Guerra


Guerra Espiritual: ¿Qué es?


La guerra espiritual existe en una dimensión oculta, sobrenatural, donde Dios es todopoderoso y Satanás está en rebelión.
Como cualquier cristiano pronto descubre, aunque la guerra espiritual no se ve, es absolutamente real.

"Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes."
Hay una gran guerra que está siendo librada en el mundo hoy. No es un conflicto entre naciones, tribus, o líderes de gobierno. No es una rebelión o un golpe de estado. Es una importante batalla invisible que está teniendo lugar en el mundo del espíritu.
La Biblia declara que el Pueblo de Dios es destruido por falta de conocimiento (Oseas 4:6). Una de las áreas principales en las cuales los creyentes son derrotados a causa de la falta de conocimiento es la guerra espiritual.
La Biblia nos habla de la guerra espiritual en muchos lugares, pero más directamente en Efesios 6:12, donde Pablo habla de ponernos toda la armadura de Dios.
La iglesia primitiva vio la experiencia espiritual en términos de una guerra.
La terminología militar puede encontrarse a lo largo de todo el Nuevo Testamento. La protección se encontró en la armadura de Dios.
La Palabra de Dios se comparó con una espada. Los ataques de Satanás fueron llamados dardos encendidos. La fe era la “buena pelea” y a los creyentes se les dijo que “pelearan la buena batalla”. La iglesia primitiva sabía que estaban comprometidos en un intenso conflicto espiritual.

¿Cómo entramos en la batalla como cristianos?
La guerra espiritual es una imagen que muchos de nosotros preferiríamos rechazar. Sin embargo, ya que la Biblia usa términos de guerra, es mejor que aceptemos las imágenes de Dios, para poder estar preparados adecuadamente para la batalla real. Como cristianos, atravesamos más que una mera "lucha" en la tierra, y parece que las imágenes de guerra captan esta realidad mejor que cualquier otra cosa. Ya que es una guerra, Dios manda a los cristianos, en Efesios 6:14-18, a que utilicen un muy específico juego de armaduras y de armas.

"Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de la justicia; y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu..."

EL LLAMADO A LAS ARMAS
UNA CONVOCACIÓN A LA GUERRA INVISIBLE


Hay una gran batalla siendo librada en el mundo espiritual. Es una batalla personal interior entre la carne y el espíritu. Es una batalla social con las fuerzas del mal del mundo. Es una batalla espiritual con los poderes sobrenaturales malignos.
En los tiempos del Antiguo Testamento la trompeta era usada para convocar al Pueblo de Dios para la batalla. Hoy, un llamado espiritual está sonando en todas las naciones del mundo. Es un llamado a la guerra invisible. Es un llamado a las armas.

