Guerra
Espiritual: ¿Qué es?
Como cualquier cristiano
pronto descubre, aunque la guerra espiritual no se ve, es absolutamente real.
"Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes."
Hay una gran guerra que
está siendo librada en el mundo hoy. No es un conflicto entre naciones, tribus,
o líderes de gobierno. No es una rebelión o un golpe de estado. Es una
importante batalla invisible que está teniendo lugar en el mundo del espíritu.
La Biblia declara que el
Pueblo de Dios es destruido por falta de conocimiento (Oseas 4:6). Una de las
áreas principales en las cuales los creyentes son derrotados a causa de la
falta de conocimiento es la guerra espiritual.
La Biblia nos habla de la
guerra espiritual en muchos lugares, pero más directamente en Efesios 6:12, donde
Pablo habla de ponernos toda la armadura de Dios.
La iglesia primitiva vio
la experiencia espiritual en términos de una guerra.
La terminología militar
puede encontrarse a lo largo de todo el Nuevo Testamento. La protección se
encontró en la armadura de Dios.
La Palabra de Dios se
comparó con una espada. Los ataques de Satanás fueron llamados dardos
encendidos. La fe era la “buena pelea” y a los creyentes se les dijo que
“pelearan la buena batalla”. La iglesia primitiva sabía que estaban
comprometidos en un intenso conflicto espiritual.
¿Cómo
entramos en la batalla como cristianos?
La guerra espiritual es una imagen que muchos de nosotros preferiríamos rechazar. Sin embargo, ya que la Biblia usa términos de guerra, es mejor que aceptemos las imágenes de Dios, para poder estar preparados adecuadamente para la batalla real. Como cristianos, atravesamos más que una mera "lucha" en la tierra, y parece que las imágenes de guerra captan esta realidad mejor que cualquier otra cosa. Ya que es una guerra, Dios manda a los cristianos, en Efesios 6:14-18, a que utilicen un muy específico juego de armaduras y de armas.
La guerra espiritual es una imagen que muchos de nosotros preferiríamos rechazar. Sin embargo, ya que la Biblia usa términos de guerra, es mejor que aceptemos las imágenes de Dios, para poder estar preparados adecuadamente para la batalla real. Como cristianos, atravesamos más que una mera "lucha" en la tierra, y parece que las imágenes de guerra captan esta realidad mejor que cualquier otra cosa. Ya que es una guerra, Dios manda a los cristianos, en Efesios 6:14-18, a que utilicen un muy específico juego de armaduras y de armas.
EL LLAMADO A LAS ARMAS
UNA CONVOCACIÓN A LA GUERRA
INVISIBLE
Hay una gran batalla siendo librada
en el mundo espiritual. Es una batalla personal interior entre la carne y el
espíritu. Es una batalla social con las fuerzas del mal del mundo. Es una
batalla espiritual con los poderes sobrenaturales malignos.
En los tiempos del Antiguo
Testamento la trompeta era usada para convocar al Pueblo de Dios para la
batalla. Hoy, un llamado espiritual está sonando en todas las naciones del
mundo. Es un llamado a la guerra invisible. Es un llamado a las armas.
Sabemos
lo Básico
1.)
El Comandante en Jefe: El Señor
de los Ejércitos
2.)
Las fuerzas espirituales del bien: los Ángeles
3.)
El Enemigo: Satanás
4.)
Las fuerzas espirituales del mal: los demonios, y los hombres que contrarían la voluntad Divina
(muchos de ellos endemoniados)
5.)
El territorio del enemigo: El
Mundo
“No
améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno
ama al mundo, el amor del Padre no está en él, porque nada
de lo que hay en el mundo—los deseos de la carne, los deseos
de los ojos y la vanagloria de la vida— proviene del Padre,
sino del mundo” (1 Juan 2:15-16).
6.)
La estrategia del enemigo
Las estrategias de Satanás
ciertamente son variadas y poderosas en la medida que
obra
contra Dios, las naciones, los no creyentes, y los creyentes. Cautivarte con
las cosas del mundo, vencerte en tus malas inclinaciones, hacerte indiferente,
negar su propia existencia, o la existencia de Dios..
7.)
El plan de Dios para la
batalla
La gran batalla espiritual en la
cual estás comprometido no puede
ser peleada con armas naturales.
Debe ser peleada tanto ofensivamente
como defensivamente con armas espirituales.
7.1.
La Palabra de Dios:
Una confrontación directa entre
Jesús y Satanás vino durante un período especial de tentación por el enemigo.
En este encuentro, una de las porciones principales de nuestro plan de batalla
espiritual fue revelado. Antes de proceder con esta lección, lee los registros
de esta tentación en Mateo 4:1-11, Marcos 1:12-13, y Lucas 4:1-13.
