San Wenceslao
Príncipe de Bohemia mártir
Protector de los Devotos al Santísimo Sacramento
San
Wenceslao era hijo del duque Vratislav I de Bohemia y de su esposa Drahomir, de
la estirpe occidental eslava de los Stodorané, y nieto del duque Borivoj de
Bohemia y de su esposa Santa Ludmila. Wenceslao era nieto de Ludmila. Vivió en
los albores del cristianismo en su país, habiendo nacido en los primeros años
del siglo X. La fecha de su muerte también es incierta y se cree que ocurrió
entre el 929 y el 935. Por aquel entonces, el cristianismo no estaba plenamente
enraizado en Bohemia, la actividad misionera y pastoral era muy difícil y había
que temer siempre a las reacciones de los habitantes del lugar,
mayoritariamente paganos.
En aquellos tiempos, la cristianización de Bohemia se
realizaba en una doble vertiente: la paleo eslava, heredera de la misión de los
santos Cirilo y Metodio en la vecina Moravia y la latina, proveniente de la
diócesis de Ratisbona. Según el análisis de las fuentes originales de la época,
Wenceslao se prestaba como un ejemplo de vida cristiana, uniendo armoniosamente
en si mismo las dos tradiciones misioneras: la eslava y la latina.
Tenía una
excelente preparación, algo raro entre los príncipes de la época: por parte de
su abuela Ludmila conocía la lengua y la liturgia eslava y por deseo de su
padre Vratislav, en el castillo de Budec, situado en Bohemia central, recibió
la iniciación en los ritos y libros latinos. La tradición dice que incluso
llegó a dominar la lengua griega, pero esto es bastante improbable.
El 13 de
febrero del año 921, cuando murió su padre con solo treinta y tres años de
edad, Wenceslao siendo aun menor de edad, recibió la responsabilidad de hacerse
cargo de los asuntos de Estado, bajo la tutela de su madre. Esta – que según la
tradición ya era cristiana aunque de manera muy superficial – entró en
conflicto con su abuela Ludmila por la forma en la que ella quería educar a su
nieto. Ante esto, Ludmila que era mucho más prudente y sensata que Drahomir, se
retiró modestamente al castillo de Tetin, donde fue asesinada la noche del 16
de septiembre del mismo año 921, por dos cortesanos de la madre de Wenceslao,
llamados Tunna y Gommon.
Wenceslao reaccionó: el traslado del cuerpo de Ludmila
y el internamiento de su madre Drahomir en Budec en el año 924, son indicios de
que Wenceslao tuvo posterior conocimiento de los hechos y asumió plenamente el
poder. Se hizo con el control de Bohemia occidental y central y según
testimonios de la misma época, llegó también a controlar la Bohemia meridional.
Durante su gobierno, su hermano Boleslav tuvo varias veces
la tentación de construir su propio feudo en el castillo de Stará Boleslav, con
la intención de extender sus dominios hacia la Bohemia oriental. Wenceslao
realizó una expedición militar hacia la parte central de la Bohemia oriental
donde, para evitar una batalla, se retó en duelo con el duque de aquellas
tierras. El duelo no tuvo lugar porque el duque se sometió voluntariamente y
Wenceslao le otorgó un cierto “status quo”. El territorio de su padre se
extendía más al este, pero en realidad era una soberanía indirecta, ya que en
Bohemia oriental aun existían pequeños ducados aun después de la muerte de
Wenceslao.
Wenceslao tuvo que proteger su territorio contra sus
vecinos occidentales. Por las crónicas de San Ruperto de Salsburgo, tenemos
conocimiento de una campaña militar contra Bohemia por parte del duque Arnolfo
de Baviera en el año 922 durante el período de regencia de Drahomir y
posteriormente, en los años 928-930, de otra campaña militar del rey Enrique I.
Las noticias que nos han llegado de esta última son muy confusas, llegándose a
decir que en el 929, Wenceslao había llegado con Enrique I a un cierto acuerdo
mediante el pago de un tributo, pero esto no tiene ningún sentido ya que no
existe ningún documento al respecto. Tal presunto tributo no significaría el
haber llegado a un acuerdo político para asentar un feudo verdadero y propio, sino
solamente un “tributum pacis” con la intención de calmar a un vecino inquieto y
evitar incursiones enemigas que devastaran sus tierras.
Este tipo de tributos
ya habían sido pagados en diversas ocasiones por parte de los duques de Bohemia
al Imperio Carolingio. Una leyenda tardía, denominada “Oriente iam sole”, de la
primera mitad del siglo XIII, cuenta que las relaciones entre Wenceslao y
Enrique I se transformaron en una amistad verdadera. A nivel político,
Wenceslao favoreció la política de los sajones y eso lo explica elocuentemente
tanto a nivel político como cultural, el hecho de que Wenceslao dedicase la
nueva catedral de Praga a San Vito, el patrono de Sajonia. Existe una antigua
hipótesis según la cual, originariamente la iglesia iba a ser dedicada a San
Enmeranno, que es el patrón de Baviera, pero esta hipótesis carece de todo
fundamento.
La vida de San Wenceslao está rodeada de leyendas, algunas
confirmadas posteriormente como verídicas. San Wenceslao vivía cercano a la
catedral, en un palacio de madera que tenía un pavimento de azulejos y que
estaba rodeado de otras construcciones en forma de terrazas en la ladera sur
del castillo, donde muy probablemente cultivaba viñedos, cuyo vino destinaba a
la celebración de la Santa Misa. Asimismo, existe una hipótesis acerca de que
en su tiempo se acuñaron las primeras monedas de Bohemia, pero esto, tampoco ha
podido confirmarse plenamente. Lo que si es completamente cierto, es que el
casco que utilizaba y que aun se conserva, tiene grabado sobre la nariz un
Crucifijo, cosa que también ocurre con su escudo de armas. La muerte de San
Wenceslao fue minuciosamente descrita en todas las leyendas antiguas, tanto las
paleoeslavas como las latinas.