Sabemos lo Básico
   1.) El Comandante en Jefe: El Señor de los Ejércitos
   2.) Las fuerzas espirituales del bien: los Ángeles
   3.) El Enemigo: Satanás
  4.) Las fuerzas espirituales del mal: los demonios, y los hombres que contrarían la voluntad Divina (muchos de ellos endemoniados)
    5.) El territorio del enemigo: El Mundo
“No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él, porque nada de lo que hay en el mundo—los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida— proviene del Padre, sino del mundo” (1 Juan 2:15-16).
    6.)  La estrategia del enemigo
Las estrategias de Satanás ciertamente son variadas y poderosas en la medida que
obra contra Dios, las naciones, los no creyentes, y los creyentes. Cautivarte con las cosas del mundo, vencerte en tus malas inclinaciones, hacerte indiferente, negar su propia existencia, o la existencia de Dios..
       7.)  El plan de Dios para la batalla
La gran batalla espiritual en la cual estás comprometido no puede
ser peleada con armas naturales.
Debe ser peleada tanto ofensivamente como defensivamente con armas espirituales.
7.1.      La Palabra de Dios:
Una confrontación directa entre Jesús y Satanás vino durante un período especial de tentación por el enemigo. En este encuentro, una de las porciones principales de nuestro plan de batalla espiritual fue revelado. Antes de proceder con esta lección, lee los registros de esta tentación en Mateo 4:1-11, Marcos 1:12-13, y Lucas 4:1-13.
Primero Satanás trató de que Jesús convirtiera piedras en pan. El poder de Jesús el cual convirtió agua en vino seguramente podría haber convertido piedras en pan. Pero hacer esto en esta situación habría sido actuar independientemente de Dios y usar Su poder para beneficio personal.
Luego Satanás trató que Jesús se arrojara del pináculo del Templo. Ten en cuenta que Satanás dijo “Arrójate”. Satanás no podía arrojarlo, porque el poder de Satanás es un poder limitado.
Satanás puede persuadirte a pecar, pero él no puede arrojarte. Como has aprendido, cada hombre es tentado cuando de sus propios deseos es atraído. Él no es forzado, sino seducido. En esta tentación, Satanás usó la Palabra de Dios para fundamentar su apelación, pero no la aplicó correctamente (Mateo 4:6). Aplicación errónea de la Palabra de Dios es una de las estrategias fundamentales de Satanás.
En las dos primeras tentaciones Satanás dijo “SI tú eres el Hijo de Dios”, haz estas cosas. Para Jesús haber obedecido habría sido la admisión que la verificación por el Padre de Su vínculo de Hijo era inadecuada. Dios ya había hablado desde el cielo confirmando esta relación (Mateo 3:17). Satanás siempre centra sus ataques en tu relación con Dios. La tentación final fue un intento de recibir adoración. En respuesta, Satanás le entregaría a Jesús todos los reino del mundo.
En estas tres situaciones de tentación puedes ver las fuerzas del mal del mundo, la carne y el diablo batallando contra Jesús. Jesús confrontó las tentaciones de Satanás con la Palabra de Dios. La Biblia es una muy importante arma espiritual y parte de la
armadura de Dios la cual estudiarás luego. Es llamada “la espada del Espíritu”. La Palabra de Dios es el único manual divinamente inspirado para la guerra espiritual.
Otros libros son útiles solamente en la medida que están en armonía con la Palabra de Dios.
Al confrontar las tentaciones de Satanás, Jesús usó la Palabra de Dios,. Jesús citó escrituras específicas aplicables a la batalla inmediata. No citó pasajes de cronología o historia del Antiguo Testamento. Jesús dijo “está escrito...”. Cuando usas Escrituras
específicas, asegúrate que están en balance con el resto de la Palabra de Dios. Deben ser vistas en su contexto y aplicadas en armonía con la totalidad de la Palabra revelada de Dios.
En vistas a usar la Palabra de Dios efectivamente en la guerra espiritual, debes conocer la Palabra de Dios. Debes estudiar, meditar, y memorizarla. Muchas derrotas en la vida vienen porque no conocemos la Palabra de Dios:
“Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las
Escrituras y el poder de Dios” (Mateo 22:29).
La Palabra de Dios es nuestro manual de guerra y revela el plan espiritual de Dios para la batalla.
      8.)  Delegación de poder y autoridad:
“Reuniendo a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios y para sanar enfermedades” (Lucas 9:1).
       9.)  Oración.
10.)   Ayuno. (Combinado con la oración)
11.)   Las llaves del Reino:
Jesús dio a los creyentes ( y especialmente a sus ministros los sacerdotes) las llaves del Reino. Esas llaves incluyen el poder para atar y desatar y ellas son la quinta parte de nuestro plan básico de batalla:
“Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos: todo lo que ates en la tierra será atado en los cielos, y todo lo que desates en la tierra será desatado en los cielos” (Mateo 16:19).

Jesús enseñó la importancia de atar a los espíritus demoníacos antes de expulsarlos.
Pero el principio de atar y desatar es más que echar fuera demonios. Puedes atar el poder del enemigo para obrar en tu vida, hogar, comunidad, e iglesia. Puedes desatar a hombres y mujeres del yugo del pecado, depresión, y el desánimo del enemigo.
El principio de atar y desatar es una importante estrategia para vencer el poder del enemigo. Es una llave al Reino de Dios. En cada situación que confrontas... cada problema, cada desafío... hay una llave espiritual. Esa llave es el ejercicio del principio de atar y desatar. Cuando reconoces qué atar y qué desatar y actúas sobre la base de este descubrimiento, el enemigo será derrotado.
12.)  El Nombre de Jesús:
En la parte final del plan básico de batalla se encuentra en el nombre de Jesús. La Palabra de Dios es para ser aplicada en Su Nombre, oramos, ayunas, y usamos nuestro poder delegado y autoridad y las llaves del Reino en Su nombre:

“Si algo pedís en mi nombre, yo lo haré” (Juan 14:14).
“En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo que todo cuanto pidáis al Padre en mi nombre, os lo dará” (Juan 16:23).
“Estas señales seguirán a los que creen: EN MI NOMBRE echarán fuera demonios, hablarán nuevas lenguas, tomarán serpientes en las manos y, aunque beban cosa mortífera, no les  hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán” (Marcos 16:17-18).