Primero Satanás trató de que Jesús
convirtiera piedras en pan. El poder de Jesús el cual convirtió agua en vino
seguramente podría haber convertido piedras en pan. Pero hacer esto en esta
situación habría sido actuar independientemente de Dios y usar Su poder para
beneficio personal.
Luego Satanás trató que Jesús se
arrojara del pináculo del Templo. Ten en cuenta que Satanás dijo “Arrójate”.
Satanás no podía arrojarlo, porque el poder de Satanás es un poder limitado.
Satanás puede persuadirte a pecar,
pero él no puede arrojarte. Como has aprendido, cada hombre es tentado cuando
de sus propios deseos es atraído. Él no es forzado, sino seducido. En esta
tentación, Satanás usó la Palabra de Dios para fundamentar su apelación, pero
no la aplicó correctamente (Mateo 4:6). Aplicación errónea de la Palabra de Dios es una de las
estrategias fundamentales de Satanás.
En las dos primeras tentaciones
Satanás dijo “SI tú eres el Hijo de Dios”, haz estas cosas. Para Jesús haber
obedecido habría sido la admisión que la verificación por el Padre de Su
vínculo de Hijo era inadecuada. Dios ya había hablado desde el cielo confirmando
esta relación (Mateo 3:17). Satanás siempre centra sus ataques en tu relación con Dios. La tentación
final fue un intento de recibir adoración. En respuesta, Satanás le entregaría
a Jesús todos los reino del mundo.
En estas tres situaciones de
tentación puedes ver las fuerzas del mal del mundo, la carne y el diablo
batallando contra Jesús. Jesús confrontó las tentaciones de Satanás con la
Palabra de Dios. La Biblia es una muy importante arma espiritual y parte de la
armadura de Dios la cual estudiarás
luego. Es llamada “la espada del Espíritu”. La Palabra de Dios es el único
manual divinamente inspirado para la guerra espiritual.
Otros libros son útiles solamente
en la medida que están en armonía con la Palabra de Dios.
Al confrontar las tentaciones de
Satanás, Jesús usó la Palabra de Dios,. Jesús citó escrituras específicas
aplicables a la batalla inmediata. No citó pasajes de cronología o historia del
Antiguo Testamento. Jesús dijo “está escrito...”. Cuando usas Escrituras
específicas, asegúrate que están en
balance con el resto de la Palabra de Dios. Deben ser vistas en su contexto y
aplicadas en armonía con la totalidad de la Palabra revelada de Dios.
En vistas a usar la Palabra de Dios
efectivamente en la guerra espiritual, debes conocer la Palabra de Dios. Debes
estudiar, meditar, y memorizarla. Muchas derrotas en la vida vienen porque no
conocemos la Palabra de Dios:
“Entonces respondiendo Jesús, les
dijo: Erráis, ignorando las
Escrituras y el poder de Dios”
(Mateo 22:29).
La Palabra de Dios es nuestro
manual de guerra y revela el plan espiritual de Dios para la batalla.
8.)
Delegación de poder y autoridad:
“Reuniendo
a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios y
para sanar enfermedades” (Lucas 9:1).
9.) Oración.
10.) Ayuno. (Combinado con la
oración)
11.) Las llaves del Reino:
Jesús dio a los creyentes ( y especialmente a sus ministros los
sacerdotes) las llaves del Reino. Esas llaves incluyen el poder para atar y
desatar y ellas son la quinta parte de nuestro plan básico de batalla:
“Y a ti te daré las llaves del
reino de los cielos: todo lo que ates en la tierra será atado en los
cielos, y todo lo que desates en la tierra será desatado en los cielos”
(Mateo 16:19).
Jesús enseñó la importancia de atar
a los espíritus demoníacos antes de expulsarlos.
Pero el principio de atar y desatar
es más que echar fuera demonios. Puedes atar el poder del enemigo para obrar en
tu vida, hogar, comunidad, e iglesia. Puedes desatar a hombres y mujeres del
yugo del pecado, depresión, y el desánimo del enemigo.
El principio de atar y desatar es
una importante estrategia para vencer el poder del enemigo. Es una llave al
Reino de Dios. En cada situación que confrontas... cada problema, cada desafío...
hay una llave espiritual. Esa llave es el ejercicio del principio de atar y
desatar. Cuando reconoces qué atar y qué desatar y actúas sobre la base de este
descubrimiento, el enemigo será derrotado.
12.)
El Nombre de Jesús:
En la parte final del plan básico
de batalla se encuentra en el nombre de Jesús. La Palabra de Dios es para ser
aplicada en Su Nombre, oramos, ayunas, y usamos nuestro poder delegado y
autoridad y las llaves del Reino en Su nombre:
“Si algo pedís en mi nombre, yo lo
haré” (Juan 14:14).
