Los Sacramentales: ¿Qué son?
¿Cuáles son? ¿Cómo se Usan?
¿Cuáles son? ¿Cómo se Usan?
Tomado del Catecismo:
Los sacramentales son "Signos sagrados con los que, imitando de alguna manera a los sacramentos, se expresan efectos, sobre todo espirituales, obtenidos por la intercesión de la Iglesia. Por ellos, los hombres se disponen a recibir el efecto principal de los sacramentos y se santifican las diversas circunstancias de la vida" -Catecismo #1667; Cf. Ley Canónica (Canon 1166).
1667 "La Santa Madre Iglesia instituyó, además, los
sacramentales. Estos son signos sagrados con los que, imitando de alguna
manera a los sacramentos, se expresan efectos, sobre todo espirituales,
obtenidos por la intercesión de la Iglesia. Por ellos, los hombres se disponen
a recibir el efecto principal de los sacramentos y se santifican las diversas
circunstancias de la vida" (SC
60; CIC can 1166;
CCEO can 867).
Características de los sacramentales
1668 Han sido instituidos por la Iglesia en orden a la
santificación de ciertos ministerios eclesiales, de ciertos estados de vida,
de circunstancias muy variadas de la vida cristiana, así como del uso de cosas
útiles al hombre. Según las decisiones pastorales de los obispos, pueden
también responder a las necesidades, a la cultura, y a la historia propias del
pueblo cristiano de una región o de una época. Comprenden siempre una oración,
con frecuencia acompañada de un signo determinado, como la imposición de la
mano, la señal de la cruz, la aspersión con agua bendita (que recuerda el
Bautismo).
1669 Los sacramentales proceden del sacerdocio
bautismal: todo bautizado es llamado a ser una "bendición" (cf Gn 12,2)
y a bendecir (cf Lc 6,28; Rm 12,14; 1 P 3,9). Por eso los
laicos pueden presidir ciertas bendiciones (cf
SC 79; CIC can
1168); la presidencia de una bendición se reserva al ministerio ordenado
(obispos, presbíteros o diáconos, [cf. Bendicional, Prenotandos
generales, 16 y 18]), en la medida en que dicha bendición afecte más a la vida
eclesial y sacramental.
1670 Los sacramentales no confieren la gracia del
Espíritu Santo a la manera de los sacramentos, pero por la oración de la
Iglesia preparan a recibirla y disponen a cooperar con a ella. "La liturgia de
los sacramentos y de los sacramentales hace que, en los fieles bien
dispuestos, casi todos los acontecimientos de la vida [...] sean santificados
por la gracia divina que emana del misterio Pascual de la pasión, muerte y
resurrección de Cristo, de quien reciben su poder todos los sacramentos y
sacramentales, y que todo uso honesto de las cosas materiales pueda estar
ordenado a la santificación del hombre y a la alabanza de Dios" (SC
61).
Diversas formas de sacramentales
1671
Entre los sacramentales figuran en primer lugar las bendiciones (de
personas, de la mesa, de objetos, de lugares). Toda bendición es alabanza de
Dios y oración para obtener sus dones. En Cristo, los cristianos son
bendecidos por Dios Padre "con toda clase de bendiciones espirituales" (Ef
1,3). Por eso la Iglesia da la bendición invocando el nombre de Jesús y
haciendo habitualmente la señal santa de la cruz de Cristo.
1672 Ciertas bendiciones tienen un alcance permanente:
su efecto es consagrar personas a Dios y reservar para el uso
litúrgico objetos y lugares. Entre las que están destinadas a personas —que no
se han de confundir con la ordenación sacramental— figuran la bendición del
abad o de la abadesa de un monasterio, la consagración de vírgenes y de
viudas, el rito de la profesión religiosa y las bendiciones para ciertos
ministerios de la Iglesia (lectores, acólitos, catequistas, etc.). Como
ejemplo de las que se refieren a objetos, se puede señalar la dedicación o
bendición de una iglesia o de un altar, la bendición de los santos óleos, de
los vasos y ornamentos sagrados, de las campanas, etc.
1673 Cuando la Iglesia pide públicamente y con
autoridad, en nombre de Jesucristo, que una persona o un objeto sea protegido
contra las asechanzas del Maligno y sustraída a su dominio, se habla de
exorcismo. Jesús lo practicó (cf Mc 1,25-26; etc.), de Él tiene la
Iglesia el poder y el oficio de exorcizar (cf Mc 3,15; 6,7.13; 16,17).
En forma simple, el exorcismo tiene lugar en la celebración del Bautismo. El
exorcismo solemne llamado «el gran exorcismo» sólo puede ser practicado por un
sacerdote y con el permiso del obispo. En estos casos es preciso proceder con
prudencia, observando estrictamente las reglas establecidas por la Iglesia. El
exorcismo intenta expulsar a los demonios o liberar del dominio demoníaco
gracias a la autoridad espiritual que Jesús ha confiado a su Iglesia. Muy
distinto es el caso de las enfermedades, sobre todo psíquicas, cuyo cuidado
pertenece a la ciencia médica. Por tanto, es importante, asegurarse , antes de
celebrar el exorcismo, de que se trata de un presencia del Maligno y no de una
enfermedad (cf. CIC
can. 1172).
Sacramentales:
Las Bendiciones
Catecismo:
#1671 Entre los sacramentales figuran en primer lugar las bendiciones (de personas, de la mesa, de objetos, de lugares). Toda bendición es alabanza de Dios y oración para obtener sus dones. En Cristo, los cristianos son bendecidos por Dios Padre "con toda clase de bendiciones espirituales" (Ef. 1:3). Por eso la Iglesia da la bendición invocando el nombre de Jesús y haciendo habitualmente la señal santa de la cruz de Cristo.
Cuando alguien te dice ´QUE DIOS TE BENDIGA´ no solo te está deseando lo mejor para ti, sino que también esta actuando en favor suyo. Pues cuando bendices a alguien también atraes el favor de Dios hacia ti.
El efecto de la Bendición es multiplicador, ya que es dado por Dios a sus Hijos.
¡¡¡BENDICIONES!!!
La bendición invoca el apoyo activo de Dios para el bienestar de la persona, habla del agradecimiento, implica salud, provisión y felicidad en la persona que recibe buenos deseos de nuestra parte.
La bendición comienza en el hogar, en las relaciones de padres e hijos. Los niños que reciben el regalo de la bendición de parte de sus padres, tienen un buen comienzo espiritual y emocional en la vida.