13.)  La Invocación permanente y continua de María la Virgen Madre de Dios.
Madre de los hombres y medianera de todas las Gracias. CORREDENTORA
A ELLA LE HA SIDO CONFERIDA LA VICTORIA. La mujer revestida de sol (Jesús) con la luna bajo sus pies pisando la Serpiente.
"¡MI INMACULADO CORAZÓN TRIUNFARÁ!"


Esta es la promesa que Nuestra Bendita Madre nos hizo, Sus niños, en Fátima. Esta, Su promesa de triunfo final, es nuestra brillante esperanza; es el rayo de luz que penetra las acumuladas nubes oscuras que revolotean sobre la tierra. Porque es solamente viviendo en unión con el Inmaculado Corazón de María que podemos hallar sostén y fuerzas mientras los poderes del Infierno se riega alrededor de la tierra, atrayendo al hombre hacia la "paz y hermandad" del Reino del Anticristo.
13.1. CONSAGRACIÓN: Si hubiera una época en que el hombre necesitara vivir vidas de total consagración a María, es la nuestra. ¿Como es posible que esperemos resistir la influencia de la propagación del infierno con innumerables legiones excepto, a través del total abandono nuestro en el Inmaculado Corazón de María? Es a María quien Dios ha dado el poder de aplastar la cabeza de la serpiente y de triunfar sobre las legiones de Satanás; al menos que vivamos en total unión con Ella, ¿qué esperanza hay para nuestra perseverancia? La forma de la Verdadera Devoción debe ser nuestra vía, pues es la vía que nos llevará seguros a la Verdad y Luz de Nuestro Divino Salvador y guarde siempre cerca de Su Sagrado Corazón. Nuestra vía debe ser: AD JESUM PER MARIAM.

13.2. ORACIÓN: Todos los esfuerzos externos y acciones de seguro fracasarán si estos no emanan de una profunda vida interior de oración y meditación. Especialmente debe ser fiel al más hermoso de todos los oraciones---el santo sacrificio de la Misa. (Pero debemos ser fieles a las solemnes enseñanzas de la Iglesia y participar solamente en aquellas Misas que siguen las normas solemnemente decretadas por Papa Pío V y el Santo Concilio de Trento. Esto debe ser al igual de vital consideración en nuestra adoración Eucarística, no sea que caigamos en idolatría y sacrilegio). Segundo, debemos hacer uso del Rosario a diario, tal como Nuestra Señora lo pidió en Fátima. El Rosario ciertamente es una poderosa "arma" de gracia y será una gran fuente de fuerza familiar si es dicho devotamente con meditación en los misterios. El Rosario es mucho más poderoso que cualquier estratagema de política o arma nuclear, porque el único poder que puede vencer las difundidas fuerzas del mal es el poder de la GRACIA. "Rusia será convertida" --El plan de Nuestra Señora para la victoria sobre el nuevo orden mundial con su tiránica policía socialista estatal es CONVERSIÓN. Y esta conversión es traída con las gracias obtenidas con nuestras oraciones unidas a Su intercesión.
13.3. PENITENCIA: Nuestra santificación personal y la de nuestra familia y la de otros no puede ser lograda sin penitencia y mortificación. El camino hacia Cristo es la vía de la Cruz; no hay otro sendero para la santificación. Y nuestra pura misión como Cristianos es el cooperar con el acto de redención de Cristo en la Cruz y así volvernos santos. Por eso María, la cual apareció en Fátima también como nuestra Madre de los Dolores, pidió por penas y reparación para la conversión de pecadores, para salvar a pecadores del Infierno a para santificarnos. "¡A NO SER QUE HAGAS PENITENCIA, TÚ PERESERÁS IGUALMENTE!"
13.4. DIARIA LABOR: "Las penitencias que ahora demando y requiero es el sacrificio de la diaria labor." Nuestro Señor ha confiado a cada uno de nosotros una vocación; en ofrecer los sacrificios envueltos en el cumplimiento de nuestras obligaciones diarias de nuestra vocación, nos santificamos y obtenemos gracias para la conversión de otros. Nuestra obligación diaria incluye el vivir nuestra Oferta Mañanera---para vivir constantemente (nuestra vida familiar, negocios, social y escuela)---todo en unión con Jesús y María. Las mujeres deben igualmente prestar atención a las peticiones de Nuestra Señora por modestia. Las familias deben vivir una vida centrada en Jesús y María---incluyendo la coronación del Sagrado Corazón de Jesús en nuestro hogar, consagración al Inmaculado Corazón de María, el Rosario diario de la familia; (así el triunfante reinado de Jesús y María nuestra Inmaculada Reina empiece en nuestros hogares y familia).
13.5. ESTUDIA Y CONOCE TU FE: Un importante, y a menudo descuidado, parte de nuestro diario deber es el estudiar y conocer nuestra Fe Católica para que podamos vivirla y defenderla mejor. Esta vital responsabilidad es especialmente importante en tiempos tales como los nuestros cuando las doctrinas y verdades de nuestra santa Fe han sido comprometidas y pervertidas por la extendida influencia de sacerdotes modernistas y teólogos.
  