“En aquel día no me preguntaréis
nada. De cierto, de cierto os digo que todo cuanto pidáis al
Padre en mi nombre, os lo dará” (Juan 16:23).
“Estas señales seguirán a los que
creen: EN MI NOMBRE echarán fuera demonios, hablarán
nuevas lenguas, tomarán serpientes en las manos y, aunque
beban cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y
sanarán” (Marcos
16:17-18).
13.)
La Invocación permanente y continua
de María la Virgen Madre de Dios.
Madre
de los hombres y medianera de todas las Gracias. CORREDENTORA
A
ELLA LE HA SIDO CONFERIDA LA VICTORIA. La mujer revestida de sol (Jesús) con la
luna bajo sus pies pisando la Serpiente.
"¡MI INMACULADO CORAZÓN
TRIUNFARÁ!"
Esta es la promesa que
Nuestra Bendita Madre nos hizo, Sus niños, en Fátima. Esta, Su promesa de
triunfo final, es nuestra brillante esperanza; es el rayo de luz que penetra
las acumuladas nubes oscuras que revolotean sobre la tierra. Porque es
solamente viviendo en unión con el Inmaculado Corazón de María que podemos
hallar sostén y fuerzas mientras los poderes del Infierno se riega alrededor de
la tierra, atrayendo al hombre hacia la "paz y hermandad" del Reino
del Anticristo.
13.1. CONSAGRACIÓN: Si hubiera una época en que el hombre necesitara vivir
vidas de total consagración a María, es la nuestra. ¿Como es posible que
esperemos resistir la influencia de la propagación del infierno con
innumerables legiones excepto, a través del total abandono nuestro en el
Inmaculado Corazón de María? Es a María quien Dios ha dado el poder de aplastar
la cabeza de la serpiente y de triunfar sobre las legiones de Satanás; al menos
que vivamos en total unión con Ella, ¿qué esperanza hay para nuestra
perseverancia? La forma de la Verdadera Devoción debe ser nuestra vía, pues es
la vía que nos llevará seguros a la Verdad y Luz de Nuestro Divino Salvador y
guarde siempre cerca de Su Sagrado Corazón. Nuestra vía debe ser: AD
JESUM PER MARIAM.
13.2. ORACIÓN: Todos los esfuerzos externos y acciones de seguro
fracasarán si estos no emanan de una profunda vida interior de oración y
meditación. Especialmente debe ser fiel al más hermoso de todos los
oraciones---el santo sacrificio de la Misa. (Pero debemos ser fieles a las
solemnes enseñanzas de la Iglesia y participar solamente en aquellas Misas que
siguen las normas solemnemente decretadas por Papa Pío V y el Santo Concilio de
Trento. Esto debe ser al igual de vital consideración en nuestra adoración
Eucarística, no sea que caigamos en idolatría y sacrilegio). Segundo, debemos
hacer uso del Rosario a diario, tal como Nuestra Señora lo pidió en Fátima. El
Rosario ciertamente es una poderosa "arma" de gracia y será una gran
fuente de fuerza familiar si es dicho devotamente con meditación en los
misterios. El Rosario es mucho más poderoso que cualquier estratagema de
política o arma nuclear, porque el único poder que puede vencer las difundidas
fuerzas del mal es el poder de la GRACIA. "Rusia será
convertida" --El plan de Nuestra Señora para la victoria sobre el nuevo
orden mundial con su tiránica policía socialista estatal es CONVERSIÓN. Y
esta conversión es traída con las gracias obtenidas con nuestras oraciones
unidas a Su intercesión.
13.3. PENITENCIA: Nuestra santificación personal y la de nuestra familia y
la de otros no puede ser lograda sin penitencia y mortificación. El camino
hacia Cristo es la vía de la Cruz; no hay otro sendero para la santificación. Y
nuestra pura misión como Cristianos es el cooperar con el acto de redención de
Cristo en la Cruz y así volvernos santos. Por eso María, la cual apareció en
Fátima también como nuestra Madre de los Dolores, pidió por penas y reparación
para la conversión de pecadores, para salvar a pecadores del Infierno a para
santificarnos. "¡A NO SER QUE HAGAS PENITENCIA, TÚ PERESERÁS
IGUALMENTE!"
13.4. DIARIA LABOR: "Las penitencias que ahora demando y requiero es el
sacrificio de la diaria labor." Nuestro Señor ha confiado a cada uno de
nosotros una vocación; en ofrecer los sacrificios envueltos en el cumplimiento
de nuestras obligaciones diarias de nuestra vocación, nos santificamos y
obtenemos gracias para la conversión de otros. Nuestra obligación diaria
incluye el vivir nuestra Oferta Mañanera---para vivir constantemente (nuestra
vida familiar, negocios, social y escuela)---todo en unión con Jesús y María.