Reciben un firme fundamento de amor y aceptación. Este principio también se aplica a la íntima relación de pareja. Las amistades se profundizan y fortalecen, la hermandad de las Iglesias se incrementa, trayendo compañerismo, sanidad y esperanza a muchos que nunca han recibido una palabra de bendición.
EL poder de la vida y la muerte está en la Palabra. Al bendecir, se otorga vida, no sólo al que recibe la bendición, sino también al que la da.
Por eso, hoy te bendigo, mi bendición va para ti, porque al bendecirte de todo corazón, me bendigo a mí mismo. Reparte bendiciones donde vayas, no sólo de palabras, sino de hechos. Ellas volverán a ti, cuando menos lo esperes. En general, la persona que vive en la
presencia de Dios, amándole y obedeciéndole, goza de la bendición divina siempre.
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Tomado de: corazones.org
Las Bendiciones
Catecismo:
#1671 Entre los sacramentales figuran en primer lugar las bendiciones (de personas, de la mesa, de objetos, de lugares). Toda bendición es alabanza de Dios y oración para obtener sus dones. En Cristo, los cristianos son bendecidos por Dios Padre "con toda clase de bendiciones espirituales" (Ef. 1:3). Por eso la Iglesia da la bendición invocando el nombre de Jesús y haciendo habitualmente la señal santa de la cruz de Cristo.
#1672 Ciertas bendiciones tienen un alcance permanente: su efecto es consagrar personas a Dios y reservar para el uso litúrgico objetos y lugares. Entre las que están destinadas a personas -que no se han de confundir con la ordenación sacramental- figuran la bendición del abad o de la abadesa de un monasterio, la consagración de vírgenes, el rito de la profesión religiosa y las bendiciones para ciertos ministerios de la Iglesia (lectores, acólitos, catequistas, etc.). Como ejemplo de las que se refieren a objetos, se puede señalar la dedicación o bendición de una iglesia o de un altar, la bendición de los santos óleos, de los vasos y ornamentos sagrados, de las campanas, etc.
Cuando alguien te dice ´QUE DIOS TE BENDIGA´ no solo te está deseando lo mejor para ti, sino que también esta actuando en favor suyo. Pues cuando bendices a alguien también atraes el favor de Dios hacia ti.
El efecto de la Bendición es multiplicador, ya que es dado por Dios a sus Hijos.
¡¡¡BENDICIONES!!!
La bendición invoca el apoyo activo de Dios para el bienestar de la persona, habla del agradecimiento, implica salud, provisión y felicidad en la persona que recibe buenos deseos de nuestra parte.
La bendición comienza en el hogar, en las relaciones de padres e hijos. Los niños que reciben el regalo de la bendición de parte de sus padres, tienen un buen comienzo espiritual y emocional en la vida.
Reciben un firme fundamento de amor y aceptación. Este principio también se aplica a la íntima relación de pareja. Las amistades se profundizan y fortalecen, la hermandad de las Iglesias se incrementa, trayendo compañerismo, sanidad y esperanza a muchos que nunca han recibido una palabra de bendición.
EL poder de la vida y la muerte está en la Palabra. Al bendecir, se otorga vida, no sólo al que recibe la bendición, sino también al que la da.
Por eso, hoy te bendigo, mi bendición va para ti, porque al bendecirte de todo corazón, me bendigo a mí mismo. Reparte bendiciones donde vayas, no sólo de palabras, sino de hechos. Ellas volverán a ti, cuando menos lo esperes. En general, la persona que vive en la
presencia de Dios, amándole y obedeciéndole, goza de la bendición divina siempre.
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Tomado de: corazones.org
Cuando ores, mantén tus velas encendidas (luego puedes apagarlas por precaución ante accidentes). Lleva tus cirios a la Santa Misa, y luego enciéndelos en casa. Que tus Cirios reciban la Bendición, en la Pascua, el Día de la Candelaria, ó pide a un Sacerdote te los Bendiga.
Velas (Cirios)Las velas son un sacramental utilizado en la liturgia y en la religiosidad popular. Las velas son un signo de la luz que disipa las tinieblas. La vela es un símbolo de Dios, el dador de vida y la luz del mundo.Se utilizan velas en la administración de los sacramentos, la Santa Misa, la exposición del santísimo, funerales y otras ceremonias.
El cirio pascual se bendice en la Vigilia de Pascua, hecho de cera pura de abeja representa el cuerpo de Jesucristo, la luz de la vela simboliza su naturaleza divina. Lleva las marcas de las 5 llagas de Cristo. Se enciende en todas las misas durante la temporada de pascua y durante todo el año en bautismos y funerales. En los bautismos se enciende una vela con el fuego del cirio pascual y se le entrega al recién bautizado (o a sus padres) como símbolo de la luz de Cristo que reciben y deben mantener brillando siempre.
En la fiesta de la Presentación, que es también la Purificación de la Virgen María (2 de febrero) se bendicen velas y por eso se le llama "Candelaria".
¿Por que los católicos prenden velas?
La costumbre de encender cirios en las procesiones y ante las imágenes de Cristo, María Santísima y los santos es un signo muy antiguo que nos recuerda que Jesús es la luz del mundo y todo el que está en El comparte esa luz. La vela es un símbolo de ofrenda espiritual, de nuestra devoción que continúa mas allá de nuestra presencia física en el lugar santo.Nuestra devoción a María Santísima y los santos es una expresión de nuestra comunión en el Cuerpo Místico de Cristo (comunión de los santos).Jesús: "Yo, la luz, he venido al mundo para que todo el que crea en mí no siga en las tinieblas". -Juan 12,46
Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte. Ni tampoco se enciende una lámpara y la ponen debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa. Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. -Mateo 5,14-16.Mira, pues, que la luz que hay en ti no sea oscuridad. -Lucas 11,35
El Agua Bendita:
Descarga aqui el Libro: Mensajes del Agua, de Emoto Masaru:
Mensajes del Agua (Libro Completo PDF)
Porqué hay agua bendita a la entrada de las Iglesias?
Si uno se santigua con agua
bendita con devoción, eso produce tres efectos:
1-Atrae la gracia divina,
purifica el alma y aleja al demonio.