La armadura de Dios, su significado y cómo usarla

Efesios 6 es el último capítulo de la carta de Pablo a los Efesios y en los versículos 10 al 18 él les anima a permanecer firmes en el Señor. Él sabía que, como cristianos, nos enfrentamos a una guerra espiritual intensa y debemos estar preparados. Pablo habla sobre la armadura de Dios, las herramientas que él da a sus hijos para que podamos vencer los ataques del diablo.
Al vestirnos y usar la armadura de forma efectiva podremos hacer frente a todas las trampas del maligno y saldremos victoriosos. Veamos lo que nos dice Efesios 6:10-18 sobre la armadura de Dios, para qué sirve y cómo debemos usarla.
Preparándonos para la batalla
Lo primero es fortalecernos en el Señor. ¡De él viene nuestra fuerza! Esta llega cuando reconocemos que dependemos de Dios, le buscamos en oración, leemos su Palabra y escuchamos su voz.
Luego debemos vestirnos, tomar la armadura y ponérnosla. Esto requiere iniciativa, una acción de nuestra parte y una decisión: no me enfrento con mis propias fuerzas sino que uso las armas que Dios me da. Es un acto de humildad y de confianza total en su poder y en su sabiduría.
Jesús ya venció al diablo en la cruz, la batalla final está ganada. Sin embargo, nos enfrentamos a batallas espirituales cada día y debemos hacerlo con las armas que Dios nos da, no con nuestro intelecto o con nuestras fuerzas físicas. Esta es una lucha espiritual y nuestro adversario, el diablo, es astuto e intentará desanimarnos en nuestro andar con Cristo. Usando bien las armas que Dios nos da, venceremos.
La guerra espiritual
Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza.
(Efesios 6:12-13)
La realidad es que estamos en una lucha espiritual constante nos guste o no. En 1 Pedro 5:8-9 dice:
"Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar. Resístanlo, manteniéndose firmes en la fe, sabiendo que sus hermanos en todo el mundo están soportando la misma clase de sufrimientos".
Somos llamados a resistir, a estar preparados para el ataque y firmes en la fe. Es una lucha intensa, pero Dios no nos deja indefensos. Él provee la armadura que necesitamos para vencer. ¡Sólo tenemos que ponerla y usarla!
Debemos tener en cuenta que es una armadura, no varias, y debemos llevarla en su totalidad ya que nos equipa para hacer frente a todos los ataques del diablo. No nos ponemos hoy el casco y mañana el escudo. ¡No! Los soldados se preparan con toda la armadura cuando salen a la batalla y nosotros, como buenos soldados de Jesús debemos hacer lo mismo.
Al usar todas las armas que Dios nos ha provisto, estamos protegidos y listos para la batalla. Esa es la forma en la que resistiremos firmemente hasta el fin, hasta que estemos con Jesús por la eternidad.



La armadura de Dios
Veamos una corta descripción de cada una de las partes de la armadura que Dios ha puesto a nuestra disposición.

1. El cinturón de la verdad
Manténganse firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad...
(Efesios 6:14 a)
El cinturón que llevaban los soldados era ancho y servía para mantener la túnica interior en su lugar a la vez que protegía y daba soporte al cuerpo. De esa misma forma el cristiano debe conocer la verdad sobre quién es en Jesús y vivir una vida íntegra que honre su posición en Cristo.
El diablo intentará engañarnos con sus mentiras para que fallemos, dudemos o comprometamos nuestra identidad. Debemos permanecer firmes en la verdad de que somos hijos de Dios, transformados por él y salvados de la muerte eterna. Nada ni nadie nos arrebatará de su mano (Juan 10:28).
Cómo usar el cinturón: llena tu mente y tu corazón con la verdad de la palabra de Dios. Cultiva una amistad profunda con Dios a través de la oración. Fortalece tu espíritu cada día alabando a Dios y pasando tiempo con él. Vive una vida íntegra y sé veraz en todas tus acciones y palabras.