Las mujeres deben igualmente prestar atención a las peticiones de Nuestra
Señora por modestia. Las familias deben vivir una vida centrada en Jesús y
María---incluyendo la coronación del Sagrado Corazón de Jesús en nuestro hogar,
consagración al Inmaculado Corazón de María, el Rosario diario de la familia;
(así el triunfante reinado de Jesús y María nuestra Inmaculada Reina empiece en
nuestros hogares y familia).
13.5. ESTUDIA Y CONOCE TU
FE: Un importante, y a menudo descuidado, parte de nuestro
diario deber es el estudiar y conocer nuestra Fe Católica para que podamos
vivirla y defenderla mejor. Esta vital responsabilidad es especialmente
importante en tiempos tales como los nuestros cuando las doctrinas y verdades
de nuestra santa Fe han sido comprometidas y pervertidas por la extendida
influencia de sacerdotes modernistas y teólogos.
La
armadura de Dios, su significado y cómo usarla
Efesios 6 es el último capítulo de la carta de Pablo a los Efesios y en los versículos 10 al 18 él les anima a permanecer firmes en el Señor. Él sabía que, como cristianos, nos enfrentamos a una guerra espiritual intensa y debemos estar preparados. Pablo habla sobre la armadura de Dios, las herramientas que él da a sus hijos para que podamos vencer los ataques del diablo.
Al
vestirnos y usar la armadura de forma efectiva podremos hacer frente a todas
las trampas del maligno y saldremos victoriosos. Veamos lo que nos dice Efesios
6:10-18 sobre la armadura de Dios, para qué sirve y cómo debemos usarla.
Preparándonos para la batalla
Lo
primero es fortalecernos en el Señor. ¡De él viene nuestra fuerza!
Esta llega cuando reconocemos que dependemos de Dios, le buscamos en oración,
leemos su Palabra y escuchamos su voz.
Luego
debemos vestirnos, tomar la armadura y ponérnosla. Esto requiere iniciativa,
una acción de nuestra parte y una decisión: no me enfrento con mis propias
fuerzas sino que uso las armas que Dios me da. Es un acto de humildad y de
confianza total en su poder y en su sabiduría.
Jesús
ya venció al diablo en la cruz, la batalla final está ganada. Sin embargo, nos
enfrentamos a batallas espirituales cada día y debemos hacerlo con las armas
que Dios nos da, no con nuestro intelecto o con nuestras fuerzas físicas. Esta
es una lucha espiritual y nuestro adversario, el diablo, es astuto e intentará
desanimarnos en nuestro andar con Cristo. Usando bien las armas que Dios nos
da, venceremos.
La guerra espiritual
Porque
nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra
autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra
fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. Por lo tanto,
pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan
resistir hasta el fin con firmeza.
(Efesios 6:12-13)
(Efesios 6:12-13)
La
realidad es que estamos en una lucha espiritual constante nos guste o no. En 1
Pedro 5:8-9 dice:
"Practiquen
el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león
rugiente, buscando a quién devorar. Resístanlo, manteniéndose firmes en la fe,
sabiendo que sus hermanos en todo el mundo están soportando la misma clase de
sufrimientos".
Somos
llamados a resistir, a estar preparados para el ataque y firmes en la fe. Es
una lucha intensa, pero Dios no nos deja indefensos. Él provee la armadura que
necesitamos para vencer. ¡Sólo tenemos que ponerla y usarla!
Debemos
tener en cuenta que es una armadura, no varias, y debemos
llevarla en su totalidad ya que nos equipa para hacer frente a todos los
ataques del diablo. No nos ponemos hoy el casco y mañana el escudo. ¡No! Los
soldados se preparan con toda la armadura cuando salen a la batalla y nosotros,
como buenos soldados de Jesús debemos hacer lo mismo.
Al
usar todas las armas que Dios nos ha provisto, estamos protegidos y listos para
la batalla. Esa es la forma en la que resistiremos firmemente hasta el fin,
hasta que estemos con Jesús por la eternidad.
La armadura de Dios
Veamos
una corta descripción de cada una de las partes de la armadura que Dios ha
puesto a nuestra disposición.
1. El cinturón de la verdad
Manténganse
firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad...
(Efesios 6:14 a)
(Efesios 6:14 a)
El
cinturón que llevaban los soldados era ancho y servía para mantener la túnica
interior en su lugar a la vez que protegía y daba soporte al cuerpo. De esa
misma forma el cristiano debe conocer la verdad sobre quién es en Jesús y vivir
una vida íntegra que honre su posición en Cristo.
