Una espada de dolor atravesará tu corazón



Los Santos Trasverberados




Nuestro Señor en su último gesto de amor en la cruz, al morir, permitió que su corazón recién detenido por la muerte, fuera atravesado por la lanza del centurion, brotando así hasta la última gota de sangre de sus entrañas.
Sangre derramada en su totalidad por nosotros.




Un “transverberación” del amor más grande, el del Sagrado Corazón de Jesús.

Así mismo ha querido nuestro Rey y Señor, que muchos santos siguieran sus pasos.

Comenzando por la Santísima Virgen María, la Santa de las Santas, ella la purísima siguió en todo a Jesús, su Hijo nuestro Dios.


Corazones traspasados de amor:


La Santísima Virgen María



Y a ti una espada de dolor atravesará tu corazón




Del santo Evangelio según san Lucas 2, 33-35

En aquel tiempo, el padre y la madre del niño estaban admirados de las palabras que les decía Simeón. Él los bendijo, y a María, la madre de Jesús, le anunció: "Este niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento de muchos en Israel, como signo que provocará contradicción, para que queden al descubierto los pensamientos de todos los corazones. Y a ti, una espada te atravesará el alma". (Evangelio que se proclama el día de Nuestra Señora de los Dolores)


Se ve en este evangelio la contradicción y el dilema que supone la entrada de Cristo en nuestras vidas, lo revoluciona todo; nos hace tomar conciencia de que dejar atravesar la espada del amor de Cristo en nuestras vidas es doloroso, incluso llega hasta el alma.


Entrada esta espada hasta lo más íntimo del corazón se desvela nuestro pensamiento, nuestro anhelo más profundo: Cristo. Ese mismo dolor, pensamiento y anhelo es el que tiene María y quiere que le ayudemos a llevar hoy.


El dolor indescriptible de la cruz traspasa el alma de María (cf. Lc 2,35), pero no la paraliza. Al contrario, como Madre del Señor comienza para ella un nuevo camino de entrega. 
En la cruz, Jesús se preocupa por la Iglesia y por la humanidad entera, y María está llamada a compartir esa misma preocupación. Los Hechos de los Apóstoles, al describir la gran efusión del Espíritu Santo en Pentecostés, nos muestran que María comenzó su misión en la primera comunidad de la Iglesia. 
Una tarea que no se acaba nunca.

(Mensaje para la XXVI Jornada del enfermo, 2018).





La transverberación.

Es una experiencia mística de ser traspasado en el corazón causando una gran herida.

La "transverberación" (del latín "transverberatio", que significa "traspasar") es una experiencia mística de cercanía a Dios que implica un "fuego" y una "herida" en el corazón.
Dios se acerca a sus escogidos a través del dolor mas profundo. El dolor del corazón. Un dolor que se produce del deseo mas imperioso de salvar almas, y por la terquedad del hombre de aceptar su propia salvación.


Santa Teresa de Jesús. Doctora de la Iglesia


Ella describe en su "Libro de la Vida" (cap. 29,2), así:

«Ví a un ángel viniendo a mí hacia el lado izquierdo en forma corporal, lo que no suelo ver sino por maravilla. [...] No era grande, sino pequeño, hermoso mucho, el rostro tan ecendido que parecía de los ángeles muy subidos, que parecen todos se abrasan. Deben ser los que llaman Querubines [...]. Viale en las manos un dardo de oro largo, y al fin de el hierro me parecía tener un poco de fuego. Este me parecía meter por el corazón algunas veces, y que me llegaba a las entrañas. Al sacarle, me parecía las llevaba consigo y me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios. Era tan grande el dolor, que me hacía dar aquellos quejidos, y tan excesiva la suavidad que me pone este grandísimo dolor, que no hay desear que se quite, ni se contenta el alma con menos que Dios. No es dolor corporal sino espiritual, aunque no deja de participar el cuerpo algo, y aun harto. Es un requiebro tan suave que pasa entre el alma y Dios, que suplico yo a su bondad lo dé a gustar a quien pensare que miento» (Vida 29,13)




Luego escribió Santa Teresa


“Hirióme con una flecha

enherbolada de amor,

y mi alma quedó hecha

una con su Criador.