2-Ese gesto de santiguarse
con esa agua, nos trae gracias divinas por la oración de la Iglesia. La Iglesia
ha orado sobre esa agua con el poder de la Cruz de Cristo. El poder sacerdotal
ha dejado una influencia sobre esa agua. Al mismo tiempo purifica parte de
nuestros pecados, tanto los veniales como el reato que quede en nuestra alma.
3- El tercer poder del agua
bendita es alejar al demonio. El demonio puede entrar perfectamente en una
iglesia, sus muros no le contienen, el suelo sagrado no le refrena. Sin embargo
el AGUA BENDITA, SI QUE LE ALEJA.
La gente se suele quejar de
que se distrae mucho en la Iglesia, el demonio tiene gran interés en distraernos
justo cuando vamos a estar en contacto con las realidades sagradas. Por eso es
tan útil el agua bendita de la entrada. Aún usando el agua bendita podemos
despistarnos, pero tendremos la seguridad de que las distracciones proceden de
nosotros y no del demonio.
Es tal vez el más famoso entre los elementos materiales usados en los
sacramentales es el agua bendita. Podemos
ver la historia del agua y su significado en toda la Biblia:Ex
14,15-22; Ex 17,6-7; Jos. 3,14-17; Ez. 47, 1-12; Mt. 3,13-17; Jn
5,1-9; Jn 19,34; Jn 3,5. La Escritura sienta precedente sobre el uso de elementos materiales y en especial el agua [y el aceite] como instrumentos del poder de Dios.
Agua Bendita por un Sacerdote es un enorme regalo para el Espíritu, para la Salud Física, para el Alma.
Se ha descubierto como la energía "transforma" las moléculas de agua, cambiando hasta su aspecto, con frases bellas, armoniosas, música angelical asume unas características hermosas con palabras feas, insultos ó maldicions se obscurece, se afea... Y recordemos que nuestros cuerpo está prioncipalmente formado por agua ! Esto nos da que pensar.
Imagina el efecto que tiene el agua bendita
Revisa este video:
Reliquias de Los Santos
Partamos de un hecho: Cristo vive en cada uno de nosotros, y una Persona Santa permite la acción plena de Él, en su vida. Es una identificación plena con Cristo, ¡ES UN CRISTO!. Su Cuerpo (al igual que el de nosotros si nos lo proponemos) fue habitación permanente de Jesús.En muchas de nuestras Iglesias reposan reliquias de Santos, bajo los altares, en las paredes, ó para la Veneración (Expuestas). Búscalas, Veneralas, constituyen una gran protección, están llenas de la Energía de Dios.
Hay quienes acusan a los católicos de superstición o de ocultismo argumentando la veneración de reliquias y no podemos negar que hay quienes malusan las reliquias pensando que por sí mismas tienen algún tipo de poder; pero eso no es lo que enseña y practica la Iglesia. Para la Iglesia, según el Catecismo de la Iglesia Católica #1674 la veneración de reliquias es parte de lo que se llama la "religiosidad popular" es decir es parte de las expresiones de la fe que nacen del pueblo y que deben conducir a una mayor profundidad de la experiencia de Cristo y en particular a vivir mejor los sacramentos.
Hay otros que denigran el valor de las reliquias considerándolas un invento producto del fanatismo de Elena, la Madre del Emperador Constantino o una invención de la Edad Media. Sin embargo esto es falso.
La veneración de reliquias está testimoniada desde los mismísimos comienzos de la Iglesia y siempre se ha tratado de lo mismo: tratarlas con veneración/respeto y orar junto a ellas alabando a Dios por el testimonio que este hermano dio en vida. Así lo testimonian escritos de la Iglesia Primitiva, por ejemplo(1):
"Tomamos sus huesos que eran más valiosos que las piedras preciosas y más refinados que el oro y los depositamos en un lugar adecuado. Y allí nos reunimos siempre que podemos, el Señor nos dará celebrar con gozo y alegría el aniversario de su martirio" ("El Martirio de Policarpo", 150 DC)
Solamente las partes más duras se sus reliquias se dejaron y estas las enviamos a Antioquia envueltas en lino como un inestimable tesoro dejado a la Santa Iglesia como cuenta de la gracia que ha sido en este martir" (El Martirio de San Ignacio", 108DC)
"No adoramos [las reliquias]porque tememos [cometer el error de] inclinarnos ante la creatura antes que a su Creador,pero sí veneramos las reliquias de los mártires en orden a adorar a Aquel por quien fueron martirizados" (San Jerónimo, siglo IV)
La mejor evidencia es que desde los primeros templos cristianos (el primero hallado está cerca de Jerusalén y data del siglo II) contienen en sus altares reliquias de mártires, de hecho las catacumbas son cementerios subterráneos de los primeros mártires romanos en los que los primeros cristianos se reunían cada domingo a celebrar misa, junto a la tumba, las reliquias de sus mártires. Esto posiblemente se haya originado en la interpretación que los primeros cristianos hicieron de Ap. 6,9:
"Vi debajo del altar las almas de los que habian sido inmolados a causa de la Palabra de Dios y del testimonio que habían dado"
y como se trata de un tiempo donde los apóstoles y muchos de los primeros discípulos todavía vivían con seguridad no puede ser una interpretación erróneaSin embargo Ap.6,9 no es el único fundamento bíblico para entender porque nuestros primeros hermanos en la fe veneraban las reliquias de sus mártires:
- Un hombre resucitó cuando entró en contacto con los huesos de Eliseo (IIRey 13,21)
- La hemorroísa sanó al tocar la ropa de Jesús (Mc.6,27-34; Mt.9,20-22; Lc.8,43-48)
- Los lienzos o pañuelos que tocaban el cuerpo de Pablo se les ponían a los enfermos y estos sanaban (Hech.19,12)
La Iglesia Católica ha continuado en la linea de los primeros cristianos y en sintonía con la Palabra de Dios por lo que ha mantenido a lo largo de los siglos el respeto y la veneración por las reliquias de sus mártires y santos.
Todos los católicos cuando oran en sus templos, aunque a veces no lo sepan oran junto a las reliquias de algún santo ya que continuando con la tradición de los primeros cristianos que celebraban misa en las catacumbas cada altar contiene una pequeña reliquia incrustada recuerdo del testimonio que esa persona dio por Cristo como ejemplo para cada uno de nosotros que también estamos llamados a ser testigos y recuerdo de la promesa de celebrar con Jesús en el cielo ya que tal vez cualquiera de nosotros pueda ser uno de los "compañeros de servicio y hermanos" (Ap.6,10-11) que los mártires que ya alcanzaron el cielo están esperando
Es también bastante usual que se lleven reliquias de los santos a los enfermos cuando se ora por sanación y esto tiene que ver ni más ni menos que con esta historia que cuenta Hech.19,12.