El
diablo intentará engañarnos con sus mentiras para que fallemos, dudemos o
comprometamos nuestra identidad. Debemos permanecer firmes en la verdad de que
somos hijos de Dios, transformados por él y salvados de la muerte eterna. Nada
ni nadie nos arrebatará de su mano (Juan 10:28).
Cómo
usar el cinturón:
llena tu mente y tu corazón con la verdad de la palabra de Dios. Cultiva una
amistad profunda con Dios a través de la oración. Fortalece tu espíritu cada
día alabando a Dios y pasando tiempo con él. Vive una vida íntegra y sé veraz
en todas tus acciones y palabras.
2. La coraza de la justicia
...protegidos
por la coraza de justicia...
(Efesios
6:14 b)
La
coraza iba enganchada al cinturón y protegía órganos vitales. Una herida en el
pecho puede ser mortal y por eso el soldado debe cubrirlo bien. Así mismo
debemos vestirnos con la justicia de Dios que tenemos a través de Jesús. Somos
justificados por nuestra fe en Cristo (Romanos 5:1-3). La batalla contra las
tentaciones y el pecado no la ganamos por nuestra propia justicia. La ganamos
recordando quiénes somos en Jesús y manteniéndonos firmes en esa realidad.
Cuando
Dios nos mira él ve a Jesús en nosotros. Nosotros también debemos enfocarnos en
la obra de Dios en nuestras vidas, mantener nuestros ojos puestos en Jesús, no
en nuestro pasado sin él, en nuestras emociones o en los errores que cometemos.
Cómo
usar la coraza:
recuerda tu identidad en Cristo, que gracias a él eres has sido justificado y
perteneces a Dios por la eternidad. No creas las acusaciones del enemigo cuando
trae a tu mente los pecados del pasado como si definieran tu presente. Tampoco
creas cuando te dice que no puedes vencer una tentación. Pide a Dios que te
ayude a verte como él te ve, a recordar el poder que él te concede para vencer
y a actuar siempre como él desea que lo hagas.
3. El calzado para proclamar el evangelio de la paz
...calzados
con la disposición de proclamar el evangelio de la paz.
(Efesios 6:15)
(Efesios 6:15)
Los
pies necesitan estar bien protegidos para avanzar en la batalla. El enemigo
puede colocar objetos cortantes o trampas para hacernos caer y evitar que
avancemos. Su meta es impedir que salgamos a proclamar el evangelio de la paz.
Puede atacar con tentaciones, complejos, sentido de inferioridad, ansiedad,
gente que se burla... la lista es larga. Pero en Cristo nuestros pies están
firmes y dispuestos para llevar el evangelio de la paz. Damos pasos y ganamos
terreno (vidas) para el reino de Dios porque él nos capacita y porque nosotros
mismos hemos experimentado su paz.
El
reino de Dios es uno de justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo (Romanos
14:17). Ese es el mensaje que debemos proclamar. Sí, es cierto que es una guerra,
pero las armas que Dios nos da no son de este mundo y pueden parecer ilógicas.
No ganamos imponiendo o alterándonos; ganamos viviendo llenos de su paz y
llevándola a todos los que nos rodean.
Cómo
usar el calzado:
Permite que la paz de Dios llene tu corazón cada día. Pasa tiempo con Jesús y
fortalece tu espíritu. No dejes que las trampas del enemigo impidan tu avance y
efectividad. Afirma tus pies, pide a Dios que te de valentía y comparte su
evangelio de paz con todos los que te rodean.
4. El escudo de la fe
Además
de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las
flechas encendidas del maligno.
(Efesios
6:16)
Aquí
Pablo no solo menciona la parte de la armadura sino que también nos dice para
qué la usaremos. El escudo al que se refiere era uno grande que cubría y
protegía toda la parte delantera del soldado. Era resistente y estaba cubierto
de cuero porque a veces el enemigo atacaba con flechas encendidas y el cuero
actuaba como aislante protector.
Con el
escudo de la fe podemos apagar todas las flechas que nos
dispara el maligno. El ataque del diablo puede venir de cualquier lugar, por
eso es importante estar alerta para poder colocar el escudo en el lugar preciso
y protegernos.
Una de
las armas que el diablo usa con frecuencia es la duda. Nos incita a dudar del
poder, el amor o la bondad de Dios. Al ejercitar nuestra fe y afirmarnos en lo
que sabemos sobre Dios y su obra en nosotros, esos ataques pierden su
efectividad y avanzamos en nuestro andar con Jesús.
Cómo
usar el escudo:
alimenta tu fe leyendo y memorizando la palabra de Dios, pasa tiempo con Dios.
Llena tu mente de la verdad sobre él y sobre quién eres en él para que puedas
usar esa verdad cuando lleguen las dudas.