Yo ya no quiero otro amor,

pues a mi Dios me he entregado,

y mi Amado es para mí,

y yo soy para mi Amado”.


En la teología y en la espiritualidad católica la transverberación es considerada un regalo espiritual otorgado a personas que logran una intimidad mística con Dios, consistente en una «herida espiritual en el corazón», otorgada como señal del amor profundísimo a Dios por parte del místico.
El corazón de Santa Teresa fue atravesado un 26 de agosto de 1560.

(Santa Teresa de Jesús Fundadora de las Carmelitas Descalzas, Doctora de la Iglesia https://mariamatermisericordiae.blogspot.com/p/tersadeavila.html )



Santa Catalina de Siena (Doctora de la Iglesia):




En el año 1370, la Santa mística tiene los grandes éxtasis, los singulares fenómenos místicos del “cambio de corazones”, de la “muerte mística”, y de otros dones maravillosos. Cuando ella hablaba comunicaba un cierto no sé qué por el cual las mentes de los hombres se encontraban tan incitadas al bien y al placer de Dios que desaparecía toda tristeza del corazón de quien la escuchaba. Desaparecía también toda aflicción interna, toda pena era olvidada y le invadía una gran tranquilidad de ánimo.

(SANTA CATALINA DE SIENA, Virgen y Doctora de la Iglesia. Mística https://mariamatermisericordiae.blogspot.com/p/catalina.html )



Beata Beatriz de Nazaret, religiosa cisterciense:





Beatriz de Nazaret nació en el año 1200 en Tirlemont, en la diócesis de Lieja, Bélgica. Era la más pequeña de seis hermanos de una familia piadosa.

Su padre, el beato Bartolomé, y su madre, Gertrudis, eran conocidos por su profunda fe y su enorme piedad. Su padre, al quedar viudo, fundaría varios monasterios que ocuparían sus propios hijos e hijas.

Además de ser una niña seria y dedicada al estudio, en aquel tiempo ya empezó a infligir a su cuerpo duras penitencias y a sentir una profunda fe. Con 15 años decidió hacerse novicia. El jueves Santo de 1215 tomaba los hábitos. Un año después hizo su profesión y fue trasladada al convento de la Ramée donde aprendió el arte de la iluminación de manuscritos. En aquellos años Beatriz conoció a Ida de Nivelles, otra mística que sería su maestra y mentora.

Tiempo después, en Val-des-Vierges, en Oplinter, donde vivía con su padre, su hermano, hermanas y otras monjas, hizo los votos solemnes. Tras vivir en varios cenobios, Beatriz se instalaría definitivamente en el convento de Nazaret del que sería priora de 1237 hasta su muerte el 29 de agosto de 1268.

Un día se le apareció Nuestro Señor y le perforó el corazón con una flecha incandescente…


Santa Margarita María de Alacoque

Hoy no es extraño oír hablar del Sagrado Corazón de Jesús. En tiempos medievales santa Matilde de Hackeborn, santa Gertrudis de Helftaantes y la beata Ángela de Foligno dieron los primeros testimonios de esta devoción.




Pero no fue sino con santa Margarita María Alcoque, cuya memoria se celebra el 16 de octubre, que la Iglesia comenzó a poner verdadera atención en el Corazón amoroso del Señor y todo lo que ello implica.

Santa Margarita María Alacoque perteneció a la Orden de la Visitación de Santa María. Nació el 22 de julio de 1647 en la aldea de Hautecour, en Verosvres de la Borgoña, Francia (aunque en ese entonces pertenecía a España).

