Los Benedictinos
San Benito, 480-547, fue un monje italiano que fundó los
Benedictinos. La regla que escribió para sus monjes se convirtió en una regla
monástica modelo. La única fuente de su vida es el segundo libro de los
Diálogos escritos por Gregorio I (el Grande). Después de ser un ermitaño
durante tres años, Benedicto XVI reunió discípulos a su alrededor, primero en
Subiaco y más tarde en Monte Cassino. Estudios recientes han demostrado que
muchos pasajes de la Regla de San Benito fueron copiados de una regla monástica
edad conocida como la Regla del Maestro, que data de principios del siglo
sexto. Estado de Benedicto XVI, sin embargo, era más espiritual, más orientada
a persona, y menos estrechos en su enfoque.
La Orden de San Benito (OSB) es la más antigua orden de monjes en
Occidente. Hombres y mujeres que basan su modo de vida en la norma escrita por
San Benito.
A diferencia de otras órdenes religiosas, los benedictinos no son
una organización centralizada. Cada monasterio es independiente. Un monasterio
es un gran Abadía dirigida por un abad o abadesa. Un pequeño monasterio es un
convento a cargo de un Prior o una priora. Individuales casas benedictinas se
unen con otros para formar una congregación. Las diversas congregaciones juntas
forman una confederación a la cabeza de los cuales es el abad primado, el
primero entre iguales de los abades diferentes. Algunas casas pertenecen a
ninguna congregación y están directamente sujetos al abad primado.
La vida benedictina es conducida dentro de una comunidad en el
contexto de lo personal y el trabajo,
intercaladas con la recitación pública o el canto del Oficio Divino. Culto
público se realiza con solemnidad y belleza. El trabajo es esencial, sino que
puede ser manual, intelectual, o bien orientadas a los servicios de orientación.
Cada monasterio pueden variar en su énfasis en la oración y su tipo de trabajo
sin cambiar la base. El hábito benedictino es generalmente de color negro,
compuesto de túnica, cinturón, escapulario y capucha, y una prenda de gran
flujo de llamadas la cubierta para el culto público. Durante la Edad Media, los
benedictinos fueron llamados los monjes Negro.
La Espiritualidad Benedictina
La Misa es el momento culminante de la vida diaria del monje. Todo
brota de ella y tiende hacia ella. Cuando en ella se proclama la Palabra de
Dios, se vive en su máxima expresión la Lectio Divina, cuando en ella se
comulga de un mismo pan, se vive en su máxima expresión la comunión en la vida
de comunidad, cuando en ella se cantan y recitan las oraciones, en ello se
concentra toda la vida de oración del monje, su oración privada y la oración
litúrgica oficial de la Iglesia.
San Benito, como nos lo cuenta San Gregorio, murió en el oratorio
del monasterio de Montecassino, con las manos alzadas al cielo en oración,
sostenido por los hermanos, y habiendo comulgado el Cuerpo y la Sangre de
Cristo. Así, la conclusión eucarística de su vida, da a la vida monástica una
fuerte impronta en este sentido. De hecho, fue en los monasterios del medioevo
donde se comenzó a desarrollar el amor por la eucaristía diaria, ya que en la
antigüedad sólo se celebraba la misa algunos días de la semana.
Cada día al alba, después de haber ya rezado Vigilias y Laudes, la
comunidad se reúne para celebrar juntos la Cena del Señor, su Sacrificio. Los
monjes sacerdotes concelebran con el hebdomadario que es quien preside la
oración en la semana. Los monjes no sacerdotes participan activamente
ejerciendo diversos ministerios y comulgando con devoción. La celebración
monástica tiene ciertas características particulares: es tranquila, pausada,
silenciosa y enteramente cantada. Los Domingos, día del Señor, el centro de la
jornada lo ocupa la celebración conventual de la Santa Misa, a la que asisten
numerosos fieles.
Por otra parte, a lo largo del Año Litúrgico existen días que
celebramos con particular solemnidad la Santa Misa, por tratarse de fiestas o
solemnidades. Tal es el caso del Sacro Triduo Pascual, Navidad, Pentecostés,
Domingo de Ramos, Domingo de la Santísima Trinidad, y Corpus Christi, por
nombrar algunas. Aquellos días la Eucaristía incluye elementos únicos e
irrepetibles durante el resto del año, para resaltar de esa forma su carácter
festivo.
Hasta el final del siglo 11, los benedictinos fueron la única orden
monástica en Occidente. Ellos jugaron un papel importante en la actividad
apostólica, en la educación, y en las artes. Pedro Abelardo, el Venerable Bede,
y el Papa Gregorio VII se benedictinos.
Algunos Santos Benedictinos reconocidos por la Iglesia
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Benito de Nursia
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Benito de Nursia
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Benito de Nursia
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Beda
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Bonifacio IV
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Urbano V