En ese caso la reliquia tiene un valor de sacramental, es decir un elemento externo que acompaña la oración de la Iglesia que intercede por el enfermo con los fundamentos que explicábamos más arriba. Pero básicamente las reliquias siguen siendo ante todo un recordatorio del ejemplo de alguien que vivió por Cristo y que nos demuestra que se puede ser un verdadero testigo de Jesús
Como podrás ver no se trata de superstición, ni de ocultismo, ni mucho menos de algo contrario a la Escritura.
El Detente
Imprimelo y llevalo encima ! |
La piadosa práctica de llevar la
imagen del Sagrado Corazón de Jesús bajo la forma de escapulario, fue
recomendada por santa Margarita María. El Señor desea que se le mande
hacer una lámina con la imagen de su Sagrado Corazón, a fin de que todos
cuantos quieran rendirle sus homenajes en privado, puedan tenerlas en
sus casas, y otras pequeñas para llevarlas sobre sí. Santa Margarita
llevaba consigo esta imagen.
Es la insignia más popular y extendida. Sor Ana Magdalena Rèmuzat, religiosa de la Visitación, a quien el Señor le había revelado la futura plaga y el maravilloso auxilio que sería la devoción a su Divino Corazón, cuando la peste asoladora en 1720, en Marsella, Francia. Se extendió el «Detente» por toda la ciudad y sus aterrados moradores le dieron nombre de salvaguardia y protección, porque efectivamente lo fue para muchos millares de personas. También fue ocasión de divulgación de las letanías del Sagrado Corazón de Jesús.
Era el año de 1870, tiempo de pruebas y lágrimas para el pontificado del Papa Pio IX. Se cuenta que una señora romana, después de consagrar al Sagrado Corazón y a la Santísima Virgen a su hijo que partía para la guerra, al darle su bendición le entregó un «Detente» que ella misma dibujo sobre un pedazo de paño rojo diciéndole: "Él te devolverá sano y salvo a mi cariño". El joven asistió a reñidísimos combates, las balas silbaban a su alrededor, ya están muertos las tres primeras filas, sus compañeros de derecha e izquierda habían caído; una bala llegó también a su pecho donde tenía el «Detente» y allí se detuvo. Minutos después un refuerzo de tropas llegó a asegurar la victoria y el hijo volvió a abrazar a su madre, quien contó lo ocurrido al Santo Padre el Papa, recibiendo por respuesta estas palabras: «¡Detente, el Corazón de Jesús está conmigo! » Y el Papa añadió bendiciéndolo: «Doy mi bendición a este Corazón de Jesús y quiero que todo lo que se haga conforme a este modelo reciba esta misma bendición sin que tengan necesidad de ninguna otra».
Es la insignia más popular y extendida. Sor Ana Magdalena Rèmuzat, religiosa de la Visitación, a quien el Señor le había revelado la futura plaga y el maravilloso auxilio que sería la devoción a su Divino Corazón, cuando la peste asoladora en 1720, en Marsella, Francia. Se extendió el «Detente» por toda la ciudad y sus aterrados moradores le dieron nombre de salvaguardia y protección, porque efectivamente lo fue para muchos millares de personas. También fue ocasión de divulgación de las letanías del Sagrado Corazón de Jesús.
Era el año de 1870, tiempo de pruebas y lágrimas para el pontificado del Papa Pio IX. Se cuenta que una señora romana, después de consagrar al Sagrado Corazón y a la Santísima Virgen a su hijo que partía para la guerra, al darle su bendición le entregó un «Detente» que ella misma dibujo sobre un pedazo de paño rojo diciéndole: "Él te devolverá sano y salvo a mi cariño". El joven asistió a reñidísimos combates, las balas silbaban a su alrededor, ya están muertos las tres primeras filas, sus compañeros de derecha e izquierda habían caído; una bala llegó también a su pecho donde tenía el «Detente» y allí se detuvo. Minutos después un refuerzo de tropas llegó a asegurar la victoria y el hijo volvió a abrazar a su madre, quien contó lo ocurrido al Santo Padre el Papa, recibiendo por respuesta estas palabras: «¡Detente, el Corazón de Jesús está conmigo! » Y el Papa añadió bendiciéndolo: «Doy mi bendición a este Corazón de Jesús y quiero que todo lo que se haga conforme a este modelo reciba esta misma bendición sin que tengan necesidad de ninguna otra».
Luego el mismo Pio IX dictó la siguiente oración:
Ábreme oh buen Jesús,
las puertas de tu Sagrado Corazón,
úneme a Él para siempre.
las puertas de tu Sagrado Corazón,
úneme a Él para siempre.
Que todas las respiraciones y
palpitaciones de mi pobre corazón aún
cuando esté durmiendo, te sirvan de
testimonio de mi amor y te digan sin
cesar: Señor, te amo.
palpitaciones de mi pobre corazón aún
cuando esté durmiendo, te sirvan de
testimonio de mi amor y te digan sin
cesar: Señor, te amo.
Recibe el poco bien que yo hago,
y dame tu santa gracia para reparar
todo el mal que he hecho.
y dame tu santa gracia para reparar
todo el mal que he hecho.
Para que te ame en el tiempo y te alabe
por toda la eternidad, Amén.
por toda la eternidad, Amén.
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.
Y ojalá que todos los que lleven este «Detente» aprendan de memoria esta oración y la recen con frecuencia y así puedan tener una mayor seguridad de la protección divina. La práctica del «Detente» es santa como santo es el culto y el amor a Jesucristo. Es fructuosa por las virtudes que ejercita de fe, oración, amor y esperanza; por las grandes gracias y favores que se han obtenido y se obtienen de su uso.
El «Detente» significa: ¡«Detente»! Satanás, tentación, pasión, peligro, enemistad, tristeza, penas, infierno, que el Corazón de Jesús, mi Dios, mi Redentor, mi amor, mi esperanza, mi todo, está conmigo.
Por lo tanto, llevar el «Detente» del Sagrado Corazón y llevarlo con amor y fe, es lo mismo que si lleváramos un escudo contra toda clase de peligros. Procuremos que los enfermos, niños, jóvenes, ancianos y todo el mundo lleven encima un «Detente», en la cartera o debajo de la almohada (en el caso de enfermos). Si es un «Detente» escapulario, debe ser impuesto. Algunos militares se los imponen ellos mismos para siempre.