Las angustias económicas hicieron que su madre la urgiera a encontrar un buen partido para casarse, a fin de aliviar la situación familiar que era insostenible. Pero ella anhelaba otra cosa.

Un día, después de comulgar, respondió a su Señor que, aunque hubiese de costarle mil vidas, sólo sería religiosa. Luego declaró este deseo a sus familiares, pidiéndoles que despidieran a todos sus pretendientes. Tenía 22 años.


El obispo de Chalons la confirmó en su vocación; entonces Margarita le pidió permiso para añadir a su nombre el de María, por devoción a la Santísima Virgen; el obispo se lo concedió. Desde entonces se llamó Margarita María.

El 20 de junio de 1671, a los 24 años de edad, entró al convento del Monasterio de la Visitación de Paray le Monial, pues Jesús le dijo: «Es aquí donde te quiero». Luego de dos meses de ser postulante, hizo la profesión de sus votos.

En la festividad de san Juan Evangelista de 1673, sor Margarita María, que tenía 25 años, estando en adoración ante el Santísimo Sacramento, tuvo la primera de las manifestaciones visibles de Jesús, que se repetirían durante dos años, todos los primeros viernes de mes.

En 1675, durante la octava del Corpus Christi, Jesús se le manifestó con el Corazón abierto, y, señalándolo con la mano, dijo a Margarita María: «He aquí el Corazón que ha amado tanto a los hombres, que no se ha ahorrado nada, hasta extinguirse y consumarse para demostrarles su amor. Y en reconocimiento no recibo de la mayoría sino ingratitud».

Se sabe que su corazón fue traspasado y unido al corazón de jesús

(Santa Margarita María Alacoque. Confidente de las revelaciones del Sagrado Corazón de Jesús https://mariamatermisericordiae.blogspot.com/p/alacoque.html)

San Felipe Neri

Felipe Neri, el santo al que no le cabía el gozo en el cuerpo

En el 1500 en Roma no había escuelas, sino que abundaba la miseria, y bandas de niños abandonados a si mismos, ladronzuelos y siempre hambrientos llenaban las calles intentando robar a los que pasaban o llevarse algo de comida de los puestos del mercado.



Culto, apasionado de Dios (se dice que en su primer éxtasis el corazón se le dilató en el pecho rompiéndole dos costillas)

Aunque Felipe rezaba principalmente en la Iglesia de San Eustaquio, muy cerca de la casa de Caccia, fue en las Catacumbas de San Sebastián donde tuvo lugar, en 1544, el que se conoce en la tradición cristiana como milagro de su corazón (su corazón creció de tal manera que algunas costillas se quebraron).

“Pippo buono”, le llamaban todos, dio a los niños abandonados un hogar y una familia, y mendigó por las calles para que tuvieran qué comer, enseñándoles con el canto y la catequesis.

Su corazón fue también traspasado fisicamente, por una espada de dolor, que le hizo crecer en amor y caridad.


Padre Pío de Pietrelcina:

San Pío de Pietrelcina, O.F.M. Cap. (Pietrelcina, Campania; 25 de mayo de 1887-San Giovanni Rotondo, Apulia; 23 de septiembre de 1968) fue un fraile y sacerdote católico italiano famoso por sus dones milagrosos y por los estigmas que presentaba en las manos, pies y costado. Nacido como Francesco Forgione le fue dado el nombre de Pío cuando ingresó en la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos.




Fue beatificado en 1999 y canonizado en 2002 por el papa Juan Pablo II.

El Padre Pío recibió esta gracia extraordinaria el 5 de agosto de 1918. En gran simplicidad, el Padre le narró a su director espiritual lo sucedido: “Yo estaba escuchando las confesiones de los jóvenes la noche del 5 de agosto cuando, de repente, me asusté grandemente al ver con los ojos de mi mente a un visitante celestial que se apareció frente a mí. En su mano llevaba algo que parecía como una lanza larga de hierro, con una punta muy aguda. Parecía que salía fuego de la punta.

