Salesianos

LA PÍA SOCIEDAD DE SAN FRANCISCO DE 

SALES: Los Salesianos

 http://misionessalesianas.org

La Congregación fundada por Don Bosco nació el 18 de diciembre de 1859 en Turín, con 17 miembros (un sacerdote, 15 clérigos y un estudiante) además del propio Don Bosco, que tenía 44 años, con el nombre de Pía Sociedad de San Francisco de Sales en honor al obispo de Ginebra, a quien siempre admiró hasta el punto de elegirlo como protector y modelo de su nueva congregación.



Salesianos es el nombre que reciben los miembros de la Familia Salesiana. Se agrupan entorno a la congregación de Salesianos de Don Bosco o Sociedad de San Francisco de Sales.

Años más tarde, en 1875, nace Misiones Salesianas, cuando San Juan Bosco envió un grupo de diez misioneros a la Patagonia Argentina.

San Francisco de Sales

Nuestra misión es la educación de jóvenes, niños y niñas como herramienta para el desarrollo de los pueblos. Una educación de calidad basada en el amor, la razón y los valores cristianos para construir un mundo para todos.
La aportación educativa es muy amplia, desde la más sencilla formación elemental que se da en los centros de alfabetización, pasando por la formación profesional, hasta la enseñanza superior en algunas universidades. Desarrollando diferentes propuestas educativas, procurando rescatar lo lúdico, y estimulando las potencialidades en todas las dimensiones del ser humano.

El sueño que tuvo a los 9 años marcó la vida del pequeño Juan Bosco. Tardó en interpretarlo, pero cuando comprendió lo que significaban los lobos, las ovejas y la mujer que brillaba junto a él lo puso en práctica hasta el último día de su vida.

Cuando ingresó en el seminario mayor de Turín, Don Bosco empezó, con la aprobación de sus superiores, a reunir todos los domingos a un grupo de chiquillos abandonados de la ciudad en una especie de escuela y lugar de recreo al que llamó Oratorio Festivo.

Ese primer oratorio se llamó San Francisco de Sales. La primera iglesia construida en Valdocco por Don Bosco fue dedicada a San Francisco de Sales. En su habitación, Don Bosco tenía un letrero en el que estaba escrito el famoso mensaje divulgado por él "Da mihi animas, cætera tolle" ("Dame almas, llévate lo demás"), una frase bíblica que solía repetir San Francisco de Sales.

El apelativo salesiano hace, por tanto, referencia al obispo de Ginebra, pero no sólo a su persona, sino también a su espíritu y a su mensaje, transmitidos por Don Bosco. Este sentido salesiano se ve en toda su autenticidad en un pequeño tratado que escribió sobre el Sistema Preventivo y cuya puesta en práctica supone la bondad, dulzura y mansedumbre del que, junto el amor, surge la espiritualidad salesiana, que es la espiritualidad de Don Bosco.


No tardó en darse cuenta de que todo el bien que hacía por sus chicos se perdía con las malas influencias del exterior y decidió construir sus propios talleres de aprendizaje. Los dos primeros fueron inaugurados en 1853. En 1856 había ya 150 internoscuatro talleres, una imprenta, cuatro clases de latín y 10 sacerdotes. Los jóvenes externos eran 500.

En diciembre de 1859, Don Bosco y sus compañeros deciden finalmente organizar la congregación, cuyas reglas habían sido supervisadas por Pío IX. El 2 de febrero de 1860 es aceptado el primer coadjutor. El 23 de julio de 1864 llega de la Santa Sede el "decreto de alabanza de la Sociedad". Más tarde, el 1 de marzo de 1869, 15 años después, llega su aprobación y, finalmente, el 3 de abril de 1874 llega la aprobación de las Constituciones por parte de la Santa Sede.

ESPIRITUALIDAD SALESIANA

Al hablar de ESPIRITUALIDAD SALESIANA entendemos el conjunto de principios, ideas, sentimientos y modelos de comportamiento que caracterizan a los discípulos de Don Bosco en su deseo de ser fieles al Espíritu Santo.

La ESPIRITUALIDAD SALESIANA nos hace pensar en una especie de "ROSTRO SALESIANO" definido por una serie de aspectos que lo componen. Cuando decimos "ESPIRITUALIDAD SALESIANA" nos referimos a la espiritualidad propia de todas aquellas personas que, dentro de un grupo reconocido, comparten verdadero parentesco espiritual y una consanguinidad apostólica como herederos y portadores del espíritu y la misión que El Espíritu Santo confió a Don Bosco para la vida de la Iglesia.