2. La coraza de la justicia
...protegidos por la coraza de justicia...
(Efesios 6:14 b)
La coraza iba enganchada al cinturón y protegía órganos vitales. Una herida en el pecho puede ser mortal y por eso el soldado debe cubrirlo bien. Así mismo debemos vestirnos con la justicia de Dios que tenemos a través de Jesús. Somos justificados por nuestra fe en Cristo (Romanos 5:1-3). La batalla contra las tentaciones y el pecado no la ganamos por nuestra propia justicia. La ganamos recordando quiénes somos en Jesús y manteniéndonos firmes en esa realidad.
Cuando Dios nos mira él ve a Jesús en nosotros. Nosotros también debemos enfocarnos en la obra de Dios en nuestras vidas, mantener nuestros ojos puestos en Jesús, no en nuestro pasado sin él, en nuestras emociones o en los errores que cometemos.
Cómo usar la coraza: recuerda tu identidad en Cristo, que gracias a él eres has sido justificado y perteneces a Dios por la eternidad. No creas las acusaciones del enemigo cuando trae a tu mente los pecados del pasado como si definieran tu presente. Tampoco creas cuando te dice que no puedes vencer una tentación. Pide a Dios que te ayude a verte como él te ve, a recordar el poder que él te concede para vencer y a actuar siempre como él desea que lo hagas.

3. El calzado para proclamar el evangelio de la paz
...calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz.
(Efesios 6:15)
Los pies necesitan estar bien protegidos para avanzar en la batalla. El enemigo puede colocar objetos cortantes o trampas para hacernos caer y evitar que avancemos. Su meta es impedir que salgamos a proclamar el evangelio de la paz. Puede atacar con tentaciones, complejos, sentido de inferioridad, ansiedad, gente que se burla... la lista es larga. Pero en Cristo nuestros pies están firmes y dispuestos para llevar el evangelio de la paz. Damos pasos y ganamos terreno (vidas) para el reino de Dios porque él nos capacita y porque nosotros mismos hemos experimentado su paz.
El reino de Dios es uno de justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo (Romanos 14:17). Ese es el mensaje que debemos proclamar. Sí, es cierto que es una guerra, pero las armas que Dios nos da no son de este mundo y pueden parecer ilógicas. No ganamos imponiendo o alterándonos; ganamos viviendo llenos de su paz y llevándola a todos los que nos rodean.
Cómo usar el calzado: Permite que la paz de Dios llene tu corazón cada día. Pasa tiempo con Jesús y fortalece tu espíritu. No dejes que las trampas del enemigo impidan tu avance y efectividad. Afirma tus pies, pide a Dios que te de valentía y comparte su evangelio de paz con todos los que te rodean.

4. El escudo de la fe
Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno.
(Efesios 6:16)
Aquí Pablo no solo menciona la parte de la armadura sino que también nos dice para qué la usaremos. El escudo al que se refiere era uno grande que cubría y protegía toda la parte delantera del soldado. Era resistente y estaba cubierto de cuero porque a veces el enemigo atacaba con flechas encendidas y el cuero actuaba como aislante protector.
Con el escudo de la fe podemos apagar todas las flechas que nos dispara el maligno. El ataque del diablo puede venir de cualquier lugar, por eso es importante estar alerta para poder colocar el escudo en el lugar preciso y protegernos.
Una de las armas que el diablo usa con frecuencia es la duda. Nos incita a dudar del poder, el amor o la bondad de Dios. Al ejercitar nuestra fe y afirmarnos en lo que sabemos sobre Dios y su obra en nosotros, esos ataques pierden su efectividad y avanzamos en nuestro andar con Jesús.
Cómo usar el escudo: alimenta tu fe leyendo y memorizando la palabra de Dios, pasa tiempo con Dios. Llena tu mente de la verdad sobre él y sobre quién eres en él para que puedas usar esa verdad cuando lleguen las dudas.