El motivo principal de su muerte fue su celo por
implantar el cristianismo en su patria, aunque no faltan algunos otros motivos
menos religiosos, como la avidez de poder de su hermano Boleslav. Existen
también algunas otras motivaciones nacionalistas, privadas todas ellas de
fundamento alguno. El hecho es que debido a su talla moral y a su santidad
personal, este joven duque fue considerado como el santo más popular de Bohemia
y casi la piedra angular del antiguo e independiente Estado Bohemio.
Su muerte fue preparada por algunos correligionarios de su
hermano. Con el pretexto del aniversario de la dedicación de la iglesia de los santos
Cosme y Damián erigida por Boleslav en su castillo de Stará Boleslav, Wenceslao
fue invitado por su hermano para que lo visitase. Los asesinos no fueron
capaces de llevar a cabo su propósito durante el banquete posterior a las
celebraciones religiosas, pero Wenceslao, intuyendo proféticamente el peligro
que corría, hizo un brindis en honor de San Miguel Arcángel, el protector de
las almas de los hombres. Como él tenía la costumbre de viajar muy temprano,
después de visitar la iglesia y sin escolta, los asesinos vieron que aquella
sería una ocasión más favorable y poniéndose en contacto con un sacerdote
traidor, lo asaltaron delante de la puerta de la iglesia que estaba
intencionadamente cerrada. Wenceslao fue derribado y en señal de perdón hacia
sus enemigos, tiró la espada y no se defendió. El homicidio fue consumado por
parte de Csta, Tyra y Hnevsa, que eran compañeros de su hermano Boleslav. Dice
la leyenda que la sangre del mártir se esparció por toda la iglesia y que nadie se atrevió a limpiarla.
Probablemente se trataría
de un ambulatorio externo de madera que circundaba los edificios sagrados en
los tiempos de los carolingios y de los otones y que en la misma Bohemia,
circundaba también la iglesia del siglo X del castillo de Libice. En una
leyenda bastante tardía se añade que los asesinos le cortaron una oreja, que
posteriormente fue encontrada por su hermana Pribyslava, que la restituyó a la
cabeza del mártir.
La madre de Wenceslao no tomó parte en el asesinato de su
hijo y de hecho, recogió su cuerpo y como se vio en peligro, se refugió en la
región habitada por los charvatos, en la que muy probablemente se escribió la
primera leyenda paleo eslava sobre San Wenceslao. De la misma época es el
inicio del culto al santo en la Bohemia oriental. El traslado del cuerpo
posiblemente lo hizo su propio hermano, sepultándolo en el ábside meridional de
la iglesia de San Vito junto al altar dedicado a los apóstoles, exactamente en
el mismo lugar donde actualmente se encuentra la tumba en la catedral gótica.
Los restos del santo han sido analizados y el examen antropológico de sus
huesos revela que era un adulto joven, de alrededor de treinta años y de raza
nórdica. Dada su personalidad, inmediatamente después de su muerte comenzó su
culto en Bohemia y a mediados del mismo siglo X, en los ambientes occidentales
sajones. Antes de la erección de la diócesis de Praga en el 973, ya era
venerado, porque en la propia Bula de la erección se menciona el lugar de la
sepultura del santo, denominándola “Iglesia de San Vito y San Wenceslao”.
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Tuba de San Wenceslao. Catedral de Praga |
Los
primeros obispos de Praga fueron los primeros propagandistas de su culto,
especialmente el propio San Adalberto, quién influenció a un monje de la Abadía
de Montecassino llamado Cristiano, para que en su “Storia Ecclesiastica”,
incluyera una leyenda o biografía del santo. Desde el siglo XI fue reconocido y
venerado como el patrón principal y protector de Bohemia. Existen documentos
que confirman que ya a finales del siglo X (recordemos que el santo sufrió
martirio entre el 929 y el 935), el santo era venerado en Italia: la biografía
escrita por el obispo Gumpoldo de Mantova, la anotación en el Sacramentario de
Verona acerca de la festividad del santo o la biografía escrita por el monje
Lorenzo de Montecassino. A finales del siglo X, después de la reunificación
política del Estado Bohemio, comenzó el reparto de reliquias del santo entre
los países occidentales vecinos. De mediados del siglo XI, en tiempos del duque
Jaromir, son las primeras monedas en las que aparece la imagen de Wenceslao
como apóstol de la nación y como mártir. Fue el primer santo incluido en los
calendarios bohemios, aunque en el siglo XII se incluyó también a San
Adalberto. Desde el siglo XII, la imagen del santo se incluyó en los sigilos (o
sellos) de los soberanos de Bohemia.
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Reliquia del craneo de San Wenceslao |
En el año 1333 se le dedicó un altar en la mismísima
basílica de San Pedro en Roma y también por esas fechas su festividad litúrgica
fue introducida en la diócesis de Bamberg, Regensburg (Ratisbona) y otras
diócesis europeas, que también lo incluyeron en sus respectivos libros
litúrgicos. El Papa Clemente X, con un decreto del 26 de julio de 1670,
extendió su culto a toda la Iglesia Universal con rito semidoble. En el año
1729, el Papa Benedicto XIII decretó que su festividad fuera celebrada en toda
la Iglesia latina el día 28 de septiembre. Finalicemos diciendo que San
Wenceslao es venerado tanto por la Iglesia Católica como por la Iglesia
Ortodoxa. Antonio Barrero