Rasgos que definen este "Rostro Salesiano"
1. La caridad pastoral.
Se trata de un impulso apostólico que mueve a buscar a Dios y a llevar su mensaje (el Evangelio) a las personas, especialmente, a los jóvenes. La caridad pastoral es el centro y la síntesis de la espiritualidad salesiana.

2. La gracia de unidad
La gracia de la unidad tiene otros nombres que ayudan a entender su significado: interioridad apostólica, dimensión contemplativa de la vida, síntesis vital, único movimiento de amor a Dios y a los jóvenes, liturgia de la vida... Consiste en vivir la gracia de la unificación de la persona tanto en su relación con Dios como en el servicio a las personas.

3. El estilo de oración
Desde la manera de orar de Don Bosco, la oración salesiana tiene estas características:

* en su inspiración: está motivada por el deseo de llevar el evangelio a la vida de los jóvenes
* en su estilo: es juvenil, popular, gozosa, creativa, sencilla, unida a la vida.
* en las formas: va a lo esencial: Palabra de Dios, Eucaristía, Penitencia, Presencia de María Auxiliadora.
4. La misión juvenil y popular.
Amor de predilección por los jóvenes: Los jóvenes no son simples beneficiarios de una actividad; son la vocación del salesiano. "Me basta que seáis jóvenes para amaros" decía Don Bosco. El pueblo es el ambiente natural y ordinario donde se hace la opción juvenil, el lugar social y humano donde se busca y se encuentra a la juventud.
5. El optimismo y el gozo de la esperanza
"Nosotros hacemos consistir la santidad en estar siempre alegres" decía Domingo Savio, alumno de Don Bosco, a un compañero nuevo en el Oratorio. Partiendo del Cristo Resucitado, este optimismo se traduce en:
* tener fe en la victoria del bien: para ello, hay que saber conectar con la cuerda sensible del corazón.
* estar abiertos a los valores humanos: más que lamentarse, el salesiano capta los valores del mundo y trata de darles cauce adecuado de cara a la educación de la fe.
* educar en las alegrías cotidianas: la educación trata de aprender a saborear con sencillez las múltiples alegrías humanas que Dios ha puesto en nuestro camino.

6. La ascesis de la bondad
El amor, en la educación, es pedagogía; pero no sólo. El amor es... ¡TODO! Cuando esto se da (el sentirse llamado lo garantiza) el joven es amado y se da cuenta de ello; y desde esta experiencia, el joven da, lo da todo, se da. Esto exige del educador salesiano una ascesis continua y profunda para dar cabida, en la propia existencia, al joven y su anhelo de Dios.

7. El trabajo y la templanza
Ser consecuente con el "ser salesiano" lleva consigo el ser un gran trabajador... como lo fue Don Bosco. Al mismo tiempo, la tarea de la educación impone una actitud de libertad "de" y "para". Este proceso de liberación exige, para que la melodía suene armónica, que el educador esté siempre ¡templado!, afinado. El trabajo y la templanza constituyen el campo de la ascesis salesiana.

8. El espíritu de iniciativa
Una de las manifestaciones del celo propio de la "caridad pastoral" es el espíritu de iniciativa. Es una labor de discernimiento espiritual que propicia el lanzamiento generoso, desde la confianza en El Señor, a la misión evangélica dentro de las múltiples posibilidades que ofrece la vida concreta.

9. El arraigo en el misterio de Cristo y la vida en manos de María
El "hombre nuevo" al que tiende la educación promovida por Don Bosco y por sus hijos, es el hombre nuevo proclamado por Jesucristo. Estar arraigado en Cristo es la alegría más íntima que puede tener un miembro de la Familia Salesiana. En el misterio cristiano aparece María, en su relación vital con su Hijo; Ella, desde ahí, nos enseña el camino que conduce hacia ÉL; es Educadora: Inmaculada y Auxiliadora.

10. El sentido de Iglesia
Del amor a Cristo nace inseparablemente el amor a su iglesia
El salesiano se ve a sí mismo como miembro vivo de la Iglesia viva: ¡ni más... ni menos! Desde el sentido fuerte de Iglesia universal vive la pertenencia activa a la Iglesia local trabajando en comunión con todos: seglares, sacerdotes, religiosos. El amor y la fidelidad al sucesor de Pedro es una muestra clara del amor a la Iglesia.