5. El casco de la salvación
Tomen el casco de la salvación...
(Efesios 6:17 a)
El casco protege la cabeza. Nuestra mente debe estar llena de la certeza de nuestra salvación. Hemos de vivir cada día la vida que Dios quiere que vivamos como hijos suyos, anclados en esa certeza y con nuestros corazones llenos de gratitud.
Somos "linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para proclamar las obras maravillosas de aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable" (1 Pedro 2:9). Esa es nuestra realidad y ese es nuestro propósito. No permitamos que el diablo ponga en nuestras mentes dudas sobre nuestra salvación. Somos salvos por la fe en Cristo (Gálatas 3) y nadie nos puede arrebatar esa salvación.
Cómo usar el casco: Recuerda que eres salvo por la fe en Jesús y eso nadie lo puede cambiar. Vive en confianza y en obediencia la vida que Jesús desea para ti. Combate con la palabra de Dios las dudas sobre tu salvación o las tentaciones a sentir que no mereces su amor o su perdón. Él te ama, te salvó y eres suyo por la eternidad.

6. La espada del Espíritu
...y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
(Efesios 6:17 b)
Esta es la única arma de ataque, las otras son más bien defensivas. La espada sirve tanto para la defensa como para atacar al enemigo. La palabra de Dios alumbra nuestro camino (Salmo 119:105) e ilumina nuestras mentes con la enseñanza del evangelio. Con la espada del Espíritu nos defendemos y hacemos frente a los ataques del enemigo (mentiras, engaños) a la vez que le atacamos con la verdad. Recordemos el ejemplo de Jesús cuando fue tentado, cómo usó la palabra de forma efectiva para vencer las tentaciones del diablo (Mateo 4).
"Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón."
(Hebreos 4:12)
Combatimos los malos pensamientos, las dudas y las enseñanzas falsas llenando nuestra mente con el mensaje de la Biblia. El diablo intentará engañarnos, pero si conocemos bien la palabra de Dios podremos afirmarnos en la verdad y continuar activos en la batalla sin temor.

Cómo usar la espada: Estudia la Biblia, memorízala, aprende a usar la palabra de verdad de forma efectiva. Combate las mentiras con su verdad. Guarda la palabra de Dios y vive una vida acorde a lo que él pide.

La importancia de la oración
El soldado cristiano se prepara para la batalla, se fortalece y recibe sus órdenes a través de la oración. La comunicación con Dios, nuestro Comandante, debe ser constante para fortalecernos y recibir sus órdenes con la estrategia que debemos seguir.

No solo debemos orar por nuestras luchas, retos o dificultades, sino que debemos apoyar a nuestros hermanos en oración. Si vemos a algún hermano luchando contra un pecado o duda, o si está pasando por sufrimiento o persecución, debemos apoyarle con nuestras oraciones y animarle.


¿Quieres vencer en esta guerra espiritual? 
Vístete cada día con la armadura de Dios, pasa tiempo en oración delante de él, estudia su palabra y mantente alerta frente a los ataques del enemigo.

25 secretos revelados por Jesús a Santa Faustina para luchar contra el demonio

En Cracovia-Pradnik, el 02 de junio 1938, el Señor Jesús dicto a una joven polaca, Santa Faustina Kowalska de la Misericordia, un retiro de tres días que fueron muy reveladores para nuestra lucha contra el demonio.
Santa Faustina Kowalska registró minuciosamente las instrucciones de Cristo en su diario, que es un manual de mística en la Oración y la Divina Misericordia.
25 secretos revelados por Jesús a Santa Faustina para luchar contra el demonio
Aquí están los secretos que Jesús reveló a Santa Faustina Kowalska sobre cómo protegerse de los ataques del demonio en la batalla espiritual. Estas instrucciones se convirtieron en el arma de Santa Faustina en la lucha contra el maligno enemigo
Jesús comenzó:
"Hija mía, quiero enseñarte acerca de la guerra espiritual".