En Cádiz, España, colocaban placas del Sagrado Corazón en las puertas de las casas, recomendaban ponerlas también en los automóviles, para darle culto y recibir muchas bendiciones. Todo esto, lo mismo que las entronizaciones del Sagrado Corazón, responde al deseo del Señor expresado a santa Margarita María y confirmado por los sumos Pontífices, de ser honrado en la imagen de su Sagrado Corazón, cuyas 12 promesas todos conocemos.
La Medalla Milagrosa
Después del crucifijo y el escapulario marrón, la Medalla Milagrosa es probablemente el sacramental más popular que usan los católicos. Junto con el rosario y el escapulario marrón, comparte la especial distinción de haber sido diseñada en el cielo mismo.
En 1830, la Santísima Virgen María se apareció tres veces a santa Catalina Labouré, una novicia de veinticuatro años de la Hijas de la Caridad en París (Francia). Nuestra Señora le reveló el modelo de una medalla que ordenó fuera acuñada, prometiendo gracias abundantes a los que la utilizaran: “Haz acuñar una medalla según este modelo; las personas que la usen bendecida, y recen esta oración con devoción, gozarán de manera especial la protección de la Madre de Dios.” Al principio se conocía como la Medalla de la Inmaculada Concepción, pero llegó a llamarse la Medalla Milagrosa en cuanto la devoción se extendió a todo el mundo y se obraron maravillosas curas espirituales y físicas. Varios papas la dotaron de muchas indulgencias.
La Medalla Milagrosa está llena de simbolismos. En la parte frontal de la medalla se encuentra la Santísima Virgen parada sobre la mitad del globo. Esto simboliza su poder real sobre el mundo, sobre las naciones y sobre todas las almas. Los rayos luminosos que irradian de sus manos representan las gracias que Nuestra Señora obtiene para los que las piden. Asimismo, aplasta la cabeza de la serpiente. Esta imagen representa la enemistad entre Nuestra Señora y Satanás, entre el bien y el mal.
Alrededor de la imagen de Nuestra Señora se halla la siguiente invocación: “Oh, María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti.” Llama la atención que esta declaración explícita de la Inmaculada Concepción precediera la solemne declaración de este dogma hecha por el papa Pío IX en 1854. Fue el sello de aprobación del cielo, y sería reafirmada en 1858 en Lourdes, cuando la Señora de las Apariciones declaró a santa Bernardita: “Yo soy la Inmaculada Concepción.”
En el lado dorsal de la medalla se trazan doce estrellas, que representan los doce privilegios de Nuestra Señora. También simbolizan a los doce apóstoles, y nos recuerdan que Nuestra santa Madre es la Reina de los apóstoles. En el centro, el monograma de María (la letra ‘M’) está coronado por una cruz, la cual tiene una barra en su base. La ‘M’ representa a María, nuestra Madre y Mediatriz, y la cruz representa el amor infinito que nos tiene Cristo.
El siguiente ejemplo, que ocurrió en 1837, prueba el poder de este sacramental y la bondad de la Santa Virgen María. Un fraile había estado sufriendo por mucho tiempo de un pie malo, que ningún remedio podía curar. Su enfermedad se agravaba cada día que pasaba. El cirujano juzgó que era necesario amputar. Asustado por la posibilidad de esta operación, el paciente recurrió a la oración, mas sintió poco alivio. Una noche, cuando sufría más de lo normal, pensó recurrir a la medalla milagrosa que tenía alrededor del cuello. Se la quitó y deslizó la medalla entre las vendas que envolvían su pie, de tal manera que tocara la parte enferma. También rezó la pequeña oración: “Oh, María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti.”
Inmediatamente sintió que el dolor pasaba y cayó en un sueño profundo. Así quedó hasta las cinco de la mañana. Al despertar, se maravilló de encontrarse libre del dolor. Tocó su pie, lo movió, lo extendió: sin sufrir nada; la enfermedad había desaparecido totalmente. Corrió con su superior y le contó la historia de su milagrosa cura. La comunidad religiosa se unió a él en oraciones de acción de gracias.
Debajo del monograma se hallan el Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María. Según la iconografía tradicional, el Sagrado Corazón de Jesús está rodeado de una corona con espinas; el Inmaculado Corazón de María está traspasado por una espada. Juntos, estos dos corazones nos hablan del amor inseparable de Madre e Hijo. También hacen un llamamiento a nuestra conciencia de imitar la caridad y el sacrificio de Jesús y María. La caridad, esto es, el amor a Dios y el prójimo, siempre está unido a la cruz.
La Medalla Milagrosa es una señal de confianza en el cuidado y la protección maternal de Nuestra Señora. Aunque pequeña en tamaño, es potente espiritualmente. Hasta puede llamarse una oración en la forma de medalla: su propósito es inducirnos a invocar a Nuestra Señora. Nuestra Santa Madre diseñó ella misma esta milagrosa insignia de sus hijos fieles, y la Iglesia la bendice con la oración solemne y sanciona su uso devoto. Nuestra Señora prometió que los que la usaran recibirían por ello “gracias abundantes” y muchos favores maravillosos han alcanzado quienes le rezan con confianza.
Escapulario de la Virgen del Carmen
El escapulario del Carmen es
el signo externo de devoción mariana, que consiste
en la consagración a la Santísima Virgen María
por la inscripción en la Orden Carmelita, en la esperanza
de su protección maternal.
El distintivo externo de esta inscripción o consagración es el pequeño escapulario marrón.
El distintivo externo de esta inscripción o consagración es el pequeño escapulario marrón.
El escapulario del Carmen es
un sacramental, es decir, según el Concilio Vaticano
II, "un signo sagrado según el modelo de los sacramentos,
por medio del cual se significan efectos, sobre todo espirituales,
que se obtienen por la intercesión de la Iglesia".
(S.C.60).