La Congregación fundada por Don Bosco nació el 18 de diciembre de 1859 en Turín, con 17 miembros (un sacerdote, 15 clérigos y un estudiante) además del propio Don Bosco, que tenía 44 años, con el nombre de Pía Sociedad de San Francisco de Sales en honor al obispo de Ginebra, a quien siempre admiró hasta el punto de elegirlo como protector y modelo de su nueva congregación.

Salesianos es el nombre que reciben los miembros de la Familia Salesiana. Se agrupan entorno a la congregación de Salesianos de Don Bosco o Sociedad de San Francisco de Sales.

Años más tarde, en 1875, nace Misiones Salesianas, cuando San Juan Bosco envió un grupo de diez misioneros a la Patagonia Argentina.

Nuestra misión es la educación de jóvenes, niños y niñas como herramienta para el desarrollo de los pueblos. Una educación de calidad basada en el amor, la razón y los valores cristianos para construir un mundo para todos.

La aportación educativa es muy amplia, desde la más sencilla formación elemental que se da en los centros de alfabetización, pasando por la formación profesional, hasta la enseñanza superior en algunas universidades. Desarrollando diferentes propuestas educativas, procurando rescatar lo lúdico, y estimulando las potencialidades en todas las dimensiones del ser humano.

El sueño que tuvo a los 9 años marcó la vida del pequeño Juan Bosco. Tardó en interpretarlo, pero cuando comprendió lo que significaban los lobos, las ovejas y la mujer que brillaba junto a él lo puso en práctica hasta el último día de su vida.

Cuando ingresó en el seminario mayor de Turín, Don Bosco empezó, con la aprobación de sus superiores, a reunir todos los domingos a un grupo de chiquillos abandonados de la ciudad en una especie de escuela y lugar de recreo al que llamó Oratorio Festivo.
Ese primer oratorio se llamó San Francisco de Sales. La primera iglesia construida en Valdocco por Don Bosco fue dedicada a San Francisco de Sales. En su habitación, Don Bosco tenía un letrero en el que estaba escrito el famoso mensaje divulgado por él "Da mihi animas, cætera tolle" ("Dame almas, llévate lo demás"), una frase bíblica que solía repetir San Francisco de Sales.

El apelativo salesiano hace, por tanto, referencia al obispo de Ginebra, pero no sólo a su persona, sino también a su espíritu y a su mensaje, transmitidos por Don Bosco. Este sentido salesiano se ve en toda su autenticidad en un pequeño tratado que escribió sobre el Sistema Preventivo y cuya puesta en práctica supone la bondad, dulzura y mansedumbre del que, junto el amor, surge la espiritualidad salesiana, que es la espiritualidad de Don Bosco.
No tardó en darse cuenta de que todo el bien que hacía por sus chicos se perdía con las malas influencias del exterior y decidió construir sus propios talleres de aprendizaje. Los dos primeros fueron inaugurados en 1853. En 1856 había ya 150 internoscuatro talleres, una imprenta, cuatro clases de latín y 10 sacerdotes. Los jóvenes externos eran 500.
En diciembre de 1859, Don Bosco y sus compañeros deciden finalmente organizar la congregación, cuyas reglas habían sido supervisadas por Pío IX. El 2 de febrero de 1860 es aceptado el primer coadjutor. El 23 de julio de 1864 llega de la Santa Sede el "decreto de alabanza de la Sociedad". Más tarde, el 1 de marzo de 1869, 15 años después, llega su aprobación y, finalmente, el 3 de abril de 1874 llega la aprobación de las Constituciones por parte de la Santa Sede.

ESPIRITUALIDAD SALESIANA
Al hablar de ESPIRITUALIDAD SALESIANA entendemos el conjunto de principios, ideas, sentimientos y modelos de comportamiento que caracterizan a los discípulos de Don Bosco en su deseo de ser fieles al Espíritu Santo.

La ESPIRITUALIDAD SALESIANA nos hace pensar en una especie de "ROSTRO SALESIANO" definido por una serie de aspectos que lo componen. Cuando decimos "ESPIRITUALIDAD SALESIANA" nos referimos a la espiritualidad propia de todas aquellas personas que, dentro de un grupo reconocido, comparten verdadero parentesco espiritual y una consanguinidad apostólica como herederos y portadores del espíritu y la misión que El Espíritu Santo confió a Don Bosco para la vida de la Iglesia.
Rasgos que definen este "Rostro Salesiano"

1. La caridad pastoral.
Se trata de un impulso apostólico que mueve a buscar a Dios y a llevar su mensaje (el Evangelio) a las personas, especialmente, a los jóvenes. La caridad pastoral es el centro y la síntesis de la espiritualidad salesiana.