5. El casco de la salvación
Tomen
el casco de la salvación...
(Efesios
6:17 a)
El
casco protege la cabeza. Nuestra mente debe estar llena de la certeza de
nuestra salvación. Hemos de vivir cada día la vida que Dios quiere que vivamos
como hijos suyos, anclados en esa certeza y con nuestros corazones llenos de
gratitud.
Somos
"linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a
Dios, para proclamar las obras maravillosas de aquel que nos llamó de las
tinieblas a su luz admirable" (1 Pedro 2:9). Esa es nuestra realidad y ese
es nuestro propósito. No permitamos que el diablo ponga en nuestras mentes
dudas sobre nuestra salvación. Somos salvos por la fe en Cristo (Gálatas 3) y
nadie nos puede arrebatar esa salvación.
Cómo
usar el casco:
Recuerda que eres salvo por la fe en Jesús y eso nadie lo puede cambiar. Vive
en confianza y en obediencia la vida que Jesús desea para ti. Combate con la
palabra de Dios las dudas sobre tu salvación o las tentaciones a sentir que no
mereces su amor o su perdón. Él te ama, te salvó y eres suyo por la eternidad.
6. La espada del Espíritu
...y
la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
(Efesios 6:17 b)
(Efesios 6:17 b)
Esta
es la única arma de ataque, las otras son más bien defensivas. La espada sirve
tanto para la defensa como para atacar al enemigo. La palabra de Dios alumbra
nuestro camino (Salmo 119:105) e ilumina nuestras mentes con la enseñanza del
evangelio. Con la espada del Espíritu nos defendemos y hacemos frente a los
ataques del enemigo (mentiras, engaños) a la vez que le atacamos con la verdad.
Recordemos el ejemplo de Jesús cuando fue tentado, cómo usó la palabra de forma
efectiva para vencer las tentaciones del diablo (Mateo 4).
"Ciertamente,
la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de
dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la
médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del
corazón."
(Hebreos 4:12)
(Hebreos 4:12)
Combatimos
los malos pensamientos, las dudas y las enseñanzas falsas llenando nuestra
mente con el mensaje de la Biblia. El diablo intentará engañarnos, pero si
conocemos bien la palabra de Dios podremos afirmarnos en la verdad y continuar
activos en la batalla sin temor.
Cómo
usar la espada:
Estudia la Biblia, memorízala, aprende a usar la palabra de verdad de forma
efectiva. Combate las mentiras con su verdad. Guarda la palabra de Dios y vive
una vida acorde a lo que él pide.
La importancia de la oración
El
soldado cristiano se prepara para la batalla, se fortalece y recibe sus órdenes
a través de la oración. La comunicación con Dios, nuestro Comandante, debe ser
constante para fortalecernos y recibir sus órdenes con la estrategia que
debemos seguir.
No
solo debemos orar por nuestras luchas, retos o dificultades, sino que debemos
apoyar a nuestros hermanos en oración. Si vemos a algún hermano luchando contra
un pecado o duda, o si está pasando por sufrimiento o persecución, debemos
apoyarle con nuestras oraciones y animarle.
¿Quieres
vencer en esta guerra espiritual?
Vístete cada día con la armadura de Dios,
pasa tiempo en oración delante de él, estudia su palabra y mantente alerta
frente a los ataques del enemigo.
25
secretos revelados por Jesús a Santa Faustina para luchar contra el demonio
En
Cracovia-Pradnik, el 02 de junio 1938, el Señor Jesús dicto a una joven
polaca, Santa Faustina Kowalska de la Misericordia, un retiro
de tres días que fueron muy reveladores para nuestra lucha contra el demonio.
Santa
Faustina Kowalska registró
minuciosamente las instrucciones de Cristo en su diario, que es un manual de
mística en la Oración y la Divina Misericordia.
25
secretos revelados por Jesús a Santa Faustina para luchar contra el demonio
Aquí
están los secretos que Jesús reveló a Santa Faustina Kowalska sobre
cómo protegerse de los ataques del demonio en la batalla espiritual. Estas
instrucciones se convirtieron en el arma de Santa Faustina en
la lucha contra el maligno enemigo
Jesús
comenzó:
"Hija
mía, quiero enseñarte acerca de la guerra espiritual".
1.
Nunca confíes en ti misma, sino abandónate completamente a Mi voluntad.
La
confianza es un arma espiritual. La confianza es parte del escudo de la fe de
que San Pablo menciona en la Epístola a los Efesios (6,10-17): la armadura del
cristiano.
El
abandono a la voluntad de Dios es un acto de confianza; la fe en acción disipa
los malos espíritus.
2.
En la desolación y oscuridad, acude a Mí y a tu director espiritual, él siempre
te escuchará en mi nombre.