2.- Origen y propagación
2.- Origen y propagación
A finales del siglo XII o principio
del XIII nacía en el monte Carmelo, de Palestina, la
Orden de los Carmelitas. Pronto se vieron obligados a emigrar
a Occidente. En Europa, tampoco fueron muy bien recibidos
por todos. Por ello el Superior General de la Orden, San Simón
Stock, suplicaba con insistencia la ayuda de la Santísima
Virgen con esta oración:
Flos Carmeli Vitis Florigera Splendor coeli Virgo puerpera Singularis y singular Mater mitis Sed viri nescia Carmelitis Sto. Propitia Stella maris |
Flor
del Carmelo viña florida esplendor del Cielo Virgen fecunda ¡Oh madre tierna! intacta de hombre a los carmelitas proteja tu nombre (da privilegios) Estrella del mar. |
En 1251, la Bienaventurada Virgen
María, acompañada de una multitud de ángeles,
se apareció a San Simón Stock, General de los
Carmelitas, con el escapulario de la Orden en sus manos, y
le dijo: "Tú y todos los Carmelitas tendréis
el privilegio, que quien muera con él no padecerá
el fuego eterno"; es decir, quien muera con él,
se salvará.
Este relato lo encontramos ya
en un santoral de fines del siglo XIV, que sin duda lo toma
de códices más antiguos. En el mismo siglo XIII
Guillermo de Sandwich O.C. menciona en su "Crónica",
la aparición de la Virgen a San Simón Stock
prometiéndole la ayuda del Papa.
La promesa del escapulario es
de tal trascendencia, que precisamente por ello suscitó
fuerte oposición.
Al vestir el escapulario, y durante
toda la vida, es muy importante que sepamos apreciar su profundo
y rico significado, como pertenencia a una Orden, a la del
Carmen, con obligación de vivir según su rica
espiritualidad y su propio carisma. Quien viste el escapulario
debe procurar tener siempre presente a la Santísima
Virgen y tratar de copiar sus virtudes, su vida y obrar como
Ella, María, obró, según sus palabras:
"He aquí la esclava del Señor, hágase
en mí según tu palabra".
El escapulario del Carmen es
un MEMORIAL de todas las virtudes de María. Así
lo recordaba a todos: religiosos, terciarios, cofrades. "Que
forman, por un especial vínculo de amor, una misma
familia de la Santísima Madre", el Papa Pío
XII, el 11.2.1950.
Reconozcan en este
memorial de la Virgen un espejo de humildad y castidad.
-
Vean, en la
forma sencilla de su hechura, un compendio de modestia y
candor.
-
Vean, sobre
todo, en esta librea que visten ida y noche, significada,
con simbolismo elocuente, la oración con la cual
invocan el auxilio divino.
-
Reconozcan,
por fin, en ella su consagración al Sacratismo Corazón
de la Virgen Inmaculada, s recientemente recomendada".
Cada escapulario tiene sus privilegios
o gracias particulares, pero todos pueden sustituirse por
la medalla-escapulario (cfr. Decreto de 16-XII-1910). Sería
falta de fe en la autoridad suprema del Vicario de Cristo
que confiere a esta medalla tal privilegio, creer que vale
menos, para ganar las promesas, llevar la medalla que los
trozos de paño (aunque en determinados casos, por otras
razones externas de mayor visibilidad, etc., puede ser preferible
el escapulario de paño).
La medalla-escapulario debe tener
por una parte la imagen de Jesús con el Corazón,
y por la otra una imagen de la Virgen bajo cualquier advocación.
Lo mismo que los escapularios ha de estar bendecida por un
sacerdote.
Es doctrina católica,
repetida por el Concilio Vaticano II: "El conjunto de
los fieles, porque tiene la unción del Espíritu
Santo (cfr. 1 Jn. 2, 20-27) no puede equivocarse cuando cree,
y esta peculiar propiedad suya la manifiesta por el sentido
sobrenatural de fe de todo el pueblo cuando, desde los Obispos
hasta los últimos fieles, presta su consentimiento
universal en lo referente a la fe y costumbres. Con este sentido
de fe... y bajo la guía del sagrado Magisterio... se
adhiere infaliblemente a ella, con certero juicio la penetra
más profundamente y la aplica más plenamente
a la vida" (L.G. 12).
Esta precisa y espléndida
formulación conciliar no puede ser más explícita.
Y es que la misma prerrogativa de infalibilidad concedida
por Jesús a su Vicario mediante la asistencia del Espíritu
Santo, tiene precisamente como finalidad que el conjunto del
Pueblo de Dios, su Iglesia y Cuerpo místico, no se
equivoque, por ejemplo, con una devoción aceptada por
todos.
En consecuencia: Si la promesa
del Escapulario aplicada a todos los fieles (proceda de la
visión de San Simón Stock o de donde sea) no
fuese verdadera, el Espíritu Santo no hubiera permitido
que la Iglesia, el conjunto del Pueblo de Dios, la tuviese
por cierta. Para muchos la prueba es irrefutable, ni para
ello es necesaria una definición del Magisterio Supremo.
Aunque sí hubo controversias y fueron dirimidas por
la Santa Sede
5.- Privilegio
sabatino
El Escapulario del Carmen además de la promesa de salvación para quienes mueran con él, lleva también consigo el llamado privilegio sabatino.
El Escapulario del Carmen además de la promesa de salvación para quienes mueran con él, lleva también consigo el llamado privilegio sabatino.
Según la tradición,
a la muerte de Clemente V (1314), en el cónclave que
duró dos años y tres meses, la Santísima
Virgen se apareció al Cardenal Jaime Duesa, muy devoto
de ella, y le anunció que sería Papa con el
nombre de Juan XXII, y añadió: "Quiero
que anuncies a los Carmelitas y a sus Cofrades: los que lleven
puesto el Escapulario, guarden castidad conforme con su estado,
y recen el oficio divino, - o los que no sepan leer se abstengan
de comer carne los miércoles y sábados -, si
van al purgatorio Yo haré que cuanto antes, especialmente
el sábado siguiente a su muerte sean trasladadas sus
almas al cielo".
Se ha escrito mucho sobre la
"Bula sabatina", que en ese sentido publicó
Juan XXII, pero no hay suficientes pruebas documentales de
ella. Sin embargo en el siglo XV es muy citada, por ejemplo
por el seudopapa Alejandro V (elegido por el Concilio de Pisa,
después de haber éste destituido a Gregorio
XII y Benedicto XIII, para acabar con el cisma; pero es claro
que uno de ellos debía ser legítimo, y un concilio
no puede destituirle, sin embargo algunos, como San Roberto
Belarmino, consideran a Alejandro V Papa verdadero, y el próximo
Alejandro se tituló VI); aunque su bula de 7-07-1409
confirmando el Escapulario no tenga valor magisterial, es
interesante su testimonio de que conocía la de Juan
XXII. Esta también fue citada por Sixto IV (1-04-1477),
Clemente VII (1530) y San Pío V (1566) - quienes además
citan y confirman la de Alejandro V -; etc.