2. La gracia de unidad
La gracia de la unidad tiene otros nombres que ayudan a entender su significado: interioridad apostólica, dimensión contemplativa de la vida, síntesis vital, único movimiento de amor a Dios y a los jóvenes, liturgia de la vida... Consiste en vivir la gracia de la unificación de la persona tanto en su relación con Dios como en el servicio a las personas.

3. El estilo de oración
Desde la manera de orar de Don Bosco, la oración salesiana tiene estas características:

* en su inspiración: está motivada por el deseo de llevar el evangelio a la vida de los jóvenes
* en su estilo: es juvenil, popular, gozosa, creativa, sencilla, unida a la vida.
* en las formas: va a lo esencial: Palabra de Dios, Eucaristía, Penitencia, Presencia de María Auxiliadora.

4. La misión juvenil y popular.
Amor de predilección por los jóvenes: Los jóvenes no son simples beneficiarios de una actividad; son la vocación del salesiano. "Me basta que seáis jóvenes para amaros" decía Don Bosco. El pueblo es el ambiente natural y ordinario donde se hace la opción juvenil, el lugar social y humano donde se busca y se encuentra a la juventud.

5. El optimismo y el gozo de la esperanza
"Nosotros hacemos consistir la santidad en estar siempre alegres" decía Domingo Savio, alumno de Don Bosco, a un compañero nuevo en el Oratorio. Partiendo del Cristo Resucitado, este optimismo se traduce en:
* tener fe en la victoria del bien: para ello, hay que saber conectar con la cuerda sensible del corazón.
* estar abiertos a los valores humanos: más que lamentarse, el salesiano capta los valores del mundo y trata de darles cauce adecuado de cara a la educación de la fe.
* educar en las alegrías cotidianas: la educación trata de aprender a saborear con sencillez las múltiples alegrías humanas que Dios ha puesto en nuestro camino.

6. La ascesis de la bondad
El amor, en la educación, es pedagogía; pero no sólo. El amor es... ¡TODO! Cuando esto se da (el sentirse llamado lo garantiza) el joven es amado y se da cuenta de ello; y desde esta experiencia, el joven da, lo da todo, se da. Esto exige del educador salesiano una ascesis continua y profunda para dar cabida, en la propia existencia, al joven y su anhelo de Dios.

7. El trabajo y la templanza
Ser consecuente con el "ser salesiano" lleva consigo el ser un gran trabajador... como lo fue Don Bosco. Al mismo tiempo, la tarea de la educación impone una actitud de libertad "de" y "para". Este proceso de liberación exige, para que la melodía suene armónica, que el educador esté siempre ¡templado!, afinado. El trabajo y la templanza constituyen el campo de la ascesis salesiana.

8. El espíritu de iniciativa
Una de las manifestaciones del celo propio de la "caridad pastoral" es el espíritu de iniciativa. Es una labor de discernimiento espiritual que propicia el lanzamiento generoso, desde la confianza en El Señor, a la misión evangélica dentro de las múltiples posibilidades que ofrece la vida concreta.



9. El arraigo en el misterio de Cristo y la vida en manos de María
El "hombre nuevo" al que tiende la educación promovida por Don Bosco y por sus hijos, es el hombre nuevo proclamado por Jesucristo. Estar arraigado en Cristo es la alegría más íntima que puede tener un miembro de la Familia Salesiana. En el misterio cristiano aparece María, en su relación vital con su Hijo; Ella, desde ahí, nos enseña el camino que conduce hacia ÉL; es Educadora: Inmaculada y Auxiliadora.

10. El sentido de Iglesia
Del amor a Cristo nace inseparablemente el amor a su iglesia
El salesiano se ve a sí mismo como miembro vivo de la Iglesia viva: ¡ni más... ni menos! Desde el sentido fuerte de Iglesia universal vive la pertenencia activa a la Iglesia local trabajando en comunión con todos: seglares, sacerdotes, religiosos. El amor y la fidelidad al sucesor de Pedro es una muestra clara del amor a la Iglesia.