En
tiempos de guerra espiritual, reza inmediatamente a Jesús. Invoca Su Santo
Nombre, que este es muy temido en el inframundo.
Traiga
las tinieblas a la luz diciéndoselo a su director espiritual o confesor y siga
sus instrucciones.
3.
No negocies con cualquier tentación; enciérrate inmediatamente en Mi Corazón.
En
el Jardín del Edén, Eva negoció con el diablo y perdió.
Tenemos
que recurrir al refugio del Sagrado Corazón. Corriendo hacia Cristo, es como le
damos la espalda a lo demoníaco.
4.
A la primera oportunidad, releva la tentación a tu confesor.
Una
buena confesión, un buen confesor, y un buen penitente, son una receta perfecta
para la victoria sobre la tentación y la opresión demoníaca, ¡esto no falla!
5.
Pon tu amor propio en el último lugar, de modo que este no contamine tus obras.
El
amor propio es natural, pero debe ser ordenado, libre de orgullo. La humildad
vence al diablo, que es el orgullo perfecto.
El
demonio nos tienta al amor propio desordenado, que nos lleva a la piscina del
orgullo.
6.
Ten gran paciencia contigo misma
La
paciencia es un arma secreta que nos ayuda a mantener la paz de nuestra alma,
incluso en las grandes tormentas de la vida. La paciencia con uno mismo es
parte de la humildad y la confianza.
El
diablo nos tienta a la impaciencia, a que se vuelva contra nosotros mismos de
modo que nos enojemos. Mírate a ti mismo a la vista de Dios. Él es
infinitamente paciente.
7.
No descuides las mortificaciones interiores.
La
Escritura enseña que algunos demonios sólo pueden ser expulsados con oración y
ayuno.
Las
mortificaciones interiores son armas de guerra. Pueden ser pequeños sacrificios
ofrecidos con gran amor. El poder del sacrificio por amor desaloja al enemigo.
8.
Siempre justifícate a ti misma las opiniones de tus superiores y de tu
confesor.
Cristo
habla a Santa Faustina que vive en un convento. Pero todos tenemos personas con
autoridad sobre nosotros.
El
diablo tiene como objetivo dividir y conquistar, de manera que la humilde
obediencia a la auténtica autoridad es un arma espiritual.
9.
Rechaza las murmuraciones como a una plaga.
La
lengua es una poderosa embarcación que puede hacer mucho daño. Estar murmurando
o chismeando, nunca es de Dios.
El
diablo es un mentiroso que suscita acusaciones falsas y chismes que pueden
matar la reputación de una persona. Rechaza las murmuraciones.
10.
Deja que todos actúen como quieran; pero tú tienes que actuar, como Yo quiero
que lo hagas.
La
mente de uno mismo es la clave en la guerra espiritual. El diablo es un
entrometido que intenta arrastrar a todo el mundo.
Agrada
a Dios y deja que las opiniones de los demás vayan por el camino.
11.
Observar la regla tan fielmente como te sea posible.
Jesús
se refiere a la regla de una Orden Religiosa aquí. La mayoría de nosotros hemos
hecho algún voto delante de Dios y de la Iglesia y debemos ser fieles a
nuestras promesas, es decir votos matrimoniales y promesas bautismales.
Satanás
tienta a la infidelidad, la anarquía y la desobediencia. La fidelidad es un
arma para la victoria.
12.
Si alguien te causa problemas, piensa en el bien que puedes hacer a la persona
que te hizo sufrir.
Ser
un vaso de misericordia divina es un arma para el bien y para derrotar el mal.
El
diablo trabaja sobre el odio, la ira, la venganza y la falta de perdón. Otros
nos han hecho daño en algún momento. ¿Qué le devolveremos a cambio? Regresar
una bendición rompe maldiciones.
13.
No derrame sus sentimientos.
Un
alma habladora será más fácilmente atacada por el demonio. Derrama tus
sentimientos sólo ante el Señor.
Recuerde,
los espíritus buenos y malos escuchan lo que dices en voz alta. Los
sentimientos son efímeros. La verdad es la brújula. El recogimiento interior es
una armadura espiritual.
14.
Guarda silencio cuando seas reprendida.
La
mayoría de nosotros hemos sido reprendidos en algún momento. No tenemos ningún
control sobre eso, pero sí podemos controlar nuestra respuesta.
La
necesidad de tener la razón todo el tiempo puede conducirnos a trampas
demoníacas. Dios sabe la verdad. Déjala ir. El silencio es una protección. El
diablo puede utilizar la justicia propia para hacernos tropezar también.
15.
No le pida opinión a todos, sino sólo a tu confesor; se tan franca y sencilla
como un niño con él.
La
simplicidad de la vida puede expulsar a los demonios.