Vi a la persona hundir la lanza violentamente en mi alma. Apenas pude quejarme y sentí como que me moría. Le dije al muchacho que saliera del confesionario, porque me sentía muy enfermo y no tenía fuerzas para continuar. Este martirio duró sin interrupción hasta la mañana del 7 de agosto. Desde ese día siento una gran aflicción y una herida en mi alma que está siempre abierta y me causa agonía.”


San Francisco de Sales:

Obispo de Ginebra. Doctor de la Iglesia

Verdadero pastor de almas, hizo volver a la comunión católica a muchos hermanos que se habían separado y con sus escritos enseñó a los cristianos la devoción y el amor a Dios. Fundó, junto con santa Juana de Chantal, la Orden de la Visitación.




Su corazón también fue traspasado por el amor de Dios.




SantaVerónica Giuliani

Úrsula Giuliani (Mercatello, 1660 – Città di Castello 9 de julio de 1727) fue una mística italiana que perteneció a la Orden de Clarisas Capuchinas, elevada a los altares de la Iglesia católica con el nombre de Santa Verónica Giuliani.




En 1677 fue recibida en el convento de las clarisas capuchinas en Città di Castello en Umbría, Italia, tomando el nombre de Verónica, en recuerdo de la Pasión. Al terminar la ceremonia de recepción, el obispo que presidía le dijo a la abadesa: “Le encargo especialmente a esta nueva hija a su cuidado, porque algún día será una gran santa”.

Verónica vive profundamente la participación en el amor de Jesús que sufre, segura de que «sufrir con alegría» es la «clave del amor» (cf. ib., I, 299.417; III, 330.303.871; IV, 192). Pone de relieve que Jesús sufre por los pecados de los hombres, pero también por los sufrimientos que sus siervos fieles soportaron a lo largo de los siglos, en el tiempo de la Iglesia, precisamente por su fe sólida y coherente. Escribe: «Su eterno Padre le hizo ver y sentir en ese punto todos los sufrimientos que iban a padecer sus elegidos, sus almas más queridas, es decir, las que iban a sacar provecho de su sangre y de todos sus sufrimientos» (ib., II, 170). Como dice de sí mismo el apóstol san Pablo: «Ahora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, en favor de su Cuerpo, que es la Iglesia» (Col 1,24). Verónica llega a pedir a Jesús ser crucificada con él: «En un instante -escribe-, vi salir de sus santísimas llagas cinco rayos resplandecientes; y todos vinieron hacia mí. Y yo veía cómo esos rayos se convertían en pequeñas llamas. En cuatro estaban los clavos; y en una vi que estaba la lanza, como de oro, al rojo vivo: y me traspasó el corazón, de lado a lado... y los clavos me traspasaron las manos y los pies. Sentí un gran dolor; pero, incluso en el dolor, me veía, me sentía completamente transformada en Dios» (Diario, I, 897).


Santa María de Jesús Crucificado


Nació en Abellyn (Galilea), entre Nazareth y Jaifa, el 5.1.1846.


Su vida es un prodigio y en ella se vio palpable la mano de Dios.



Desde muy niña hubo de abrazarse a la cruz de Jesucristo como muy bien lo indica el sobrenombre que eligió al profesar en el Carmelo.

Quedó huérfana a los tres años y su tío la llevó a Alejandría de Egipto, donde hizo la primera comunión. La prometieron en matrimonio a un joven, pero ella, por conservar la virginidad que había prometido a Dios, huyó de casa sin dar noticia de su paradero.

Por rehusar hacerse de su religión, un musulmán la hirió gravemtne en el cuello con una cimatarra. Creyéndola muerta, la arrojó fuera de la ciudad. Curada milagrosamente por la Sma. Virgen, que se le apareció en sueños, se puso a servir, primero en Alejandría, después en Jerusalén, en Beirut y en Marsella.