1. Nunca confíes en ti misma, sino abandónate completamente a Mi voluntad.
La confianza es un arma espiritual. La confianza es parte del escudo de la fe de que San Pablo menciona en la Epístola a los Efesios (6,10-17): la armadura del cristiano.
El abandono a la voluntad de Dios es un acto de confianza; la fe en acción disipa los malos espíritus.
2. En la desolación y oscuridad, acude a Mí y a tu director espiritual, él siempre te escuchará en mi nombre.
En tiempos de guerra espiritual, reza inmediatamente a Jesús. Invoca Su Santo Nombre, que este es muy temido en el inframundo.
Traiga las tinieblas a la luz diciéndoselo a su director espiritual o confesor y siga sus instrucciones.
3. No negocies con cualquier tentación; enciérrate inmediatamente en Mi Corazón.
En el Jardín del Edén, Eva negoció con el diablo y perdió.
Tenemos que recurrir al refugio del Sagrado Corazón. Corriendo hacia Cristo, es como le damos la espalda a lo demoníaco.
4. A la primera oportunidad, releva la tentación a tu confesor.
Una buena confesión, un buen confesor, y un buen penitente, son una receta perfecta para la victoria sobre la tentación y la opresión demoníaca, ¡esto no falla!
5. Pon tu amor propio en el último lugar, de modo que este no contamine tus obras.
El amor propio es natural, pero debe ser ordenado, libre de orgullo. La humildad vence al diablo, que es el orgullo perfecto.
El demonio nos tienta al amor propio desordenado, que nos lleva a la piscina del orgullo.
6. Ten gran paciencia contigo misma
La paciencia es un arma secreta que nos ayuda a mantener la paz de nuestra alma, incluso en las grandes tormentas de la vida. La paciencia con uno mismo es parte de la humildad y la confianza.
El diablo nos tienta a la impaciencia, a que se vuelva contra nosotros mismos de modo que nos enojemos. Mírate a ti mismo a la vista de Dios. Él es infinitamente paciente.
7. No descuides las mortificaciones interiores.
La Escritura enseña que algunos demonios sólo pueden ser expulsados con oración y ayuno.
Las mortificaciones interiores son armas de guerra. Pueden ser pequeños sacrificios ofrecidos con gran amor. El poder del sacrificio por amor desaloja al enemigo.
8. Siempre justifícate a ti misma las opiniones de tus superiores y de tu confesor.
Cristo habla a Santa Faustina que vive en un convento. Pero todos tenemos personas con autoridad sobre nosotros.
El diablo tiene como objetivo dividir y conquistar, de manera que la humilde obediencia a la auténtica autoridad es un arma espiritual.
9. Rechaza las murmuraciones como a una plaga.
La lengua es una poderosa embarcación que puede hacer mucho daño. Estar murmurando o chismeando, nunca es de Dios.
El diablo es un mentiroso que suscita acusaciones falsas y chismes que pueden matar la reputación de una persona. Rechaza las murmuraciones.
10. Deja que todos actúen como quieran; pero tú tienes que actuar, como Yo quiero que lo hagas.
La mente de uno mismo es la clave en la guerra espiritual. El diablo es un entrometido que intenta arrastrar a todo el mundo.
Agrada a Dios y deja que las opiniones de los demás vayan por el camino.
11. Observar la regla tan fielmente como te sea posible.
Jesús se refiere a la regla de una Orden Religiosa aquí. La mayoría de nosotros hemos hecho algún voto delante de Dios y de la Iglesia y debemos ser fieles a nuestras promesas, es decir votos matrimoniales y promesas bautismales.
Satanás tienta a la infidelidad, la anarquía y la desobediencia. La fidelidad es un arma para la victoria.
12. Si alguien te causa problemas, piensa en el bien que puedes hacer a la persona que te hizo sufrir.
Ser un vaso de misericordia divina es un arma para el bien y para derrotar el mal.
El diablo trabaja sobre el odio, la ira, la venganza y la falta de perdón. Otros nos han hecho daño en algún momento. ¿Qué le devolveremos a cambio? Regresar una bendición rompe maldiciones.
13. No derrame sus sentimientos.
Un alma habladora será más fácilmente atacada por el demonio. Derrama tus sentimientos sólo ante el Señor.
Recuerde, los espíritus buenos y malos escuchan lo que dices en voz alta. Los sentimientos son efímeros. La verdad es la brújula. El recogimiento interior es una armadura espiritual.
14. Guarda silencio cuando seas reprendida.
La mayoría de nosotros hemos sido reprendidos en algún momento. No tenemos ningún control sobre eso, pero sí podemos controlar nuestra respuesta.
La necesidad de tener la razón todo el tiempo puede conducirnos a trampas demoníacas. Dios sabe la verdad. Déjala ir. El silencio es una protección. El diablo puede utilizar la justicia propia para hacernos tropezar también.