La
honestidad es un arma para derrotar a Satanás, el mentiroso. Cuando mentimos
ponemos un pie en su terreno y él intentará seducirnos aún más.
16.
No se desanime por la ingratitud.
A
nadie le gusta ser subestimado. Pero cuando nos encontramos con la ingratitud o
la insensibilidad, el espíritu de desánimo puede ser una carga para nosotros.
Resista
todo desaliento porque eso nunca proviene de Dios. Es una de las tentaciones
más eficaces del diablo. Tenga gratitud en todas las cosas del día y saldrá
ganando.
17.
No examine con curiosidad los caminos por donde yo te conduzco.
La
necesidad de conocer, y la curiosidad por el futuro es una tentación que ha
llevado a muchas personas a los cuartos oscuros de los psíquicos, brujas, etc.
Elija
caminar en la fe. Decídase a confiar en Dios quien te lleva por el camino al
cielo. Resista siempre al espíritu de curiosidad
18.
Cuando el aburrimiento y el desánimo, golpean contra tu corazón, huye de ti
mismo y escóndete en mi corazón.
Jesús
entrega el mismo mensaje una segunda vez. Ahora Él se refiere al aburrimiento.
A
principios del Diario, dijo a Santa Faustina que el diablo tienta más
fácilmente a las almas ociosas. Tenga cuidado con el aburrimiento, es un
espíritu de letargo o acedia. Las almas ociosas son presa fácil de los
demonios.
19.
No temas a la lucha; la valentía a menudo intimida a las tentaciones, y ellos
no se atreven a atacarnos.
El
miedo es la segunda táctica más común del diablo (el orgullo es el primero).
La
valentía intimida al diablo, él huirá ante el perseverante coraje que se
encuentra en Jesús, la roca. Todas las personas luchan, y Dios es nuestra
provisión.
20.
Siempre lucha con la profunda convicción de que yo estoy contigo.
Jesús
instruye a una hermana en un convento para "luchar" con convicción.
Ella puede hacerlo porque Cristo la acompaña. Los cristianos estamos llamados a
luchar con convicción en contra de todas las tácticas demoníacas.
El
diablo trata de aterrorizar a las almas, debes resistir al terrorismo
demoníaco. Invoca al Espíritu Santo en el transcurso del día
21.
No se deje guiar por el sentimiento, porque no siempre está bajo tu control.
Todo el mérito radica en la voluntad.
Todo
el mérito radica en la voluntad, porque el amor es un acto de la voluntad.
Somos
completamente libres en Cristo. Tenemos que hacer una elección, una decisión
para bien o para mal. ¿En qué terreno vivimos?
22.
Siempre depende de tus superiores, incluso en las cosas más pequeñas.
Cristo
está instruyendo una religiosa aquí. Pero, todos tenemos al Señor como nuestro
Superior. La Dependencia a Dios es un arma de guerra espiritual, porque no
podemos ganar por nuestros propios medios.
Proclamar
la victoria de Cristo sobre el mal es parte del discipulado. Cristo vino a
derrotar a la muerte y el mal, ¡proclámalo!
23.
No te engañes con perspectivas de paz y consuelo; por el contrario, prepárate
para grandes batallas.
Santa
Faustina sufrió física y espiritualmente. Ella estaba preparada para grandes
batallas por la gracia de Dios que la sostuvo.
Cristo
nos instruye claramente en las Escrituras para estar preparados para grandes
batallas, para ponernos la armadura de Dios y resistir al diablo (Ef.
6,11). Estar atentos y discernir siempre.
24.
Sepa bien que estás en un gran escenario donde todo el cielo y la tierra, están
mirando.
Estamos
todos en un gran escenario donde el cielo y la tierra están viendo. ¿Qué
mensaje estamos dando con nuestra forma de vida? ¿Qué clase de tonalidades
irradiamos: luz, oscuridad o grises? ¿La forma en que vivimos atrae más luz o
más oscuridad?
Si
el diablo no tiene éxito en llevarnos a la oscuridad, tratará de mantenernos en
la categoría de los tibios, que no es agradable a Dios.
25.
Lucha como un caballero, de modo que Yo pueda recompensarte. No seas
excesivamente temerosa, porque tú no está sola.
Las
palabras del Señor a Santa Faustina pueden convertirse en nuestro lema: ¡Lucha
como un caballero!
Un
Caballero de Cristo sabe bien la causa por la que él lucha, la nobleza de su
misión, el Rey a quien sirve, y con la bendita certeza de la victoria, que
lucha hasta el final, incluso a costa de su vida.
Si
una joven, sin educación, una simple monja polaca unida a Cristo, puede luchar
como un Caballero, todo cristiano puede hacer lo mismo. La confianza es
victoriosa.