Turquía) (c. 320).






Breve Biografía

"Blas, obispo de Sebaste de Armenia, es un personaje bastante incierto desde el punto de vista histórico, pero todavía goza de mucha popularidad por un milagro que se le atribuye y que ha perpetuado la conocida bendición contra el mal de la garganta. En efecto, se conoce en su Pasión que mientras llevaban al santo al martirio, una mujer se abrió paso entre la muchedumbre y colocó a los pies del santo obispo a su hijo que estaba muriendo sofocado por una espina de pescado que se le había atravesado en la garganta. San Blas puso sus manos sobre la cabeza del niño y permaneció en oración. Un instante después el niño estaba completamente sano. Este episodio lo hizo famoso como taumaturgo en el transcurso de los siglos, y sobre todo para la curación de las enfermedades de la garganta.


Gracias a esta tradición, el nuevo calendario litúrgico ha colocado en este día la memoria del santo, aunque se trata de un personaje históricamente incierto. San Blas fue obispo de Sebaste a comienzos del siglo IV, y sufrió la persecución de Licinio, el colega del emperador Constantino. Puede, pues, considerarse como uno de los últimos mártires cristianos de esa época.

Era el año 316. Parece que San Blas, siguiendo la advertencia del Evangelio, huyó de la persecución y se refugió en una gruta.

La leyenda, como de costumbre, abunda en particulares amenos y nos presenta al anciano obispo rodeado de animales salvajes que lo visitan y le llevan alimento; pero como los cazadores van detrás de estos animales, el santo fue descubierto y llevado amarrado como un malhechor a la cárcel de la ciudad. A pesar de los prodigios que el santo hacía en la cárcel, lo llevaron a juicio y como no quiso renegar de Cristo y sacrificar a los ídolos, fue condenado al martirio: primero lo torturaron y después le cortaron la cabeza con una espada.