15. No le pida opinión a todos, sino sólo a tu confesor; se tan franca y sencilla como un niño con él.
La simplicidad de la vida puede expulsar a los demonios.
La honestidad es un arma para derrotar a Satanás, el mentiroso. Cuando mentimos ponemos un pie en su terreno y él intentará seducirnos aún más.
16. No se desanime por la ingratitud.
A nadie le gusta ser subestimado. Pero cuando nos encontramos con la ingratitud o la insensibilidad, el espíritu de desánimo puede ser una carga para nosotros.
Resista todo desaliento porque eso nunca proviene de Dios. Es una de las tentaciones más eficaces del diablo. Tenga gratitud en todas las cosas del día y saldrá ganando.
17. No examine con curiosidad los caminos por donde yo te conduzco.
La necesidad de conocer, y la curiosidad por el futuro es una tentación que ha llevado a muchas personas a los cuartos oscuros de los psíquicos, brujas, etc.
Elija caminar en la fe. Decídase a confiar en Dios quien te lleva por el camino al cielo. Resista siempre al espíritu de curiosidad
18. Cuando el aburrimiento y el desánimo, golpean contra tu corazón, huye de ti mismo y escóndete en mi corazón.
Jesús entrega el mismo mensaje una segunda vez. Ahora Él se refiere al aburrimiento.
A principios del Diario, dijo a Santa Faustina que el diablo tienta más fácilmente a las almas ociosas. Tenga cuidado con el aburrimiento, es un espíritu de letargo o acedia. Las almas ociosas son presa fácil de los demonios.
19. No temas a la lucha; la valentía a menudo intimida a las tentaciones, y ellos no se atreven a atacarnos.
El miedo es la segunda táctica más común del diablo (el orgullo es el primero).
La valentía intimida al diablo, él huirá ante el perseverante coraje que se encuentra en Jesús, la roca. Todas las personas luchan, y Dios es nuestra provisión.
20. Siempre lucha con la profunda convicción de que yo estoy contigo.
Jesús instruye a una hermana en un convento para "luchar" con convicción. Ella puede hacerlo porque Cristo la acompaña. Los cristianos estamos llamados a luchar con convicción en contra de todas las tácticas demoníacas.
El diablo trata de aterrorizar a las almas, debes resistir al terrorismo demoníaco. Invoca al Espíritu Santo en el transcurso del día
21. No se deje guiar por el sentimiento, porque no siempre está bajo tu control. Todo el mérito radica en la voluntad.
Todo el mérito radica en la voluntad, porque el amor es un acto de la voluntad.
Somos completamente libres en Cristo. Tenemos que hacer una elección, una decisión para bien o para mal. ¿En qué terreno vivimos?
22. Siempre depende de tus superiores, incluso en las cosas más pequeñas.
Cristo está instruyendo una religiosa aquí. Pero, todos tenemos al Señor como nuestro Superior. La Dependencia a Dios es un arma de guerra espiritual, porque no podemos ganar por nuestros propios medios.
Proclamar la victoria de Cristo sobre el mal es parte del discipulado. Cristo vino a derrotar a la muerte y el mal, ¡proclámalo!
23. No te engañes con perspectivas de paz y consuelo; por el contrario, prepárate para grandes batallas.
Santa Faustina sufrió física y espiritualmente. Ella estaba preparada para grandes batallas por la gracia de Dios que la sostuvo.
Cristo nos instruye claramente en las Escrituras para estar preparados para grandes batallas, para ponernos la armadura de Dios y resistir al diablo (Ef. 6,11). Estar atentos y discernir siempre.
24. Sepa bien que estás en un gran escenario donde todo el cielo y la tierra, están mirando.
Estamos todos en un gran escenario donde el cielo y la tierra están viendo. ¿Qué mensaje estamos dando con nuestra forma de vida? ¿Qué clase de tonalidades irradiamos: luz, oscuridad o grises? ¿La forma en que vivimos atrae más luz o más oscuridad?
Si el diablo no tiene éxito en llevarnos a la oscuridad, tratará de mantenernos en la categoría de los tibios, que no es agradable a Dios.
25. Lucha como un caballero, de modo que Yo pueda recompensarte. No seas excesivamente temerosa, porque tú no está sola.
Las palabras del Señor a Santa Faustina pueden convertirse en nuestro lema: ¡Lucha como un caballero!
Un Caballero de Cristo sabe bien la causa por la que él lucha, la nobleza de su misión, el Rey a quien sirve, y con la bendita certeza de la victoria, que lucha hasta el final, incluso a costa de su vida.
Si una joven, sin educación, una simple monja polaca unida a Cristo, puede luchar como un Caballero, todo cristiano puede hacer lo mismo. La confianza es victoriosa.