En las citas de la "Bula
sabatina" por los diversos autores, se encuentran diversas
lecturas de ella (lo que prueba que no dependen de un solo
documento inmediato). Por ejemplo, algunos en vez de ser "sábado"
cuando la Virgen socorre a los cofrades del purgatorio leen
"súbito" (cuanto antes), lo que parece una
errata de transcripción, aunque así ha pasado
a la liturgia y a las encíclicas de Pío XII.
El privilegio sabatino fue muy
impugnado, no histórica, sino teológicamente,
llegando el Inquisidor General de Portugal, en 1609, a prohibir
a los Carmelitas el predicarlo. Estos apelaron al Romano Pontífice,
quien confió la causa al Santo Oficio, y por fin, en
1613 dio un decreto renovado literalmente por Inocencio XI
(1678), San Pío X (1908) y Pío XI (1922). En
él se estableció: se permite a los PP. Carmelitas
predicar que el pueblo cristiano puede creer... (sigue lo
dicho antes).
Pío XII en su citada Carta
Magna del Escapulario del Carmen de 1950, enseña: "A
la verdad, no dejará la piadosísima Madre que
sus hijos que expían sus culpas en el purgatorio, no
consigan cuanto antes la vida eterna por su intervención
delante de Dios, en conformidad con el privilegio sabatino".
En resumen: el privilegio sabatino
consiste en que la Santísima Virgen sacará del
purgatorio cuanto antes, especialmente el sábado después
de su muerte, a quienes hayan muerto con el Escapulario y
durante su vida hayan guardado castidad según su estado
y rezado todos los días el oficio parvo. (Este se puede
sustituir por la Liturgia de las Horas o por la abstinencia
de carne los miércoles y sábados, o un sacerdote
con facultad para ello, lo puede conmutar por otra obra piadosa,
v.gr. el rezo diario del Rosario). Si uno peca contra la castidad
o deja un día de hacer la obra prescrita, podrá
recuperar el privilegio al confesarse y cumplir la penitencia
(de manera semejante a como se recuperan los méritos
perdidos por el pecado mortal, lo cual parece casi excesiva
generosidad de Dios, pero es doctrina católica).
La certeza de este privilegio
más que histórica, como decíamos del
Escapulario, está fundada en la potestad de la Iglesia
que así lo propone y recomienda. Sería temerario
y ofensivo para la Iglesia, cuya Cabeza es Cristo y su alma
vivificante el Espíritu Santo, creer que comete una
equivocación secular y universal en algo que pertenece
a la doctrina y vida cristiana.
En 1950 recordaba
Pío XII: "Ciertamente, la piadosa Madre no dejará
de hacer que los hijos que expían en el Purgatorio sus
culpas, alcancen lo antes posible la patria celestial por su
intersección, según el llamado privilegio sabatino,
que la tradición nos ha trasmitido" con estas palabras:
"Yo, su Madre de Gracia,
bajaré el sábado después de su muerte
y a cuantos - religiosos, terciarios y cofrades - hallaré
en el Purgatorio los liberaré y los llevaré
al monte santo de vida eterna".
Por su profundo simbolismo mariano,
por los grandes privilegios y por el gran amor y privilegiada
asistencia, que ha manifestado a través de los siglos
la Santísima Virgen del Carmen a quienes visten devotamente
su escapulario, es lo que tan prodigiosamente se ha extendido
por doquier esta piadosa devoción de vestir su escapulario.
Sobre todo por
su rico simbolismo: ser hijo de María, ver en él
todas las virtudes de María, ser símbolo de nuestra
consagración filial a la Madre Amable. Por Morir en gracia
de Dios, quien lo vista piadosamente. -
Por que saldrá
del Purgatorio cuanto antes quien muera devotamente con
él.
-
Por llegar su
protección a todos los momentos de la vida, a la
muerte y aún más alla". En la vida protejo;
en la muerte ayudo, después de la muerte salvo, con
sus credenciales.
-
Por los innumerables
prodigios que ha obrado.
-
Por las relaciones
con sus apariciones mas recientes en Lourdes y Fátima.
7.- Indulgencias
He aquí las indulgencias plenarias y parciales para los que visten el escapulario.
A).- Indulgencias plenarias.-
1. El día que se viste el escapulario y el que es inscrito en la Tercera Orden o Cofradía.
2. En estas fiestas:
a) Virgen del Carmen (16 de Julio o cuando se celebre);
b) San Simón Stock (16 de mayo);
c) San Elías Profeta (20 de Julio);
d) Santa Teresa de Jesús (15 de Octubre),
e) Santa Teresa del Niño Jesús (1 de octubre);
f) San Juan de la Cruz (14 de Diciembre);
g) Todos los Santos Carmelitas (14 de Noviembre).
B).- Indulgencias Plenaria el día del Carmen.- El día del Carmen, 16 de Julio, o en la fecha que exactamente se celebre, tiene concebida una indulgencia plenaria.
C).- Indulgencia parcial.- Se gana indulgencia parcial por usar piadosamente el santo escapulario. Se puede ganar no sólo por besarlo, sino por cualquier otro acto de afecto y devoción. Y sólo al escapulario, sino también a la medalla-escapulario.
8.- Recomendación pontificia
Desde el siglo XVI -que es cuando se extiende por toda la cristiandad el uso del escapulario del Carmen- casi todos los Papas lo han vestido y propagado. El Papa Juan Pablo II, que es terciario carmelita, ha recordado en diversas ocasiones que viste con devoción, desde niño, el escapulario del Carmen.
La Iglesia, como reconocimiento y estímulo de las más importantes verdades y prácticas cristianas, instituye las fiestas litúrgicas (misa y oficio propio, etc.). Ese es el valor que tiene la fiesta de la Virgen del Carmen, el 16 de julio, extendida por Benedicto XIII a toda la Iglesia universal. Además a la Virgen del Carmen la veneran como Patrona de pescadores, marineros y toda la gente del mar; también la república de Chile bajo su advocación de Nuestra Señora del Carmen de Maipú.
9.- Bendición e imposición
La Sagrada Penitenciaria Apostólica -de quien depende esta legislación- ha dicho que se recomienda el uso tradicional del escapulario en cuanto a tamaño, materia, color, etc., que pueden usarse también otros.