En esta misma ciudad, en mayo de 1865, ingresó en las Hermanas de 5. José de la Aparición; pero en 1867, siendo aún postulante, la despidieron a causa de los hechos extraordinarios de su vida espiritual, por los que la juzgaron más apta para la vida contemplativa que para la activa. Habían comenzado ya, en efecto, los hechos extraordinarios que llenarían su vida: el 29 de marzo de 1867 por primera vez tuvo los estigmas


El 27.7.1867 vistió en Pau el hábito del Carmelo.


Al comienzo del mes de mayo le dieron el cuidado de una ermita, dedicada a Nuestra Señora del Monte Carmelo. El 24 de mayo de 1868 muchas hermanas fueron a esta ermita a rezar el rosario. Sor María rezaba con fervor y cayó en éxtasis en los brazos de una de las hermanas. Ella misma tomó su hábito a la altura del corazón y gritó: “¡Oh, amor; oh amor!”. Se comprendió que se le había aparecido san Pablo. Después de san Pablo vio una religiosa… Después vinieron otros santos y santas, pero no vino Jesús y ella lo llamaba: “Jesús, mi Bien amado, ¿dónde estás? ¿Quién ha visto a mi Bien amado?...

Por fin, llegó Jesús y su éxtasis se hizo más profundo. Su corazón necesitaba dilatarse y ella se abrió su hábito a la altura del corazón. Se veía que ella soportaba un martirio de amor al mismo tiempo que delicias inefables. Le pidió a Jesús que bendijera a la comunidad y a la nueva Priora, ya que pocos

días después serían las elecciones. Entonces levantó las dos manos y dio la bendición, como haciendo lo mismo que Jesús. Nuestra Madre santa Teresa vino también a visitarla y le dijo: “Madre Teresa, Jesús ha traspasado mi corazón”.

No solamente lo había traspasado, sino que le había grabado su nombre adorable.

Despertada del éxtasis, guardó silencio absoluto sobre esta gracia y sólo fue después de cierto tiempo, cuando sus sufrimientos del corazón parecían más fuertes que en el pasado, que se aplicó telas y se dio cuenta de que la sangre había impreso tres letras con una cruz encima. Las tres letras eran O.J.S. (Oh

Jesús Salvador). Después de esta gracia extraordinaria, Satanás tenía tal rabia que cada vez que sangraba su corazón, le hacía sufrir con nuevos maltratos


Sierva de Dios María Esperanza

Nos dice la Biografía de la Sierva de ios Venezolana, que ella gozaba del grandes dones de consejo, y podía “leer los corazones“ de las personas que se le acercaban, logrando así la eficacia de sus palabras de orientación a quien le solicitase ayuda.



En sus años de adolescente, fue visitada por un Ángel, que le envío una saeta directo al corazón, un dolor indecible un ardor, junto con un desbordamiento de su alma en el amor divino, produjeron en ella un estado de éxtasis que se pronlogo por varios días, postrada en cama recibió alociuciones de la Santísima Virgen, explicándole, entre otras cosas, que para su msiión era necesario viera y sintiera los corazones de los hombres.
Ella describe la “saeta” de color plateado, pequeña como de unos 8 cm, y llevaba grabada estas palabras: “Gloria In Excelsis Deo”, Gloria a Dios en el Cielo.

(Sierva de Dios María Esperanza, Vidente de la Virgen: Reconciliadora de los Pueblos https://mariamatermisericordiae.blogspot.com/p/mariaesperanza.html )



Notas finales:
Tambien tenemos noticias de otros santos (Santa Teresita del Niño Jesús, entre otros) cuyo corazón fue traspasado, estamos en la busqueda de nuevas fuentes y actualizaremos el presente artículo.
Nos falta recabar mas información sobre San Francisco de Sales y San Felipe Neri

Pueden colaborar enviando información al correo santoralcatolico1@gmail.com