Cualquier sacerdote puede bendecir e imponer el escapulario del Carmen a los fieles en general.
Para quedar inscrito en la cofradía organizada o Tercera Orden del Carmen, este sacerdote debe estar facultado por el superior General de los Carmelitas. Los simples fieles no pueden bendecirlos ni imponerlos.
Esta es la fórmula para bendecirlo e imponerlo: V: Muéstranos Señor, tu misericordia.- R: Y danos tu salvación. V: Escucha, Señor, mi oración. R: Y llegue a ti mi clamor. V: El Señor esté con vosotros. R: Y con tu espíritu.
OREMOS. Señor nuestro Jesucristo, Salvador del género humano, bendice con tu diestra a est hábito que, por tu amor y el de tu Madre la Virgen María del Monte Carmelo, va a llevar con devoción tu siervo (o sierva), a fin de que por la intercesión de tu misma Madre y defendido(a) del maligno espíritu, persevere en tu gracia hasta la muerte: Que vives y reinas por los siglos de los siglos.- R: Así sea.
A continuación rocía el escapulario con agua bendita y después lo impone a la persona o personas (a cada una por separado). Diciendo a cada una.
Recibe este hábito bendito, suplicando a la Santísima Virgen que, por sus méritos, lo lleves sin mancha, le defienda contra todas las adversidades y te conduzca a la vida eterna. R: Así sea.
Y añade: Yo, usando de la potestad que se me ha concedido, te recibo a la participación de todos los bienes espirituales que, por la misericordia de Jesucristo, practican los religiosos Carmelitas. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.- R: Así sea.
Que te bendiga el Creador del cielo y de la tierra, el Dios todopoderoso, que se ha dignado incorporarle a la Cofradía de la Santísima Virgen del monte Carmelo, a quien imploramos que en la hora de tu muerte abata la cabeza de la serpiente infernal y finalmente, consigas las palmas y la corona de la herencia sempiterna. Por Jesucristo nuestro Señor.- R: Así sea. Y rocía el nuevo cofrade con agua bendita. Cuando son más de una de las personas que han de recibir el santo escapulario, se dice en plural. No deje de exhortarles a que vistan dignamente el escapulario, tratando de imitar las virtudes de María.
En caso de necesidad, basta para bendecir el escapulario la señal de la cruz del sacerdote y las palabras. "En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén".
10. Tipos de escapularios Escapulario café (Carmelita)
La Virgen María, se aparece al General San Simon Stock, en el convento de la ciudad de Cambridge (Inglaterra) el 16 de julio de 1251. San Simón, ya cansado por su avanzada edad, y debilitado por la penitencia, pedía a Dios por las angustias y tribulaciones que su orden padecía constantemente. Suplicaba a la Virgen, que lo socorriera con una Gracia especial. Ella, ante el llamado suplicante de su hijo, apareció rodeada de ángeles, con el Escapulario en sus manos. Le dijo : " Recibe, hijo mío, amadísimo, esta prenda de mi amor para con vosotros, este será un privilegio, para ti y para todos cuantos lo usen ; Quien muera con él, no irá al fuego del infierno".
- Escapulario verde
" Esta insignia santa de mi Inmaculado Corazón ha de ser un gran medio para la conversión de almas..."
Por un periodo de mas de seis años, La Virgen se le apareció a la Hermana Justina y le respondió muchas preguntas con relación al escapulario y a su uso. La Virgen María dijo que el Escapulario Verde no necesita ninguna bendición especial, y no necesita inscripción como el Escapulario Café. Puede ser bendecido por cualquier Sacerdote. Si la persona que nosotros queremos que se beneficie de este escapulario no conviene en llevarlo consigo, este se puede colocar en cualquier sitio de su habitación. Cada día se debe decir la siguiente oración: "Inmaculado corazon de maria, ruega por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte" Si la persona por quien se tiene intención en el escapulario no va a decir la oración, entonces aquel que lo regala debe de decirla en su lugar, todos los días. La Virgen María dijo:
"Las gracias mas grandes se obtienen por el uso del escapulario, pero estas gracias vienen en proporción directa con el grado de confianza que el usuario tenga en mi." Santa Brigida tenía tal confianza en la Virgen María. Por esto la Virgen le reveló:" no hay pecador en el mundo, que aunque se encuentre en enemistad con Dios, no pueda regresar a Dios y recuperar su Gracia si el o ella tiene recurso a mi y pide mi asistencia."
Medalla (Cruz de San Benito)
La medalla de San Benito es un sacramental reconocido por la Iglesia con gran poder de exorcismo. Como todo sacramental, su poder está no en si misma sino en Cristo quien lo otorga a la Iglesia y por la fervorosa disposición de quién usa la medalla.
Descripción de la medalla:
En el frente de la medalla aparece San Benito con la Cruz en una mano y el libro de las Reglas en la otra mano, con la oración: "A la hora de nuestra muerte seamos protegidos por su presencia". (Oración de la Buena Muerte).
El reverso muestra la cruz de San Benito con las letras:
C.S.P.B.: "Santa Cruz del Padre Benito"
C.S.S.M.L. : "La santa Cruz sea mi luz" (crucero vertical de la cruz)
N.D.S.M.D.: "y que el Dragón no sea mi guía." (crucero horizontal)
En círculo, comenzando por arriba hacia la derecha:
V.R.S. "Abajo contigo Satanás"
N.S.M.V. "para de atraerme con tus mentiras"
S.M.Q.L. "Venenosa es tu carnada"
I.V.B. "Trágatela tu mismo".
PAX "Paz"
Bendición de la medalla de San Benito
(deber ser por hecha por un sacerdote)
Exorcismo de la medalla-Nuestra ayuda nos viene del Señor
-Que hizo el cielo y la tierra.
Te ordeno, espíritu del mal, que abandones esta medalla, en el nombre de Dios Padre Omnipotente, que hizo el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos se contiene.
Que desaparezcan y se alejen de esta medalla toda la fuerza del adversario, todo el poder del diablo, todos los ataques e ilusiones de satanás, a fin de que todos los que la usaren gocen de la salud de alma y cuerpo.
En el nombre del Padre Omnipotente y de su Hijo, nuestro Señor, y del Espíritu Santo Paráclito, y por la caridad de Jesucristo, que ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos y al mundo por el fuego.